Cuando un yanqui toma una cosa en México…

Los reporterillos de Astrolabio Diario Digital echamos un vistazo al pasado y en esta sección le presentamos uno de nuestros hallazgos:

Si hace una semana reportamos el hallazgo de una nota en la que se reportó la forma en que un diario de Tucson, Arizona, describió la forma en que hace 125 años se veía la capacidad laboral de los mexicanos en esa región, al grado de que los preferían a los negros, por su capacidad de trabajo, ahora nos topamos con la edición del semanario El Alacrán del 17 de febrero de 1900, que reporta cómo desde entonces entre los estadounidenses había quienes se aprovechaban de los mexicanos. En la pieza encontrada, que data de hace 117 años, los redactores de El Alacrán exhibieron con gran ironía la actitud a tomar ante un presidente estadounidense abusivo, como nunca han faltado. Los reporterillos de Astrolabio Diario Digital intentamos imitarlos, pero no logramos ningún acuerdo,principalmente porque Trump carece de simpatía, He aquí el recorte, y enseguida la transcripción, para que se expliquen el por qué de lo aquí expuesto:

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NUESTRO GRAN

DIRECTOR HONORARIO

Después de animadas discusiones y de reñida votación entre los prominentes miembros que componen el Consejo de Administración y el Consejo de Redacción de este periódico, se ha acordado nombrar director honorario del mismo a McKinley, ilustre presidente de los Estados Unidos de América y gran absorbedor de territorios. Para los que extrañen este nombramiento diremos que además de la simpatía que este personaje nos inspira, poco menos que al gobierno, tenemos las siguientes poderosas razones.

McKinley, como representante de un pueblo gran amigo nuestro, casi hermano nuestro en Bernardo Reyes, resulta para nosotros la persona más amada, puesto que lo es del gobierno y nosotros somos del gobierno antes, en, y después de la conquista pacífica.

McKinley es casi, casi el hombre de la situación, puesto que lo que él haga y deshaga respecto a México será respetado y obedecido sin replicar, y por lo tanto, nosotros sabemos que teniendo a un yanqui al frente de nuestras columnas no habrá jamás cárcel ni persecución para nosotros, sino concesiones y dinero, que es lo que precisamente andamos buscando. Así, pues, el que a buen árbol se arrima… el primer rayo le cae.

McKinley, si las cosas siguen por este camino, acaso algún día llegue a tener más territorios mexicanos de los que actualmente posee, sin que esto sea aludir a la participación que ha tomado en la insurrección yanqui, y que seguirá tomando, a Dios gracias, porque cuando un yanqui toma una cosa en México, no la suelta tan fácilmente, ni hay quién se atreva a obligarle a soltarla.

McKinley, indirectamente, es el dueño de nuestras vidas y haciendas, puesto que manda en los que tienen los ferrocarriles y otros servicios… flacos de México.

Los yanquicitos que McKinley son los que aquí influyen en nuestra política como en todo, ya viniendo en forma de plaga excursionista, como las actuales, ya en forma de compañía de fianzas, y si no que le pregunten a Limantour, ya desprevistos de forma, que es como más suelen fastidiarnos.

Los yanquis están enterados de los misterios de nuestra política y tienen la clave de muchos misterios que en vano pretenderíamos nosotros descifrar.

Y en fin, los yanquis con McKinley al frente son el amor más grande de nuestra vida y nos da la gana de protegerlos.

¡Hay caprichos!

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Para nuestra sorpresa, en esa misma edición de El Alacrán del 17 de febrero de 1900 nos encontramos una imagen que nos ha parecido que nos enviaron un Catalejo del pasado, pero con tal impacto de actualidad, que sólo tenemos que hacer un ejercicio simple de imaginación y sustituir a los personajes que en el cartón aparecen: Al perro sólo hay que cambiarle el nombre de American Surety por Ford. El personaje (que era el ministro de apellido Limantour) habría que cambiarlo por el inadvertido Juan Manuel Carreras López. Y lo escrtito en la tarjeta que tiene en la mano tendría que decir “¿Se le ofrece algo más?”. Claro, el título “Quien da pan a perro ajeno…” habría que parafrasearlo con un “Quien da incentivos exagerados a trasnacional abusiva…”.  He aquí el recorte, para que lo analice por su cuenta:

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Este es el vínculo a la edición de El Alacrán del 17 de febrero de 1900:

https://news.google.com/newspapers?nid=Qs68GpkTGbMC&dat=19000217&printsec=frontpage&hl=es

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