Por Victoriano Martínez
Hoy es el Día Internacional de la Mujer.
Se recuerda la tragedia ocurrida en 1857 en Nueva York, cuando cientos de mujeres trabajadoras de una fábrica de textil que protestaban contra los bajos salarios y por el trato diferente a sus pares varones (la mayoría cobraba menos de la mitad que los hombres) fueron brutalmente reprimidas.
Hace 144 años fueron 120 las mujeres que murieron a manos de la violencia policíaca.
La lucha por la igualdad de derechos propició más violencia contra las mujeres. Se volvió tradición recordar a las caídas como un acto de reivindicación de las mujeres trabajadoras. Nació el Día Internacional de la Mujer Trabajadora.
Cien años después de aquella tragedia, la Organización de las Naciones Unidas declaró formalmente en 1975 al 8 de marzo como el Día Internacional de la Mujer, así, sin especificarlo hacia las mujeres trabajadoras porque, en los hechos, se consideró necesario, y lo sigue siendo, reconocer el trabajo de las mujeres en todos los ámbitos.
Ha habido avances en lo que hoy la mujer vive, pero la lucha sigue… tanto en el ámbito laboral como en su vida cotidiana.
Y si tienen que seguir la lucha es porque lo que no las ha abandonado es su condición vulnerable ante la violencia.
Seis de cada 10 mujeres de 15 años o mayores han sido violentadas a lo largo de su vida, ya sea por parte de su pareja o de cualquier otra u otras personas, calcula el INEGI.
Contra ellas ocurre el 95 por ciento de los delitos denunciados por violencia familiar.
Desde que se tipificó el delito de feminicidio, los casos que se han registrado van en aumento.
Una combinación de riesgos que deben enfrentar las mujeres, que en poco más de tres meses se cumplirán dos años de que se declaró la Alerta de Violencia de Género en seis municipios del Estado.
Dos años sin resultados: los feminicidios aumentan y la violencia que enfrentan las mujeres también.
Un panorama que exige que este8 de marzo, las autoridades –así sean personificadas por varones o por mujeres–, eviten los discursos y pronunciamientos en los que se asuman como defensores de las mujeres, cuando los hechos siempre serán más contundentes que sus palabras.
Es el Día Internacional de la Mujer. Se vale hacer un discurso, pero no abusar más de ellas en él.
Tuvieron 364 días desde la conmemoración anterior para demostrar con hechos lo que este día podrían traducir a palabras.
Sí, hechos de 364 días que están ahí como polígrafo para medir la hipocresía o sinceridad de sus discursos.
