Antonio González Vázquez
La gradual descomposición panista que data de al menos una década, agregó ayer un episodio más a su evidente decadencia. Tan bajo han caído en Acción Nacional que ahora se festina que en menos de cuatro años han elegido tres veces a su dirigencia estatal.
De eso se ufanó Verónica Rodríguez Hernández: de ser la primera mujer electa tres veces como presidenta de su partido.
Lo que le parece inédito, histórico y sin parangón es en realidad una muestra de lo torcido que está la política en el PAN: una farsa presentada como proeza.
Repasemos.
En elección abierta al padrón de militantes del blanquiazul, el 11 de diciembre de 2022, Verónica Rodríguez fue electa presidenta del Comité Directivo Estatal del Partido Acción Nacional.
Aquella vez presumía con orgullo ser la primera mujer en dirigir al partido en la entidad.
En ese proceso, la ex regidora capitalina era señalada como la “candidata oficial” por contar con el padrinazgo del dirigente saliente Juan Francisco Aguilar Hernández, del diputado federal Xavier Azuara Zúñiga y del candidato a la gubernatura y ex alcalde César Octavio Pedroza Gaitán.
Su triunfo envuelto en el escándalo por el cúmulo de irregularidades como la compra de votos, motivó la renuncia al PAN de su contendiente, Josefina Salazar Báez, a quien le siguieron otros liderazgos como el del senador Marco Antonio Gama Basarte, así como militantes de todo el estado.
Capeó el temporal y luego, al asentarse en la dirigencia ya sin críticas de por medio, rompió con Xavier Azuara y Juan Francisco Aguilar para construir una estructura propia en los comités municipales, así como en el Consejo Político, con el propósito de adueñarse del partido.
En 2024, a meses de concluir su primer período en la dirigencia, desde la presidencia del Comité Directivo Estatal logró la postulación al Senado de la República. Aunque perdió de calle con la candidata de la Gallardía, Ruth Miriam González Silva, la panista alcanzó el escaño de primera minoría.
Tras la estrepitosa derrota panista en las elecciones locales y federales, Rodríguez Hernández consideró que el fracaso electoral no era óbice a sus ambiciones, así que decidió buscar la reelección.
Para ello, contaba con el invaluable y contundente respaldo del Comité Ejecutivo Nacional del PAN, que controlan Jorge Romero Herrera y Marko Cortés Mendoza.
Bajo la sospecha de que todo estaba arreglado, la elección interna se llevó a cabo el 8 de diciembre de 2024, pues se había decidido que en San Luis Potosí la presidencia sería para una mujer y que se definiría a través de una sesión del Consejo Estatal, evidentemente controlado por la dirigencia de Rodríguez Hernández.
Su contrincante y otrora aliada, Lidia Argüello Acosta había denunciado irregularidades graves en torno a la decisión de los comités municipales respecto a optar por el “método extraordinario” seleccionado.
Pese al previsible escenario de una derrota, participó para enseguida recurrir con medios de impugnación ante el Tribunal Electoral del Estado, donde en febrero pasado le dieron la razón y fue anulado el proceso.
La presidenta del blanquiazul impugnó la resolución ante la Sala Monterrey del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación que confirmó la resolución de la instancia local y ordenó reponer el proceso de selección del método de elección: abierto a la militancia o cerrado al Consejo Estatal.
Se determinó el “método extraordinario” y el Comité Nacional emitió convocatoria para repetir el proceso el 15 de junio.
En ese contexto, Argüello Acosta denunció que de nuevo se cometieron muchas irregularidades y que se había forzado e incluso comprado los votos en los comités, así que tomó la delicada decisión de no volver a contender.
En señal de protesta, abrió un período de retiro de su actividad política como militante en el PAN. Es decir, se trata de una militancia pasiva ante una dirigencia autoritaria.
Llegó la fecha de registro de aspirantes y únicamente se presentó Verónica Rodríguez que llevó como testigo de honor al alcalde capitalino Enrique Francisco Galindo Ceballos, principal interesado en la reelección de la panista.
El edil sueña con la candidatura a la gubernatura en el 2027 y con la dos veces reelecta presidenta del partido la tiene asegurada.
No es casual que Argüello Acosta haya denunciado que se ofrecieron cargos en el ayuntamiento a panistas que dieron su aprobación por la elección cerrada.
En plena decadencia, en el PAN ayer culminó la segunda reelección y con ello sumó tres capítulos de imposición blanquiazul en los últimos años.
Candidata única, sin oponente; lejos de la autocrítica y aferrada a la ridícula convocatoria a una unidad inexistente; sin estrategia para confrontar a la Gallardía; electa en una asamblea de incondicionales y muy lejos de la militancia.
Vencedora por unanimidad de los 79 consejeros asistentes a la asamblea. Todos votaron por ella y lo habrían hecho, aunque hubiera otra opción enfrente. En la víspera del remedo de elección, la senadora se jactaba de contar con el apoyo del 90 por ciento de las y los consejeros.
Como si eso fuese motivo de orgullo, tras ser electa afirmó que “hoy me convierto en la primera mujer votada y electa tres veces como presidenta del Comité Estatal”.
Es un partido decadente que envió al basurero sus principios y valores que le dieron origen hace 85 años.
Mis apuntes
Vaya desvergüenza. Pablo Sergio Aispuru Cárdenas, Vocal Ejecutivo del Instituto Nacional Electoral (INE) en San Luis Potosí, es un burócrata de la elite dorada de ese organismo desde el ya lejano 2007. De esa larga trayectoria, por tres lustros ha encallado en la titularidad de la Vocalía en el estado y durante 3 años ejerció el mismo cargo en el estado de Morelos. 18 años al amparo del presupuesto electoral no está nada mal. Pues bien, once días después de celebrada la elección de personas juzgadoras en la entidad, con desfachatez indignante admitió que hubo intervención de partidos políticos y recitó algunas de las presuntas irregularidades. “Vimos promoción, acordeones, carruseles, boletas planchadas”, lo que le llevó a deducir doctamente que “todo indica que hubo intervención de fuerzas políticas”. Candorosamente, sugirió desde su púlpito: “vámonos respetando”.
¿Y la medalla Profe? A un mes de la ceremonia de entrega de reconocimientos a maestras y maestros que cumplieron 40 años de servicio en la docencia, la Secretaría de Educación de Gobierno del Estado aún no ha entregado en su totalidad la medalla al mérito “Ignacio Manuel Altamirano”. El día 15 de mayo en el marco del evento oficial por el Día del Maestro, las y los docentes galardonados no recibieron la presea y en el colmo tampoco, el reconocimiento económico acordado y que era de 20 mil pesos. Les entregaron 11 mil 900 pesos. Pero eso no fue lo que más indignó a las y los maestros, sino el hecho de no haber recibido la medalla de 18 kilates que otorga el gobierno federal a través de la Secretaría de Educación Pública. Una semana después de la ceremonia, la SEGE los convocó por mensaje WhatsApp que ya podían pasar por su presea a las instalaciones del SEER, pero da el caso que según versión de maestros que laboran en la SEGE, el trámite aún no concluye. Esta sí que es una sonora burla con gallardía al magisterio.
Nepotismo según papá Gallardo. El pasado jueves en el municipio de Ciudad Valles, el diputado federal plurinominal Ricardo Gallardo Juárez, rechazó que la figura constitucional contra el nepotismo le afecte al Partido Verde Ecologista de México, al aventurar que “yo creo quien vaya y si gana, vaya quien vaya y si gana, es porque la ciudadanía así lo decidieron, que esto quede bien claro: a eso no le puedes llamar nepotismo.” En esa definición acomodaticia, el papá del gobernador José Ricardo Gallardo Cardona, dijo estar listo para lo que su partido disponga respecto de alguna candidatura.
Las opiniones aquí expresadas son responsabilidad del autor y no necesariamente representan la postura de Astrolabio.
Es Licenciado en Ciencias de la Comunicación por la Universidad Autónoma de San Luis Potosí. Ha sido docente de la Facultad de Ciencias de la Comunicación durante 25 años. Además, durante 30 años se ha desempeñado como periodista en medios como El Heraldo, El Mañana de Ciudad Valles, Pulso, Milenio San Luis, Diario Digital San Luis, Librevía, La Jornada, Global Media y actualmente en Astrolabio Diario Digital y Periodismo Político.com. También ha sido corresponsal de medios nacionales como Agencia de noticias Notimex, La Jornada y Milenio.
