Blanca Abigail Carranza Martínez
A dos cuadras del Mercado Revolución cada año las calles se llenan de colores que adornan los altares elaborados con motivo del día de la Virgen de los Dolores.
La Calle 16 de Septiembre se llena de color y de festividad así como también las que colindan con ésta, como la calle Altamirano.
La elaboración del altar dedicado a la Virgen de los dolores pasa de generación en generación. En ellos se suelen colocar veladoras, incienso, manzanilla e incluso en algunos aún persiste la tradición de poner vasos pequeños con agua de diferentes colores.
La tradición de construir un altar va acompañada de regalar un vaso de agua a cada persona que lo visite, el vaso de agua como símbolo de las lágrimas de la Virgen.
Rosario Venegas Cortez nos cuenta que desde niña le han inculcado elaborar este altar. Su abuela, que ahora tiene 98 años, cada año sin falta monta su altar fuera de la casa y regala el famoso vaso de agua de limón o de chía a los visitantes. Este año comenzaron a montarlo desde las 6:00 a.m. y lo desmontarán a las 12:00 a.m. La gente acude a visitarlo mayormente después de las 6:00 p.m.
Los vecinos cuentan que cada año aumenta la cantidad de personas que se acercan a estas calles para recorrerlas mientras admiran los altares.
Además ahora ya se realizan diversas actividades como: quema de un castillo de pólvora, hay danzantes y mariachis amenizando las calles, pirotecnia, e incluso este año habrá un show folclórico después de las 7:00 p.m.
Tradición que los habitantes de estas calles desean continuar recibiendo a todo aquel que desee visitar su altar.
