El país de los socavones

Por Oswaldo Ríos Medrano

El socavón de corrupción de Cuernavaca, una obra mal hecha que terminó siendo un hoyo de transas en el que perdieron la vida dos inocentes. El llamado Paseo Exprés fue inaugurado apenas hace tres meses por Enrique Peña Nieto, costó 2 mil 200 millones de pesos y colapsó como si estuviera hecho de macopan, porque en este gobierno federal proxeneta del interés público, las grandes obras de infraestructura vial o carretera, solo han sido un pretexto para enriquecer a contratistas y a funcionarios públicos a los que luego de autorizar contratos les aparecen propiedades inmobiliarias millonarias.

 

El socavón que es esa fosa de pesadilla que se repite a lo largo y ancho del territorio nacional en la que se exhuman o se depositan cadáveres, cadáveres y más cadáveres, vidas arrebatadas producto de una violencia brutal y desatada que ha hecho este sexenio infinitamente más sangriento que el anterior, a pesar de que durante la campaña electoral los priístas medraron con la inseguridad al cuestionar una estrategia de combate al crimen que no solo repitieron, sino que empeoraron.

 

El socavón que es el abismo de la crisis de credibilidad de Enrique Peña Nieto, el presidente más repudiado de la historia, y que sin embargo, es capaz de seguir utilizando todo el poder del Estado para imponer a los candidatos de su partido en los gobiernos de las entidades federativas. Ahora se sabe que querían mover a México, pero para empujarlo a un socavón de deterioro institucional y colapso de la democracia.

 

El socavón que es el hueco en el estómago de más de 55 millones de mexicanos que todos los días se amanecen con esa sensación de vacío en las entrañas. Luego de más de 100 años de gobiernos pos revolucionarios, incluidos los de la alternancia panista, nuestro país no ha resuelto el grave desafío de la desigualdad. Inseguridad y corrupción, principales problemas en la percepción ciudadana, encuentran asidero y potenciación en la pobreza de millones de mexicanos para los que la ilegalidad para apropiarse de bienes y evitar el castigo comprando autoridades, conforman un círculo vicioso que tiene un origen común: la falta de oportunidades y una vía rápida e impune para escalar en la pirámide social.

 

El socavón potosino que es el vacío de poder de un gobernador que no gobierna. Los muertos en las calles, las policías descompuestas, los penales a punto de una crisis, el Congreso enfangado, el Poder Judicial emparentado hasta el incesto, las elecciones amenazadas, la acumulación de porquerías ordenadas desde Comunicación Social por Adrián Vázquez, los negocios de algunos secretarios de Estado saqueando a manos llenas, los proyectos electorales que se fondean con dinero público en el DIF estatal, el valemadrismo modosito como respuesta para todo. Lo señalado es consecuencia de una administración descabezada, armada de retazos y con funcionarios cuya lealtad no está con Carreritas, sino con sus propios intereses. Volteen a los problemas y verán que no hay gobernador. Está corriendo.

 El socavón potosino que es ese bache del que Gallardo prometió que San Luis saldría y no ha hecho otra cosa que ensancharse, hasta tener las calles peor que Victoria Labastida (y eso que todavía no llueve en forma). El indigno clientelismo precarista y los fastuosos festivales financiados misteriosamente, no acallan la exigencia de transparencia y servicios públicos y vialidades de calidad. El bache de la intolerancia, la inseguridad y la opacidad es tan grande como los que todos los días deben esquivar los potosinos para evitar accidentes o dejar la suspensión en el intento. San Luis no salió del bache, se convirtió en uno.

 

¿Cómo vamos a llenar los socavones?

 

LAPSUS

 

 

  • “Entiende Javier (sic), Sin (sic) los gallardo (sic) no eres nadie. Y les mordiste la mano (sic)”.

 

Virrey del Toranzato, Jefe de Jefes de los Broncos, El Padrino de la Ecuación Corrupta, y diputado federal del Partido Verde Cándido Ochoa Rojas desmitificando en 140 caracteres la fama de perversidad cerebral que distingue a sus tenebras políticas. ¡Vaya forma de enseñar el cobre del licenciado Ochoa! Con una contundencia de abogado marrullero no se dejó ningún margen de defensa: en solo un tuit confirmó que su ortografía es de segundo de primaria; que después de casi dos años de compartir curul con Nava, no sabe que su nombre se escribe con X y no con J; que es el principal aliado de “los gallardo”; que le caló hondamente la denuncia en PGR contra la ecuación corrupta; que es el único asidero que le queda a Manuel Barrera; y que por supuesto, él nunca le ha mordido la mano a la gallardía, y prueba de ello es que sus subordinados Los Broncos (véase Manuel Barrera, Guadalupe Torres, Enrique Flores, Héctor Mendizábal, José Luis Romero y Jorge Luis Díaz) no se han dedicado a otra cosa que a abrir brecha al proyecto de Gallardo 2021. ¡Claro! A “los gallardo” Cándido no les ha mordido la mano, pero a Carreritas ya se lo devoró completo. ¡Cómo no quieren que el pálido hombrecito se la viva corriendo!

 

 

  • “ese tuit no fue generado por mi (sic) y ya investigó (sic) que fue lo que pasó”.

 

Un niño de segundo de primaria que, haciéndose pasar por el licenciado Cándido Ochoa Rojas rompió el filtro de seguridad de la Cámara de Diputados; posteriormente, disfrazado de meserito (con bigote, moñito y toda la cosa) se introdujo al restaurante de la Cámara; luego, aprovechando un descuido del diputado federal al ir al baño, instaló el software Pegasus para desbloquear su Iphone; así, ingresó velozmente a su cuenta de Twitter para amenazar políticamente a Xavier Nava; y acto seguido desapareció súbitamente de la escena, dejando tras de sí un desastre digital y profundamente conmocionado al cándido Cándido, quien no tuvo más remedio que escribir con la misma mala ortografía del travieso mocoso que todo fue una conspiración digna de ser investigada por Sherlock Ochoa. ¡Qué pinches nervios! ¡San Luis está prácticamente paralizado esperando el resultado de las pesquisas! Seguiremos informando, mientras tanto recuerde: si toma, no tuitee.

 

 

  • “San Luis Potosí tiene el mejor gobernador de México”.

 

Director del Instituto Mexicano del Seguro Social Mikel Arriola Peñalosa en gira de trabajo (la lengua es un musculo que debe ejercitarse) por San Luis Potosí, ruborizando con sus lamidas en público al buen Carreritas que, contra su costumbre, esta vez no corrió y aguantó como un valiente la implacable ensalivada de cuerpo completo que le metieron. Algún pernicioso que no quiere a Carreritas (muy probablemente un miembro del club de enemigos que él llama “gabinete”) dijo en voz baja: “Si él es el mejor gobernador de México, el Seguro Social es el mejor hospital del mundo”. Enterándose de comentarios así uno de verdad no puede sino indignarse, ¡qué necesidad de sacar al delegado del error! Déjenlo que lo envuelva y se lo lleve para su casa, ¡carajo!

 

 

  • “Servir es un riesgo”.

 

Corredor constitucional del estado Juan Manuel Carreras López compartiendo generosamente una gotita de la filosofía política de su, llamémosle así, “gobierno”: como estos peligrosos tiempos no están para jugarle al héroe, Carreritas es muy inteligente y no corre riesgos, así que mejor no sirve para nada.

 

Twitter: @OSWALDORIOSM

Mail: oswaldo_rios@yahoo.com

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