María Ruiz
A pesar del compromiso, la entrega y la rápida respuesta del H. Cuerpo de Bomberos durante las recientes precipitaciones en la zona metropolitana, la falta de recursos aún es el mayor obstáculo para atender emergencias de manera oportuna y segura, advirtió el comandante Adolfo Benavente Duque.
“Seguimos batallando todos los días. Nuestro parque vehicular está agotado. Hay unidades con más de 15 años en servicio, ya no dan más”, señaló.
En plena temporada de lluvias, donde los riesgos por inundaciones, árboles colapsados y rescates se incrementan, tener unidades y herramientas en buen estado puede marcar la diferencia entre una respuesta eficaz y una tragedia.
Benavente detalló que han presentado una propuesta de presupuesto estimada en 43 millones de pesos, cantidad que permitiría renovar gran parte de la operación del cuerpo. Este monto incluiría cinco unidades de ataque rápido, dos camiones cisterna, dos camiones de bomberos de gran capacidad y de protección personal para el personal operativo. Además de herramientas de rescate como motosierras, boquillas y mangueras y el urgente restablecimiento del sistema de radiocomunicación, dañado recientemente por la caída de un rayo.
“Si Santa Claus nos concede esos 43 millones, el Cuerpo de Bomberos estaría al día y con la capacidad suficiente para proteger a la ciudadanía con toda seguridad”, dijo con ironía el comandante, quién hizo énfasis en lo urgente que es atender esta necesidad desde las instancias correspondientes.
El Patronato del Cuerpo de Bomberos ya ha iniciado gestiones y, según informó Benavente, podrían recibir una unidad nueva en las próximas dos semanas.
Además, el alcalde de la capital, Enrique Galindo Ceballos, se comprometió a apoyar con otra unidad. Sin embargo, el comandante subrayó que eso apenas cubre una fracción del total necesario.
“Necesitamos al menos cinco unidades para operar de forma segura y efectiva. Ahorita, muchas de nuestras unidades ya no deberían estar en servicio. Entrar con vehículos viejos a zonas encharcadas o con calles colapsadas es poner en riesgo tanto a nuestros elementos como a la gente que vamos a ayudar”, explicó.
El comandante también remarcó que, más allá de los vehículos, hacen falta recursos para mejorar el estado laboral de los bomberos, renovar equipo personal y fortalecer la infraestructura del cuartel, afectado por fenómenos como bajones de luz o condiciones climáticas extremas.
“El trabajo no para, pero sí se hace más difícil. La ciudadanía responde y confía en nosotros, pero también necesitamos el respaldo de las autoridades con inversión real, no solo reconocimiento”, concluyó.
