Por: Antonio González Vázquez.
Tal vez alguien les está contando un chiste mientras posan para la fotografía o puede ser que enfrente tengan una imagen del Pollo Gallardo y en vez de llorar les haya dado por reír. También puede ser que en un ejercicio inédito de revisión al interior de sus trayectorias personales, hayan reparado que ninguno es la fórmula para sacar al partido del abismo y por tanto, simulan una sonrisa de presunto convencimiento de que su partido es el más grande y más democrático de México. Ahí los tiene, son dos políticos perdedores. Uno perdió como candidato y el otro perdió como dirigente. Las urnas los barrieron, los aplastaron. Pero están bien sonrientes y hasta parecen felices, lo cual no dejará de incordiar a más de uno que en ese partido, bien sabe que las cosas están del carajo por no decir que del nabo. Y bien, ahí los tienen, son dos políticos que, cada uno a su modo, ha contribuido a que el partido de los azules se vea ahora más dividido que un cake de manzana en la fiesta de cumpleaños. Tan sonrientes políticos, son los abanderados de grupos tan enfrentados y en constante pugna que tienen a su partido en el colapso: no son solo ellos, sino también sus jefes a los que responden. Dicen que ambos debatieron acerca del tipo de partido que van a construir una vez que alguno de ellos resulte electo. Obvio, cada cual dice que su partido volverá a crecer, volverá de sus cenizas al poder y cada uno dice que el partido es más que cualquier persona, que es un partido donde la democracia se práctica a diario. No podía ser de otra manera, pero inexplicablemente no debatieron sobre las trampas, las mañas, los vicios que de un tiempo para acá vienen aplicando en sus procesos internos: el acarreo, la compra de votos, la amenaza, la promesa de cargos y otras linduras propias del tricolor son ahora sello particular de los azules. Son los candidatos a la dirigencia estatal de un partido que desde hace seis años cae en picada, no ven una, pierden una tras otra y son tan cínicos que se conforman con migajas. De cualquier manera, tan sonrientes que se les ve, no se dicen lo que realmente piensan el uno del otro, sobre todo en eso de las negociaciones en lo oscurito, en eso de las traiciones, en eso de las puñaladas por la espalda, de lo mentirosos que son y tal. Dicen que debatieron y presumen de ello, dicen que ninguno otro partido es más democrático, abierto y transparente que ellos, es decir que el PAN, de tal manera que se dicen listos para las elecciones internas del próximo domingo, cuando una vez más, con toda seguridad, se dará impecable muestra de lo bajo que ha caído este partido.
