Antonio González Vázquez
Los diputados integrantes de la Ecuación Corrupta y otros que aspiran a saltar a otros cargos de representación popular fueron reprobados por enésima ocasión por la organización Congreso Calificado. Pero a los cínicos eso les tiene sin cuidado: no quieren quedar en la orfandad presupuestal.
En la décima evaluación trimestral, se mantuvo la tendencia de que los 27 legisladores obtienen calificaciones reprobatorias: la más baja es de menos 0.2, y corresponde a Ricardo García Melo del Partido Nueva Alianza.
Oscar Bautista Villegas del Partido Revolucionario Institucional obtuvo 2.8; Manuel Barrera Guillén del Partido Verde Ecologista de México, 1.6 y J. Guadalupe Torres Sánchez por el Partido de la Revolución Democrática, 4.4.
El caso más grave es el del diputado García Melo que paradójicamente representa al magisterio pues en todas las evaluaciones se ha colocado entre los tres últimos lugares del top legislativo.
Tan mediocres como el “maestro” del PANAL, están Cecilia de los Ángeles González Gordoa y Gerardo Limón Montelongo del PRI y María Lucero Rocha Jasso por el PAN. Los tres con cero de calificación.
Con 0.1, Juan Antonio Cordero Aguilar del PAN y con 0.2, José Belmárez Herrera del PT y José Luis Miranda Torres del PAN.
En un caso del todo inexplicable, Alejandro Segovia que recién hace unos días solicitó licencia al cargo como diputado del PRI para ser candidato a la alcaldía de Matehuala por el Partido Verde, obtuvo un paupérrimo 0.4 de calificación.
A su vez, Jorge Luis Díaz Salinas, candidato a diputado federal por la alianza PAN-PRD-MC logró también 0.4 de calificación.
Mientras tanto, igual de reprobada, Rebeca Guevara Terán, candidata del PRI al Senado de la República tiene apenas 0.5 de calificación.
Otros que también buscarán cargos como José Luis Romero Calzada, Esther Angélica Martínez Cárdenas, Gerardo Serrano Gaviño y Xitlalic Sánchez Servín, Oscar Vera Fábregat salieron reprobados en la evaluación.
A nadie de ellos les agradó la evaluación, pero esa es la cruda realidad. No son solo ellos y su mediocridad puesto que son un reflejo de la clase política potosina.
Si Congreso Calificado da un paso adelante y se pone a evaluar al gabinete de gobierno y al cabildo capitalino, téngase por seguro que también salen reprobados.
Lo peor es que con las elecciones del primero de julio al renovarse el poder legislativo y los ayuntamientos, nada cambiará; son todos lodos del mismo lodazal.
