Por Victoriano Martínez
El grupo empresarial encabezado por Ricardo Salina Pliego que promueve el proyecto extractivista que amenaza al Ejido Corcovada, en Villa Hidalgo, lo volvió a intentar. Este domingo 29 de junio en asamblea ejidal pretendieron modificar el reglamento interno para hacer posibilitar la renta de las 426 hectáreas que buscan explotar.
Los abogados de la empresa CEMAT Construction lograron que el Comisariado Ejidal emitiera una primera convocatoria para realizar la asamblea el 15 de junio y este domingo finalmente se llevó a cabo en segunda convocatoria.
Desde la primera convocatoria, publicada el 5 de junio, se estableció como quinto punto del orden del día un informe sobre la demanda ante la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa), y en el punto sexto, el seguimiento de la actualización al reglamento interno.
La actualización del reglamento interno de inmediato puso en alerta a los defensores del territorio, y para el 12 de junio lograron una reunión en la representación estatal de la Procuraduría Agraria para exponer la situación y solicitar tener acceso al proyecto de modificación.
“Sabemos que ellos tienen la intención impulsar un contrato de renta en asuntos generales, no lo están manejando en el orden del día porque saben lo que van a provocar, lo que quieren es usar su supuesta mayoría y sacar una renta”, les advirtieron los ejidatarios a los representantes de la autoridad agraria.
Se trata de un segundo intento por parte del grupo de Salinas Pliego por apropiarse de parte del territorio de Corcovada, luego de que el pasado 18 de mayo la asamblea no sólo rechazó venderles las tierras, sino que las autoridades agrarias les indicaron la imposibilidad de hacerlo y les dieron su apoyo para evitar que fueran despojados.
Para el 26 de mayo, en gira por Villa Hidalgo, la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo tuvo un acercamiento con habitantes de Corcovada al final del acto masivo con breves conversaciones con las distintas personas que asistieron al evento.
“Claudia Sheimbaum se acercó hacia nosotros, yo en lo personal le dije Corcovada no se vende y me dijo Corcovada no está en venta”, relató una de las asistentes luego de que se retiró Sheinbaum Pardo.
Con ese apoyo, y a pesar de él, los Guardianes de la Sierra de San Miguelito recomendaron a los ejidatarios de Corcovada no bajar la guardia ante nuevos embates legaloides por parte de los empresarios que pretenden explotar sus tierras.
Incluso han advertido sobre la intervención, con cierto grado de desesperación, por parte del gobernador Ricardo Gallardo Cardona, quien se ha puesto del lado del intento de depredación ecológica empresarial, al pretender utilizar al Tribunal Unitario Agrario en el Estado como herramienta de control político.
“El asunto ya fue encargado por el Gobierno del Estado, pues hay un funcionario de alto nivel del Tribunal que actúa como empleado del despacho del secretario general de Gobierno, si ahí llega algo para defender Corcovada, van a operar en contra”, advirtieron con relación al secretario de acuerdos, Uziel Eglé Arriaga Badillo, quien además fue candidato a magistrado del Poder Judicial del Estado.
El intento de modificar el reglamento para posibilitar la renta de las 426 hectáreas por un lado confirma la advertencia de los Guardianes, en tanto que la reacción por parte de la Procuraduría Agraria reafirma el apoyo del gobierno federal a la protección del territorio ejidal.
“El reglamento debe ser analizado y discutido, además deben darle vista a la Procuraduría Agraria para su revisión y esperar que el Registro Agrario Nacional valide que se encuentra apegado a la ley”, les expusieron a los ejidatarios los representantes de la Procuraduría Agraria, en una situación similar a la que se dio el 18 de mayo, cuando les advirtieron la imposibilidad de la venta.
El apoyo a la defensa del territorio quedará confirmado esta misma semana, cuando los ejidatarios de Corcovada serán recibidos por Víctor Suárez Carrera, procurador Agrario Nacional, y otros funcionarios federales del sector.
Hasta ahora se han frenado dos intentos por apropiarse del territorio de Corcovada por parte de CEMAT Construction que podrían parecer suficientes para dejar claro el freno a la depredación extractivista, pero ¿realmente será el último?