María Ruiz
San Luis Potosí refleja graves áreas de oportunidad en materia de educación al interior de los Centros de Reinserción Social (Cereso), según revela el más reciente Informe de Autoevaluación Trimestral 2025, del Instituto Nacional para la Educación de los Adultos.
Los datos muestran un estancamiento alarmante en los niveles más básicos de instrucción, lo que deja en evidencia un sistema que, lejos de garantizar el derecho a la educación, perpetúa la exclusión dentro de los espacios de reclusión.
De acuerdo con el informe, entre enero y marzo de este año no se logró ningún avance en los programas de alfabetización en los siete centros de reclusión existentes en el estado.
La meta anual para alfabetización era de al menos cinco internos alfabetizados entre todos estos espacios, y para nivel primaria se proyectaba a 166 personas beneficiadas. Sin embargo, en ambos casos el logro acumulado es de cero.
En el nivel secundaria, aunque hay una leve mejoría, los resultados aún son bajos, pues tan solo 16 internos han completado este ciclo de un total de 50 proyectados, lo que representa apenas un 32 por ciento de cumplimiento.
Estos datos cuantitativos reflejan un rezago crítico, pero también exponen una tendencia de inactividad prolongada en el cumplimiento de metas educativas dentro del sistema penitenciario potosino.
El informe también detalla diversas problemáticas estructurales que obstaculizan el desarrollo educativo en estos centros. La falta de conectividad, el uso de equipos tecnológicos obsoletos y la escasez de material impreso son factores que limitan severamente el acceso a herramientas de aprendizaje, especialmente para programas de alfabetización y secundaria.
A ello se suma una preocupante baja participación de los internos, alimentada por la ausencia de incentivos reales, la escasa percepción de utilidad de los estudios en contextos de encierro, y un seguimiento institucional débil.
Además, los procesos administrativos rígidos, la falta de coordinación entre instituciones y la movilidad constante de los internos dificultan todavía más la continuidad y efectividad de los programas educativos.
Pese al diagnóstico sombrío, el informe también señala oportunidades claras de mejora. Se propone actualizar la infraestructura tecnológica, implementar incentivos tangibles para la participación estudiantil, fortalecer la colaboración interinstitucional con universidades y organizaciones civiles, y diseñar programas formativos más flexibles y adaptados a la dinámica penitenciaria.
Asimismo, se subraya la necesidad de establecer mecanismos de evaluación rigurosos para asegurar que los internos realmente accedan y se mantengan en los programas educativos.
En su reflexión final, el documento advierte que sin una transformación sustancial en la forma de implementar y dar seguimiento a las estrategias educativas en Ceresos, San Luis Potosí continuará mostrando un bajo desempeño en este rubro, lo que afecta no solo el derecho a la educación de los internos, sino también las posibilidades reales de reinserción social efectiva.