Firmas por la conciencia ecológica

Por Victoriano Martínez

Este domingo fue un buen día para San Luis Potosí.

En el recuento sobre la recolección de firmas autógrafas –no vía redes sociales– para exigir al gobernador Juan Manuel Carreras López acciones reales para proteger la Sierra de Álvarez se rebasaron las cinco mil, es decir, la mitad de la meta propuesta hace una semana.

Un ritmo de participación que indica el grado de conciencia que existe entre los potosinos sobre la importancia de contar con protección para las áreas que le dan viabilidad ecológica a la ciudad.

Una conciencia que fluye ante un llamado que se hace con recursos limitados y que contrasta con las posibilidades de un aparato burocrático que, en manos de autoridades omisas e inconscientes, lejos de proteger el interés de los potosinos, representa un riesgo.

Los frentes de ataque de la depredación ecológica están claros: desde el oriente, la Sierra de Álvarez sin plan de manejo; desde el sur-poniente, la Sierra de San Miguelito, y, atrincherados en el Palacio de Gobierno, autoridades cuya irresponsabilidad ante la ciudadanía es cada día más evidente.

Por si fuera poco, también se viola el derecho humano de los potosinos a conocer la calidad del aire, y la autoridad sólo se justifica y no toma medidas al respecto.

De poco sirve la existencia de una Ley Ambiental en el estado, si quien está obligado no muestra la menor voluntad de hacerla valer.

De poco sirve la existencia de una dependencia llamada Secretaría de Ecología y Gestión Ambiental (SEGAM), con un presupuesto para este 2019 de 52 millones 590 mil 159 pesos, si es incapaz de estar presente ahí donde se requiere la protección ecológica de la ciudad.

“Protección de la Diversidad Biológica y del Paisaje” es como en su presupuesto define el Ejecutivo al monto asignado a la SEGAM, pero esa dependencia lo único que ha acreditado en los últimos años es lo opuesto: una total desprotección ecológica al servicio de los intereses económicos de desarrolladores inmobiliarios y empresas mineras.

Este domingo, durante el Eco Fest 2019 por el Día Mundial del Agua en el Jardín de Tequis, fue bueno para San Luis Potosí.

De todos los rumbos de la ciudad acudieron a dejar formatos de firmas para exigir a Carreras López que asuma su responsabilidad ecológica para con la ciudad.

He ahí la conciencia ciudadana que manda a su representante, a su mandatario, a través de su firma, que defienda su interés superior.

La meta de recolección de firmas va a la mitad. Cuando se cumpla el objetivo, Carreras López tendrá el llamado de un porcentaje de la ciudadanía muy cercano al que la Ley estatal exige para la realización de un plebiscito.

La recolección de firmas continúa porque quien, con su firma, no ha sido capaz de suscribir oficios de exigencia para el cumplimiento del plan de manejo del Área Natural Protegida de Sierra de Álvarez con una omisión de 28 años, no hace ni el más mínimo pronunciamiento a favor de la preservación ecológica de la ciudad.

Este fue un buen domingo para San Luis Potosí: la ciudadanía avanzó para hacer valer una conciencia ecológica que, tarde o temprano, tendrán que asumir quienes dicen representarla.

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