Por Edgardo Pérez Alvelais
Históricamente, el poder de los gobiernos locales y quienes lo detentan en San Luis Potosí, en gran medida, proviene del centro. En el sistema del PRI-gobierno así fue, continuó en los dos sexenios panistas y, actualmente, es igual en el periodo de la 4T que comenzó con AMLO y continúa con Claudia Sheinbaum.
En la civilización mexica, un tlatoani era el gobernante principal de un altepetl (ciudad-estado). La palabra proviene del náhuatl y significa “el que habla” reflejando su papel como líder y figura central en la toma de decisiones y la administración de justicia. Los tlatoanis tenían funciones militares, religiosas y políticas. Su cargo se obtenía a través de un proceso de sucesión dentro de una dinastía gobernante, a menudo con la participación de un consejo de nobles.
Cuando un tlatoani gobernaba sobre varias ciudades-estado, como en el caso de la Triple Alianza (Tenochtitlán, Texcoco y Tlacopan), recibía el título de “Huey Tlatoani”, que significa “gran orador” o “gran gobernante”. Tal esquema del poder central no cambió con la caída de Tenochtitlán hace 503 años. Fue el 13 de agosto de 1521 cuando la ciudad capital del imperio mexica cayó ante las fuerzas de Hernán Cortés y sus aliados indígenas.
En la Nueva España, el poder estaba organizado jerárquicamente con el rey de España en la cúspide, seguido por el virrey, quien era su representante directo en el territorio. Además, existían otras autoridades como las audiencias, los gobernadores de provincias y los cabildos o ayuntamientos que administraban diferentes niveles territoriales y funciones.
El sistema político mexicano perpetuó la concentración del poder, las formas verticales y los controles. La Independencia, la Reforma y la Revolución no cambiaron dicho esquema y el mismo periodo postrevolucionario lo consolidó teniendo al presidente como figura central del poder supremo.
El término “postrevolucionario” en México se refiere al período histórico que siguió a la Revolución Mexicana, específicamente después de la promulgación de la Constitución de 1917 y el fin de las luchas entre facciones revolucionarias. Este periodo se caracterizó por la reconstrucción del país, la consolidación del poder central, la implementación de nuevas formas políticas y ritos del poder como el famoso “besamanos” de los informes presidenciales que viene desde la época de Porfirio Díaz.
En la real politik y en el imaginario colectivo sigue vigente la concepción de que “en el sistema político mexicano no se mueve nada sin el presidente” -ahora presidenta con a-, que refleja una percepción común sobre el presidencialismo en México, donde el -ahora la- titular del Ejecutivo, históricamente ha concentrado un gran poder. Si bien el sistema ha evolucionado, la figura presidencial sigue teniendo una influencia significativa en la toma de decisiones políticas y en la agenda nacional.
El crecimiento del movimiento opositor del Dr. Salvador Nava Martínez contra el cacique Gonzalo N. Santos no hubiese crecido sin el apoyo de Adolfo López Mateos que era vasconcelista y enemigo del alazán tostado; Antonio Rocha Cordero no hubiese sido gobernador potosino sin la anuencia de Gustavo Díaz Ordaz que compensó a su exprocurador general de la República luego del dedazo a favor de Luis Echeverría Álvarez que fue designado candidato presidencial y palomeó a Guillermo Fonseca Álvarez quien fue su coordinador de campaña en San Luis Potosí.
Sin el visto bueno de José López Portillo, el profesor y licenciado Carlos Jonguitud Barrios, que ostentaba el liderazgo del SNTE, el sindicato más grande y poderoso de América Latina, no habría llegado al poder del Gran Tunal. Su sucesor, Florencio Salazar Martínez, se peleó con Jonguitud, y lo tumbaron de la silla gubernamental luego de que le armaron la quema del palacio municipal y la golpiza del primero de enero de 1986 que le dio la vuelta al mundo.
Miguel de la Madrid favoreció al ministro de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, Leopoldino Ortiz Santos, su amigo personal, y lo mandó de gobernador interino premiándolo por sus servicios al nunca juzgar a los famosos sacadólares del país. Carlos Salinas de Gortari sacrificó al echeverrista Fausto Zapata Loredo a quien ordenó renunciar como gobernador de San Luis Potosí e impuso a su mentor Gonzalo Martínez Corbalá. En una negociación con el Dr. Nava, Salinas impuso al yerno del famoso oftalmólogo: Horacio Sánchez Unzueta.
El maquiavélico Tribilín -como le decían a Horacio- le comió el mandado a Juan Ramiro Robledo Ruiz que ya se sentía gobernador e impuso a su compadre Fernando Silva Nieto. Ernesto Zedillo Ponce de León puso en la silla presidencial a Vicente Fox y éste a Marcelo de los Santos que fue su mariscal en la organización “Los Amigos de Fox”. Enrique Peña Nieto autorizó la candidatura de Fernando Toranzo Fernández que llegó al poder ante el pleito de Marcelo con Alejandro Zapata Perogordo.
Luego el comisario de Unicrer se arrepintió de haber apoyado a “Flanders” y de mandado al al carajo a “la Pispis”, pero ya era demasiado tarde. Toranzo, que fue su secretario de Salud, lo comenzó a procesar para meterlo al bote pero solo lo hizo con la jefa de prensa del exmandatario panista.
Sin el apoyo de AMLO, Ricardo Gallardo Cardona no hubiese llegado a ser gobernador de San Luis Potosí. Tampoco sin la anuencia de la presidenta Claudia Sheinbaum, quien tiene una fuerte alianza por la gobernanza del país con el Partido Verde, el proyecto transexenal del Pollo tendría futuro y éxito en el 2027. Como hemos analizado, la tlatoani decidirá el futuro político de la entidad, ya sea a favor de Ruth González Silva o, en caso extremo, de Ricardo Gallardo Juárez. Siempre fue así y así seguirá siéndolo. Guste o no a tirios y troyanos, así será decidido desde el centro como en tiempos remotos.
Simultáneas
- Tanque de oxígeno puro. Dice Maquiavelo que en política la fortuna (suerte) tiene un gran peso. Cuando Xavi Nava había “resucitado” y contó con el respaldo de periodistas de la talla de Lourdes Mendoza en El Financiero -que nuevamente torpedeó al mandatario potosino, y de la misma Carmen Aristegui que entrevistó al nieto del Dr. Nava, El Padrino recibió una gran bocanada de aire político puro y fresco con la visita de la presidenta Claudia Sheinhaum el pasado fin de semana en Rioverde y Villa de Reyes. Gallardo recibió el tradicional espaldarazo presidencial y aprovechó para resaltar ante “La Jefa” que “con obras como las que se inauguran, San Luis Potosí está sanando de los malos gobiernos del pasado que lo abandonaron durante décadas”.
- “Y cuando desperté, ahí seguía el dinosaurio”. El famoso microcuento de Augusto Monterroso viene a colación porque mientras la oposición sigue adormilada, Ruth González Silva continúa a tambor batiente recorriendo todo el estado. El pasado sábado, mismo día de la visita de la presidenta Sheinbaum, la senadora tomó protesta a los integrantes de los Comités Municipales del Partido Verde en los municipios de Villa de Arriaga y Mexquitic de Carmona. La legisladora federal estuvo acompañada de cientos de familias en ambas demarcaciones, hombres y mujeres que estarán encargados de sumar más voluntades a la mayor fuerza política del estado rumbo a las elecciones del 2027.
- El Juego del Calamar rompe récord. La tercera y última temporada de la famosa serie de Netflix alcanzó los 60.1 millones de visualizaciones en solo tres días desde su estreno. Rápidamente escaló al primer puesto del top 10 global de la plataforma se streaming y lidera las listas de los más vistos en los 93 países donde Netflix publica rankings. Es muy interesante ver cómo se desarrolla la historia, con toda la naturaleza humana en juego, que también se está viendo y seguirá observándose en el proceso de sucesión del poder político en San Luis Potosí.
¡Hasta el próximo lunes!
Las opiniones aquí expresadas son responsabilidad del autor y no necesariamente representan la postura de Astrolabio.
Es Licenciado en Ciencias de la Comunicación por la UASLP. Comenzó como reportero en Canal 13 y para la revista Jaque. Dirigió Canal 9 de SLP y conoció de cerca el modelo de Radio Canadá en Montreal. Ocupó cargos de producción audiovisual, monitoreo, síntesis y análisis en Comunicación Social de Gobierno del Estado y del Ayuntamiento de la capital. Fue ejecutivo de Proyectos Técnicos y Especiales del Centro Nacional de Supercómputo del IPICYT y en la iniciativa privada participó en Seguros ING y AXA. Actualmente se desempeña en el sector inmobiliario y es director de Ajedrez Político SLP. Twitter: @AlvelaisPerez.