Acusan de engaño a Secretaría de Cultura por organizar corrida de toros en medio de la Ópera Carmen

Jaime Nava

Asistentes a la ópera de clausura del tercer Festival de Ópera San Luis y grupos anti taurinos mostraron su indignación y molestia en redes sociales debido a que se incluyó una corrida de toros como parte del espectáculo a pesar de que, de acuerdo con los inconformes, ésta no forma parte del libreto y tampoco se advirtió de la misma en los carteles promocionales.

En días pasados, cuando el director de Desarrollo Cultural de la Secretaría de Cultura, Manuel Gameros, anunció que durante la Ópera Carmen el torero José Mauricio lidiaría a la usanza portuguesa con un toro de Pepe Garfías, organizaciones como el colectivo Antitauromaquia SLP se manifestaron en contra y pidieron que se suspendiera la corrida o, en su defecto, que no se utilizara un toro real.

“Por días sostuvieron todos en diferentes medios, que ‘no se lastimaría de ninguna forma al toro, pues era una lidia portuguesa’; logrando con esto burlarse de cientos de personas que asistieron pensando que realmente no lastimarían al toro, cuando la lidia portuguesa es aún más cruel que la española”, escribió la organización anti taurina en comunicado difundido a través de redes sociales.

Consideraron que la corrida de toros fue sólo un “capricho” de un par de funcionarios entre los que destaca, Manuel Gameros, de quien dijeron que el puesto le queda grande porque dejó claro “que cumple sus berrinches sin importarle mentir y estafar”.

También, calificaron la Ópera Carmen como un evento “desagradable, cruel y de mal gusto” y pidieron a los asistentes que acudan a la Secretaría de Cultura o a los lugares donde adquirieron los boletos para pedir un reembolso porque “además del terrible sufrimiento a un toro […] engañaron y estafaron a cientos de personas”. Los boletos tenían un costo de entre 275 y 550 pesos.

La corrida tomó por sorpresa a los presentes y provocó que se retiraran artistas, el llanto de niños y adultos y un enfrentamiento a gritos entre taurinos y anti taurinos.

Una de las asistentes, de nombre Lilia Ávalos relató su experiencia de la siguiente manera:

Fui a ver la ópera Carmen, es la obra favorita de mi mamá y nunca había ido a ver ópera en vivo. Me parecía extraño que la presentaran en la Plaza de Toros y cuando supe, gracias a Antitauromaquia San Luis Potosí que harían una lidia durante el show, le comenté a mi madre, quien quiso de cualquier manera acudir, pero acordamos enviar mensajes a los organizadores pidiéndoles que no le hicieran daño al toro, pues era completamente innecesario para la obra. Así, nos sumamos al movimiento antitauromaquia que solicitaba esta forma de solidaridad ante el hecho y nos mentalizamos a que, si las autoridades no respondían a nuestra petición, demostraríamos nuestra inconformidad durante la ópera.

Comenzó el evento y quedé fascinada con el personaje de Carmen, quiero investigar los datos de la cantante porque además de su gran voz, es una excelente actriz. Si no conozco estos datos es porque los organizadores no dieron una guía de mano para la ópera, sospecho que es porque sabían a lo que se enfrentaban al incluir una lidia entre el 3er y 4o acto, así que seguro prefirieron pecar de omisión. Esto no les funcionó bien, al terminar el tercer acto, anunciaron que a continuación se efectuaría una lidia, que quien quisiera podía salir de la Plaza y luego regresar para ver el final de la obra. Aunque con esto buscaban mostrar cortesía, lo que en realidad hicieron fue ofender a todos a los que, como mi madre y yo, acudimos a ver una ópera, no una lidia.

La lidia comenzó y los gritos de la multitud de “¡que viva el toro!” y “¡queremos ópera!” inundaron La Plaza de Toros. Comenzaron a lastimar al toro, niños y adultos comenzaron a llorar, algunos se salían y otros, como mi madre y yo, gritábamos nuestra inconformidad. Al final, el toro, aunque muy herido, regresó a su resguardo.

Hubo enfrentamientos verbales de ambas partes, también se escuchaba a los defensores de la lidia gritar: “viva el arte taurino”. A mí, incluso uno de ellos me dijo, mientras hacía la seña de silencio llevándose el dedo índice a la boca: “Shhh, cállate, es parte del show”. Yo le contesté: “No tienes por qué callarme, el show es una ópera, no una lidia. Y siéntate en tu lugar porque estás invadiendo el pasillo y no dejas pasar a la gente”. Ese señor y su grupo de amigos llevaban tres horas bebiendo y fumando en el evento, cuando la gente les decía amablemente que el humo de su cigarro molestaba, que por favor lo apagaran, contestaban con burlas y seguían fumando. Además, para ver desde mayor altura, se sentaron sobre el pasillo, entorpeciendo el paso de la gente aun cuando el staff les solicitó varias veces que regresaran a su asiento. Es una pena que a quienes vi ser directamente agresivos y groseros fue justo a los defensores de la lidia, supongo que se sentían es su espacio y con derecho de tener esa actitud.

Lo cierto, es que el público que acudió a ver una ópera, también tenía el derecho de mostrar su inconformidad ante la lidia del toro que nada aportaba a la obra. Sin mencionar que los subtítulos de la ópera ya tenían unas faltas de ortografía bastante ofensivas, que la iluminación fue pésima y que tuvieron el gran error de no dar guía de mano para el evento, la Secretaría de Cultura de San Luis Potosí a través del Festival de Ópera San Luis y Concurso de Canto Linus Lerner en su evento Carmen – 3er Festival de Ópera San Luis debe una explicación a quienes como yo, compramos un boleto para ópera y presenciamos una lidia de toro, además de que nos vimos envueltos en un ambiente de agresión, violencia e incomodidad por el enfrentamiento entre los asistentes de ambos bandos“.

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