Deuda, deuda y más deuda: el cuento de nunca acabar.
Es como una interminable historia de impunidad: endeudan al estado, hipotecan las arcas públicas y no pasa nada. Pareciera que eso no significa nada, pero representa mucho.
Marcelo de los Santos dijo en 2003 que recibía un gobierno endeudado y sin recursos, luego entonces, de inmediato pidió permiso para contraer deuda y reestructuró lo que a su juicio, era una deuda onerosa e impagable.
Fernando Toranzo Fernández dijo en 2009 que le habían heredado un gobierno en virtual bancarrota, endeudado por generaciones y con compromisos de pago a corto plazo, imposible de cubrir, salvo claro está, que el Congreso del Estado le autorizara reestructurar la deuda que le dejó Marcelo. Así se hizo.
Juan Manuel Carreras López dijo que recibió un gobierno con una deuda de unos 22 mil millones de pesos y consideró que eso es normal puesto que buena parte del adeudo es explicable, así que envió al Congreso del Estado una iniciativa de decreto para reestructurar deuda por 3 mil 385 millones de pesos.
En los tres casos, se ha reestructurado convenios realizados por los nuevos gobiernos en el entendido que van a lograr mejores condiciones para el estado, que conseguirán tasas más bajas y que todo será en beneficio de los potosinos.
Lo cierto es que la deuda que se viene arrastrando desde hace décadas pero que se amplió desde el gobierno de Fernando Silva Nieto, ha sido imposible de solventar y el nuevo esquema está previsto para pagar en treinta años.
Con toda seguridad, en el Congreso del Estado la iniciativa del gobernador Carreras será aprobada en unas semanas más. De hecho, el gobierno estatal ya tiene definidos los esquemas de reestructura con Banorte y Santander.
Episodios como este de la deuda pública no son exclusivos de San Luis Potosí sino que se replican en todas las entidades federativas. Todos están endeudados hasta el cuello y no tienen con qué pagar.
José Luis Ugalde Montes, el flamante secretario de Finanzas que tuvo el mismo cargo con Fernando Silva Nieto, sabe muy bien de que se trata, pues él y su gobernador contribuyeron a endeudar al estado. Malas noticias para todos: el secretario piensa que endeudarse es bueno y que reestructurar deuda es aun mejor. Concibe que no puede haber desarrollo sin deuda.
En eso, por cierto, está de acuerdo el doctor Carreras.
Habrá que prepararse, si el total de los adeudos que dejó Toranzo fue de 22 mil millones de pesos, seis mil millones más de lo que dejó Marcelo, lo que pueda dejar Carreras siguiendo la lógica transexenal, es que en 2012 la dejará, mínimo, en 28 mil millones de pesos.
Y claro, el que llegue entonces al gobierno, lo primero que hará, será reestructurar la deuda que le herede Carreras.
