CAJA NEGRA

Lo que distingue al Nuevo León del Bronco del San Luis de Carreras.

 

En Nuevo León las cosas van en serio, a diferencia de San Luis Potosí donde solo se habla y se promete. El gobernador Jaime Rodríguez Calderón clausuró la Casa de Gobierno en la ciudad de Monterrey. Su renta costaba 400 mil pesos al mes. En San Luis Potosí, mantener la Casa de Gobernadores cuesta dos millones de pesos anuales, solamente en la nómina del personal que atiende a la familia del gobernador.

En Nuevo León, al cerrarse la Casa de Gobierno se ahorran recursos y en San Luis, el gasto anual de alimentación en la Casa de Gobernadores en 2014 fue de 635 mil pesos, mientras que el mantenimiento de ese inmueble costó dos millones 866 mil pesos.

 

En un estado las cosas se hacen y en San Luis Potosí el gobierno se hace…

 

En Nuevo León, el gobernador ordenó una auditoría inmediata a toda la administración estatal a fin de identificar el origen y destino de recursos por 100 mil millones de pesos ejercidos por la administración anterior. En San Luis Potosí ni se audita, ni se revisa y vamos, ni siquiera se atreven a pensar mal del ex gobernador Toranzo. Todo bien, todo en orden, todo sin problemas.

En Nuevo León, el primer acto de gobierno fue el de suspender al proyecto hidráulico Monterrey VI habida cuenta de que todo indica que detrás de éste hay un gigantesco acto de corrupción. En San Luis Potosí se continúan con las obras y proyectos inconclusos de la anterior administración, incluso, con el bulevar Santiago que llevan más de seis años en construcción y que ha triplicado ya su costo.

Cada estado con el gobierno que eligió, ya sea uno que llegue destapando la cloaca aunque se apeste todo u otro, como el de San Luis protector y desmemoriado acerca de su antecesor.

Mientras que en Nuevo León se revisa con lupa y con la ley en la mano la deuda pública, en San Luis Potosí se planea reestructurarla con la notoria intención de hacer olvidar que con Toranzo, la deuda llegó a los cinco mil millones de pesos.

Es cuestión no de estilos de gobernar, sino de responsabilidad a la hora de cumplir con lo que se promete.

 

En Nuevo León, el gobernador llegó revisando la nómina y al verla más obesa que un luchador de sumo, de inmediato ordenó depurarla y eso es lo que ya están haciendo, pero en San Luis Potosí el gobernador Carreras se hace de la vista gorda de que en la administración de Toranzo se incrementaron la nómina y los tabuladores. Es del conocimiento público que los colaboradores próximos a Toranzo dejaron con base a sus amigos y familiares. Lo dicho, en un estado se gobierna y en San Luis se solapa, se encubre, se protege, se da impunidad.

Mejor ahí le dejamos, son tan diferente los gobiernos de Nuevo León y San Luis que corremos el peligro de que como potosinos nos pongamos a llorar.

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