¿Quién no se lo ha preguntado alguna vez? ¿En que piensan los perros? Estar sentado en el sofá y darnos cuenta de que nuestro perro nos está mirando con su mirada inquieta, sincera y amable… ¿qué es lo que querrá, qué estará pensando? Está claro que sus razonamientos no van a ser especialmente complejos o profundos, no estará preocupado por no encontrar un trabajo acorde a sus capacidades ni se enfadará con nosotros porque no le permitimos ver su programa favorito. Seguramente, y dada la habitual nobleza de nuestras mascotas, se estará preguntando por qué seguimos sentados en el sofá siendo que en el exterior hace un día espléndido para salir a pasear, o tal vez nos increpe en silencio que ha llegado la hora de comer y aún no le hemos preparado su plato…
Y es que hay una cosa que está clara, adoramos a nuestras mascotas, tienen un lugar distinguido en nuestros hogares y nos preocupamos por su bienestar continuamente: los llevamos regularmente al veterinario, les compramos sus juguetes, sus snacks de premio, e incluso pedimos cita para que acudan a las peluquerías caninas ¿Qué más les falta? ¿Un traductor para entender su idioma? ¿Un sensor para leer sus pensamientos? No te preocupes, si te interesan estas cosas no hay problema… acaban de inventarlas.
¿Cómo saber lo que piensa tu perro?
Sin lugar a dudas este pequeño dispositivo riza el rizo en materia de curiosidades. Queda en la libertad de cada uno el asumir su veracidad o no, pero parece que no existe límite en la imaginación del hombre y su ansiedad por dominar no solo el mundo de la ciencia, también la dimensión del pensamiento. ¿Por qué no empezar entonces creando un dispositivo para traducir lo qué piensa nuestro perro? “No more Woof”, una firma americana nos presenta tres novedosos artefactos para leer el pensamiento de nuestras mascotas, tres sensores que podemos colocar en la cabeza de nuestros animales (los de cuatro patas), y sencillamente aguardar a que nos traduzca (en inglés, eso sí) qué desea o qué le ocurre.
Hay tres modelos que oscilan entre los 65 dólares y los 1200 dólares. El primero, como no, es el modelo estándar que nos permite distinguir tres patrones de pensamiento. Obviamente y tratándose de nuestro perro seguramente se limite a tres dimensiones básicas: “tengo hambre”, “Estoy cansado”, o “¿Qué es eso? (es decir, curiosidad)”.
El segundo sensor es un poquito más afinado: puede funcionar con muchos tipos de razas caninas y nos permite actualizar el software mediante su conexión a Internet. Es un modelo más pequeño y con muchas más funciones.
El tercer modelo, cómo no, es el la crema de la exquisitez y la originalidad ¿Qué nos permite? Absolutamente de todo: lleva altavoces instalados para traducir y escuchar lo que piensa nuestro perro, podemos pedirlo incluso bañado en oro o en el color que deseemos, sus algoritmos son más complejos y nos permitirá poder tener acceso a pensamientos un poco más afinados, como por ejemplo “Tengo hambre, pero esto que me han puesto es asqueroso”. Si te interesa esta opción sabes que deberás reembolsar una cantidad de 1200o euros. Nada del otro mundo si de verdad te interesa saber qué tiene en la mente ese compañero peludo, que se sienta a tu lado cada día para ver la televisión.
La empresa afirma que están desarrollando la tecnología de sus sensores para poder aplicarla a otros animales, como por ejemplo los delfines. Solo falta ver cómo avanza esta primera entrada en el mundo canino, así que…ya sabes, si todavía no eres capaz de saber o adivinar lo que tu perro está pensando, tienes a tu disposición esta curiosísima opción.
Si quieres más información de este Gadget puedes consultar su web: http://www.nomorewoof.com/