CAJA NEGRA: La austeridad de un ex proveedor de Gobierno del Estado

 

La austeridad de un ex proveedor de Gobierno del Estado.

 

El secretario General de Gobierno, Alejandro Leal Tovías ha contado el mejor chiste del año: “yo en lo personal traigo mi propio teléfono, yo lo pago, yo no acepté el teléfono que había y todos mis gastos de comidas y desayunos los pago yo de mi bolsa, los que estamos al frente somos los que tenemos que dar el ejemplo, no tenemos por qué cargarlo al erario”.

Sin duda el mejor chiste para fastidiar al prójimo.

El Informe Anual de Auditoría de la Auditoría Superior del Estado en el apartado correspondiente a Presupuesto de Egresos por Objeto de Gasto, refleja que en el capítulo 1000 de Gastos Personales el monto ejercido fue por 6 mil 638 millones 399 mil 377 pesos, 18 por ciento del total de los egresos del ejecutivo el año anterior. Es lo que los funcionarios públicos se gastaron el año pasado.

Dice el ex proveedor de Gobierno del Estado que él utiliza su teléfono personal y que él lo paga, pues con todo lo que le vendió al gobierno en las últimas dos décadas, es lo menos que puede hacer para retribuir algo de todos los recursos públicos de los que se ha beneficiado.

El gran chiste que parece incluso una mofa del funcionario consiste en contrastar su hilarante dicho con la realidad. En 2014, para el servicio de teléfonos celulares de todos los funcionarios del gobierno, se gastaron cinco millones 336 mil 445 pesos.

Leal Tovías no dice si llega a palacio de gobierno o a sus actividades como Secretario General en su vehículo particular, pues ese gasto conjunto supera con mucho el de los teléfonos. El parque vehicular del gobierno cuesta solo en combustible 111 millones de pesos.

El secretario debería darse una vuelta entre seis y siete de la mañana a las escuelas particulares más importantes de la ciudad y a los clubes deportivos más exclusivos para darse cuenta dónde andan decenas de vehículos oficiales. Tal vez él hace lo mismo.

Decir que el gobierno será austero es muy fácil, pero hacerlo no.

 

Por ejemplo, la flota aérea del gobierno cuesta mantenerla más de ocho millones de pesos ¿en aras de la austeridad se pondrá a la venta? No lo creemos.

Leal cree que pagar el desayuno de la bolsa de cada funcionario público es un acto de republicada austeridad. Es falso, en el gobierno, el exceso es un hábito, una costumbre tan antigua como eso de ansiar y poner en marcha planes de austeridad. Marcelo y Toranzo tenían el suyo y ahí los tiene, dos ex gobernadores que derrocharon a plenitud los recursos públicos.

Esperemos el plan de austeridad del gobernador Carreras, es la segunda parte del chiste que contó el secretario Leal.

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