Por: Eduardo Delgado
PARTE I
Hoy se cumplen tres meses de la muerte de Diego González Ruiz y según Armando Mariscal Mata, funcionario universitario, la decisión que tomó a sus doce años, bucear cerca de los extractores de agua de la alberca, “la resolvió con imprudencia”.
Así lo asentó en su declaración que le presentó por escrito al Ministerio Público, Hugo César Azuara Argüelles, encargado de la investigación sobre el deceso de Diego, quien falleció ahogado el pasado 17 de julio en el complejo acuático “Woow”, al que fue llevado como parte de las actividades programadas en el Campamento Infantil de Verano 2015, organizado por la Universidad Autónoma de San Luis Potosí (UASLP), para lo que junto con hermano fueron inscritos por sus padres.
Sostuvo que Diego, quien murió succionado en un ducto por el que se bombea el agua para reciclarla en un tobogán, adoptó una determinación imprudente, porque antes de sumergirse le dijo a un compañero que en ese sitio “se sentía como que absorbía”, lo que para el empleado universitario “demuestra que el occiso, previo al fatal evento, conocía del peligro y que no informó a nadie del mismo”.
“En ese momento era sabedor de la fuerte atracción que el agua ejercía a través de los ductos y también sabía que sus amigos, obrando con prudencia, habían decidido alejarse de ese peligro”, añadió en su declaración, de la cual astrolabio.com.mx obtuvo copia.
“Entonces –prosigue- está claro que si él determinó libre y voluntariamente colocarse en una situación de peligro, asumiendo sus consecuencias (auto-puesta en peligro), no es posible que se me impute objetivamente el resultado de su muerte, ni a mí ni a mis compañeros maestros e instructores”, deslindó.
“Porque entonces –abundó-, la imprudencia del menor constituye otra concausa que originó el resultado de su muerte y así entonces no existe el nexo causal, entre la omisión que se me atribuye (no impedir que Diego estuviera dentro de la alberca “buceando”) y el citado resultado (muerte)”, agregó en el documento que le entregó al funcionario de la Procuraduría General de Justicia del Estado.
“Tampoco –aseveró- era humanamente posible que el suscrito tuviera conocimiento coetáneo al hecho, relativo al pedimento de unos googles”, que Diego le pidió a su amigo para sumergirse a bucear, “precisamente en la zona donde se localizan los ductos a fin de impedirle esta acción”.
En su declaración, Armando Mariscal, Coordinador de Baloncesto en el departamento de deportes de la Universidad, admitió que él era responsable del grupo al que Diego fue asignado.
