CEDH: “control de daños” que la vuelve menos confiable

Por Victoriano Martínez

Todo indica que la Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDH) tiene claras algunas prioridades –y no sólo propias– de manera que logra combinaciones que le permiten alcanzarlas.

Por un lado, de un tiempo la fecha ha dado muestras de que la preferencia que conforme a la Ley le debe dar a las víctimas no está del todo entre sus prioridades, sino que más bien –si se trata de víctimas a quienes les ha fallado o que, desesperadas, le exigen atención y resultados– le resulta prioritario encontrar la forma de evadir encontrarse con ellas.

Si esas víctimas se han organizado y no sólo exhiben la falta de atención por parte de la CEDH, sino que hacen esfuerzos por realizar el trabajo que el organismo autónomo no realiza, crece la prioridad por evitar tener alguna relación con ellas, especialmente en reuniones de trabajo formales.

El 14 de junio, el colectivo Voz y Dignidad por los Nuestros S.L.P. A.C., le presentó a la CEDH un “informe sombra” que documenta, con cifras oficiales, testimonios de víctimas y un análisis territorial exhaustivo, la grave crisis de desapariciones que atraviesa San Luis Potosí.

Un documento que, desde el esfuerzo de las víctimas, busca avanzar en llenar el vacío que la CEDH ha dejado sin atender desde 2019, cuando se comprometió a realizar un informe sobre la situación de los desaparecidos en el Estado, y es fecha en que aún no lo concluye… si es que ha avanzado en su realización.

La presentación estuvo acompañada de una manifestación en la que, por segunda vez intervinieron las paredes del edificio sobre las que escribieron los nombres de sus familiares desaparecidos, acompañados de fechas y consignas, y la advertencia de que, si los volvían a borrar, los volverían a escribir.

Sí, en una protesta anterior la CEDH mostró otra de sus prioridades: que las huellas de la existencia de víctimas, esas a quienes debe dar preferencia por ley, no queden proyectadas como una mancha a su imagen, ni siquiera en su edificio.

De manera que la CEDH tiene razones para tener como prioridad el evitar trato con esas víctimas que sólo exhiben su escaso compromiso con ellas.

Más aún, la CEDH tiene claras las prioridades de ese grupo en particular y, con alevosía y ventaja, las aprovechó para lograr que no estuvieran presentes en una mesa de trabajo en la que tendrían que ser participantes preferentes.

Sí, la CEDH programó la “Primera Mesa de Trabajo sobre la Situación de los Derechos Humanos de las Personas Desaparecidas y sus Familiares”, para el pasado 26 de junio, cuando sabía que Voz y Dignidad por los Nuestros tenía programada en la misma fecha y hora una reunión con la Cruz Roja Internacional y colectivos del Bajío.

La CEDH tenía claro que entre las dos reuniones, para Voz y Dignidad con los Nuestros tenía prioridad el otro encuentro, así que los funcionarios del organismo tenían garantizado no encontrarse con quienes tanto los han exhibido. Escoger entre reunirse con esos funcionarios o participar en el taller con la Cruz Roja Internacional en la UASLP, tenía una salida obvia.

“Taller con la Cruz Roja Internacional en la UASLP, en una dinámica muy distinta a lo que hemos llevado, alimentando nuestros conocimientos y asumiendo errores que podemos ir mejorando y construyendo lo que tanto ocupamos en el día a día en busca de los nuestros”, así describió la actividad Voz y Dignidad por los Nuestros en su página de Facebook.

Un contraste con la publicación en la misma red por parte de la CEDH, que presume su reunión con los colectivos ilustrada con una fotografía de su edificio libre de intervenciones, que el colectivo califica como “fachada falsa” y publica la fotografía del edificio con las pintas.

Tan mala resulta la estrategia de la CEDH para presuntamente cuidar su imagen con acciones de “control de daños” que a la larga se le revierten y dan pie a que para las víctimas, y para la sociedad en general, quede como una institución poco confiable.