Por Antonio González Vázquez
La Procuraduría General de Justicia del Estado reportó como caso de éxito de investigación y esfuerzo policial, la detención de un violador sexual cuya fechoría fue cometida hace siete años. Es decir, que la policía dio con el paradero y detuvo al agresor sexual, 2 mil 555 días después de su crimen.
En un comunicado de prensa, la Procuraduría da cuenta de esa aprehensión ejecutada en la capital del estado tras una prolongada espera de siete años, lapso que en efecto, pone en duda la capacidad de la policía para cumplir en un tiempo razonable con el cumplimiento una orden de aprehensión.
En el comunicado no se detalla ni explica la razón por la que la policía se dilató siete años en dar con el presunto agresor sexual. En seguida, el comunicado.
Agentes de la Policía Ministerial del Estado (PME) detuvieron a un hombre que se desempeñaba como intendente de una escuela de la ciudad capital, acusado por el probable delito de abuso sexual calificado en contra de una de las alumnas, informó la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE).
La denuncia la interpuso la madre de la menor afectada en el 2010, cuando vio un cambio drástico en el comportamiento de su hija, quien además le dijo que ya no quería ir a la escuela primaria donde estudiaba.
A la mujer se le hizo muy raro, ya que la niña era muy alegre y le gustaba estudiar, por lo que al cuestionarla sobre el por qué no quería ir, la menor le confesó que el intendente la metía a los baños y abusaba sexualmente de ella, amenazándola con hacerle un daño mayor si le contaba a alguien lo sucedido.
De inmediato acudió a denunciar los hechos a la PGJE y una vez que se realizaron las investigaciones correspondientes por personal de la Policía Ministerial y se obtuvieron los elementos de prueba necesarios y contundentes, el Juez Octavo del Ramo Penal emitió la respectiva orden de aprehensión.
Sin embargo, fue hasta ahora que los agentes lograron ubicarlo en la avenida Santos Degollado del fraccionamiento Tangamanga, donde lograron detenerlo para ponerlo a disposición del Juez que obsequio la orden, ingresándolo a los separos de esta corporación para que continúe su proceso legal.
