Los reporterillos de Astrolabio Diario Digital echamos un vistazo al pasado y en esta sección le presentamos uno de nuestros hallazgos:
A propósito del cierre del periodo ordinario de sesiones del Congreso del Estado, vale la pena retomar un texto de hace 166 años, que apareció en el periódico El Universal el día 1 de enero de 1850, bajo el título “Cámaras de la Unión”. No hay prácticamente nada que agregar. He aquí el recorte:
CÁMARAS DE LA UNIÓN
Bajo este título leemos en el “Nene” periódico democrático que se publica en Guadalajara lo siguiente.
Por fin han cerrado sus sesiones las cámaras de la Unión. Nuestros representantes se han retirado al hogar doméstico. ¡Bendito sea Dios, y no permita que vuelvan a tener sobre sus delicados hombros una carga tan pesada! Unas reflexiones se nos han ocurrido. ¿Cuáles son los bienes que nos han procurado los señores diputados que tanto dinero han costado a nuestro erario? ¿Se arregló la hacienda? ¿Cómo está la administración de justicia? ¿Qué tenemos de seguridad? – Diremos en pocas palabras que no tenemos hacienda, pues las cámaras sólo han concedido su permiso para negociar con un vergonzoso descuento el “precio de aquella paz moderada, celebrada con el Norte; diremos, que la administración de justicia está desprestigiada y sin vigor ninguno las leyes; [bien que ya el Patriarca Pedraza dijo que eran solamente teorías]; diremos que aún en medio de las poblaciones hierven los bandidos y encuentran protección en los primeros que debieran castigarlos; diremos en fin, ¡que nosotros somos los primeros en palpar los bienes y las delicias del divino gobierno moderado!
¡Dios los perpetúe en esos puestos donde los ha colocado, donde los quiere la opinión nacional!
¡Dios les dé más! ¡Dios nos ampare! ¡Dios nos acompañe y nos defienda!
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