Anarquista rusa con sabor a México

Frater Ignatius

Una mujer que fue un ejemplo a seguir dentro de los anarquistas itinerantes. Mollie Steimer (1897-1980), tuvo una vida muy dilatada, la cual sirvió para dar mucho y recibir poco en el sentido material. Emigrante en Nueva York y obrera en una fábrica de telas, militó dentro del sindicalismo anarquista en el que se introdujo a partir de diferentes lecturas tanto de Bakunin como de Kropotkin.

Se unió al grupo de anarquistas llamado Frayhayt (libertad en yiddish). Un grupo que compartía tanto ideologías como cuestiones de orden común y corriente. Der Shturm (la tormenta) era una especie de pequeño diario que daba cuenta de las ideas de ese grupo nutrido de judíos con ideas libertarias. Su esencia era pacifista. Por tal motivo, se opusieron a la intervención norteamericana en la guerra europea en la Primera Guerra Mundial. Los metieron un rato a la cárcel por hacer una especie de boicot al Estado y sobre todo por la publicación de varios escritos de corte antimilitarista. Uno de los miembros se puso tan grave debido a una golpiza que le propinó la policía, que murió días después. Los más, fueron encarcelados: Steimer fue condenada a 15 años de prisión; el resto a 20 años.

Esa excesiva condena para este grupo de jóvenes idealistas, realmente alarmó a toda la sociedad de Estados Unidos. Con una dureza nada usual, estaban siendo acusados de espionaje tan solo por publicar artículos que se veía a las claras, estaban a favor de la paz. Se organizó una especie de grupo especial en defensa de estas personas jóvenes, publicándose propaganda a favor de ellos. Los pusieron en libertad provisional en espera de lo que decidieran los jueces. Podemos concluir que estos muchachos eran una especie de chivo expiatorio ante los temores de los norteamericanos del llamado “complot soviético”.

Mollie retornó a su país en 1921 y se enteró de que Goldman y Berkman habían sido deportados fuera de la Unión Soviética. Ahí conoció a su amor de nombre Senya Fleshin y en 1922 los dos fueron arrestados por la G.P.U., la cruel policía rusa, acusados de ayudar a los anarquistas presos en las cárceles rusas. Hicieron una huelga de hambre en la cárcel. Tiempo después salieron libres pero les prohibieron salir de la ciudad. Los volvieron a detener y nuevamente se pusieron en huelga de hambre, la cual consiguió la atención de ciertos delegados de Europa. Fueron deportados y se reunieron en Alemania precisamente con Goldman y  Berkman. En ese país vivieron duramente, con muchas penurias y como apátridas, sin papeles y a golpe de suerte. Steimer escribía panfletos que denunciaban la situación terrible en que vivían los anarquistas rusos, muchos privados de su libertad y otros asesinados.

Un compañero de lucha ideológica los recibió amablemente en su departamento en París. El marido de Mollie empezó un trabajo de fotógrafo. En 1927 Volin, Berkman, Doubinsky Fleshin y Steimer fundaron el grupo Ayuda Mutua de París, que hoy presta ayuda a muchos países en donde haya anarquistas: Rusia, España, Bulgaria, Italia, Portugal, Hungría, Argentina.

Laboraron en un prestigioso estudio de fotografía de Berlín. Cuando Hitler toma el poder en 1933, ellos dejan de trabajar y se van de la ciudad, retornando a París. En 1939 cruzan el Atlántico y llegan a México, en donde residieron hasta el final.

Abren en la calle de Antonio Caso No. 28 su estudio de fotografía SEMO. El nombre se debe a las dos iniciales de estos dos grandes personajes. Por este estudio posaron las celebridades más importantes de la época: Cantinflas, Ninón Sevilla, Tin Tan, León Felipe, José Clemente Orozco, María Victoria, entre muchos.

Luego de 21 años de una intensa labor y sin queja alguna, la pareja se retiró a vivir a Cuernavaca. Obviamente existió la nostalgia de dejar un lugar que fue una especie de meca de varios de los amigos de México como varios de los compañeros de lucha. Un espacio en donde recordar las anécdotas, las vivencias de una pareja extraordinaria que luchó por la libertad y la emancipación de los hombres y mujeres del mundo.

En un acto digno de su calidad humana, la pareja donó al archivo fotográfico del Instituto Nacional de Antropología e Historia 58468 piezas de fotografía.

Senya Fleshin tenía el objetivo de que otras personas hicieran lo mismo con la firme intención de fundar la primera fototeca del país.  

Así nace el Fondo Semo y posteriormente la Fototeca Nacional del INAH. En 1993 el Sistema Nacional de Fototecas decidió incorporar al catálogo computarizado el fondo del artista ruso para facilitar la consulta y garantizar la conservación del patrimonio fotográfico, recuerda Rosa Casanova en otro de los ensayos que integran el catálogo que recopila imágenes de dos décadas en la cultura mexicana, tomadas por un anarquista ruso.

En 2002, El Fondo Nacional para la Cultura y las Artes, el Sistema Nacional de Fototecas del INAH, la Filmoteca de la UNAM y la Fundación Cultural Artención auspiciaron la labor de la investigadora y curadora Emma Cecilia García Krinsky para la elaboración del libro Semo, fotógrafo, que reúne el catálogo de Senya, cuyas imágenes legendarias son testimonio de la época de oro del cine mexicano y de más de dos décadas de cultura en el país. (Fuente: Periódico Judío).

 

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