Por: Eduardo Delgado.
La queja investigada por la Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDH), del hombre al que le será extirpado un riñón, tras una severa golpiza que le propinaron policías estatales, es el primer abuso policiaco indagado por ese organismo durante la incipiente administración encabezada por el gobernador, Juan Manuel Carreras López.
Hace dos semanas, el 26 de septiembre, el nuevo mandatario rindió protesta en sustitución del ex gobernador Fernando Toranzo Fernández. El incidente por el que se originó la queja se registró al séptimo día de su naciente sexenio, el pasado dos de octubre.
Procedente de Tamaulipas, al primer minuto de aquel día, el general Arturo Gutiérrez García asumió la responsabilidad como titular de la Secretaria de Seguridad Pública del Estado (SSPE) y junto con él Pablo Castellanos García llegó a la Dirección General de Seguridad Pública del Estado (DGSPE), de las que dependen los policías estatales.
Apenas hace unos días la dirigente del Sindicato Independiente de Trabajadoras y Trabajadores de Gobierno del Estado (SITTGE), Francisca Reséndiz Lara, denunció que Gutiérrez García trajo consigo un “regimiento” de 150 agentes tamaulipecos, con el argumento de que no quiere a nadie extraño a su alrededor.
El Secretario General de Gobierno, Alejandro Leal Tovías, confirmó la llegada de elementos foráneos, pero negó que exclusivamente procedentes de Tamaulipas, pues también reportó elementos provenientes de Nuevo León.
El incidente que dio pauta a la queja por exceso policiaco tuvo lugar el viernes dos de octubre en la delegación de Villa de Pozos, donde la víctima, junto con un compañero, fueron detenidos por tres policías estatales, de manera violenta y arbitraria.
Según la queja, primero los trasladaron al edificio de Seguridad Pública del Estado y de allí a la comandancia de Soledad de Graciano Sánchez, pero antes de llegar a esta uno de los elementos amenazó con buscarlos para agredirlos si los denunciaban. Por esa razón el más afectado declaró ante el médico legista que se cayó de una bicicleta.
Sin embargo, enseguida comenzó a orinar sangre y sintió un intenso dolor en el estómago. Luego de ser examinado el doctor le recomendó acudir a una clínica, y fue liberado.
Se trasladó a una hospital del Instituto Mexicano del Seguro Social, donde lo remitieron a la clínica 50, y ahí le diagnosticaron un severo daño en un riñón y le informaron que le será extraído, para evitar daños en otros órganos.
