Por Victoriano Martínez
Si viaja a Rioverde por la carretera 70, a la altura del kilómetro 45 se percatará de que inicia la Sierra de Álvarez, decretada como Zona de Protección Forestal y Refugio de la Fauna Silvestre desde el 7 de abril de 1981. Antes de terminar el recorrido, se habrá percatado de la desprotección en la que se encuentra.
De entrada, resulta inverosímil encontrarse prácticamente en el centro del Área Natural Protegida (ANP) una explotación de la piedra caliza con una gigantesca planta de la empresa Cal Química de México, SA. de CV.
A lo largo del recorrido podrá ver accesos a campings y residencias de alta gama que en más de una ocasión los activistas ecologistas han denunciado por atentar contra la presunta protección ecológica al edificarse sin ninguna restricción y contar incluso con canchas de tenis, albercas y de grandes espacios en las zonas más boscosas.
Pedro Nájera Quezada, agroecólogo, ha hecho notar el trato diferenciado por parte de las autoridades ambientales al limitar diferentes actividades a los ejidatarios y comuneros que habitan la zona, en tanto son permisivos con los propietarios de áreas privadas y, en especial, con la Calera.
Si bien las omisiones de las autoridades ambientales han permitido que se atente contra la preservación de la Sierra de San Miguelito, también por acción han alentado ese daño ecológico.
El 13 de junio de 1995, durante el gobierno de Ernesto Zedillo, el desaparecido Instituto Nacional de Ecología, encabezado por Gabriel Quadri de la Torre, le otorgó a la Calera una autorización en materia de Impacto Ambiental para el Proyecto “Explotación de la Cantera del Cerro Tata Gómez para la Extracción de Piedra Caliza y Ampliación de la Planta de Calcinación” ubicadas en el Municipio Villa de Zaragoza.
Aunque en esa autorización se determinaron los problemas ambientales que presentaba el proyecto en la zona y se establecieron ciertas condicionantes que la empresa estaría obligada a cumplir, no se conocen constancias sobre el seguimiento que se les dio.
Durante el gobierno estatal de Fernando Silva Nieto, el 11 de mayo del año 2000, la entonces Secretaría de Desarrollo Urbano y Comunicaciones y Obras Públicas le otorgó a la Calera una licencia estatal de uso de suelo.
Dos autorizaciones que avalan la operación de la Calera que se otorgaron a pesar de que la zona ya había sido declarada área natural protegida 14 años antes en el primer caso y 19 años en el segundo.
En el año 2000, el 7 de junio, se dio una acción que pudo ser una segunda oportunidad para dar una real protección a la Sierra de Álvarez: mediante un acuerdo se le recategorizó como Área de Protección de Flora y Fauna “Sierra de Álvarez”. No obstante, la medida no repercutió en que se establecieran lineamientos de uso y su programa de manejo.
A 44 años, la omisión sobre la elaboración del plan de manejo para la Sierra de Álvarez ha sido la constante. Sin embargo, en el aspecto normativo una vía para reforzar la protección e impulsar su plan de manejo fue tomado por la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión mediante un punto de acuerdo.
El 7 de julio de 2017, los diputados federales aprobaron un punto de acuerdo para exhortar a los gobiernos federal y estatal para que actualizaran la declaratoria de ANP para la Sierra de Álvarez conforme a la actual Ley General del Equilibrio Ecológico, propuesto por la diputada potosina María de los Ángeles Rodríguez Aguirre.
Ni el gobierno de Enrique Peña Nieto ni el de Juan Manuel Carreras López reaccionaron ante el exhorto. En el caso del gobernador potosino, su desinterés en la protección de la Sierra de Álvarez quedó manifiesto cuando no dio respuesta a una solicitud para que promoviera el plan de manejo acompañada por 14 mil 54 firmas.
En 2018, se conoció un proyecto de plan de manejo elaborado por parte del subdirector encargado del ANP, Oscar Flores Sosa, tan mal elaborado que daba todas las ventajas a la Calera y le imponía restricciones a los habitantes hasta para cortar leña, sacar tierra o tener ganado de chivos y borregos.
“Yo le pregunté: ¿entonces hasta cuándo van a parar la Calera?, y respondió que hasta que ya no tengan material para trabajar. Pues será hasta que se acabe la Sierra de Álvarez porque ahí todo es roca caliza … entonces eso es lo que están esperando”, expresó Francisco Romero Tristán, integrante de Pro San Luis Ecológico.
Tras 26 años de gobiernos priístas, 12 de gobiernos panistas y seis y medio de gobiernos morenistas en el ámbito federal, y 34 años de gobiernos estatales priístas, seis años de uno panista y casi cuatro años de uno falsamente ecologista, la protección al ANP por parte de la autoridad ha sido nula… quizá en espera de que se acabe la Sierra de Álvarez.