María Ruiz
La Secretaría de Gobernación (Segob) confirmó este martes la renuncia de Teresa Guadalupe Reyes como titular de la Comisión Nacional de Búsqueda de Personas, misma que se hará efectiva el próximo 31 de agosto de 2025.
Para colectivos de familiares de personas desaparecidas, el anuncio no es motivo de celebración, pero sí una oportunidad para corregir el rumbo en una institución que, aseguran, ha fallado en su misión fundamental.
Desde San Luis Potosí, la presidenta del colectivo Voz y Dignidad por los Nuestros, Edith Pérez Rodríguez, señaló que Reyes “nunca hizo su trabajo como comisionada” y que su falta de empatía, profesionalismo y compromiso con la causa de los desaparecidos, fue evidente desde sus primeros encuentros con las familias.
“La primera vez que vino a San Luis, su trato fue frío y distante. No esperamos que nos traten con amabilidad, pero sí con respeto. Y lo que demostró fue incompetencia, una actitud de molestia, de desprecio hacia nuestro dolor”, declaró Pérez Rodríguez.
Recordó que en una reunión con familias en la zona media del estado, la comisionada abandonó el encuentro tras incomodarse por críticas relacionadas con encuestas realizadas por los llamados Servidores de la Nación para el Censo Nacional de Personas Desaparecidas y No Localizadas durante el sexenio de Andrés Manuel López Obrador.
“Nos preguntaban si nuestros hijos seguían desaparecidos, cuando debería ser el Estado quien nos informe si hay avances. Eso la molestó. Se fue de la reunión sin decir palabra”, explicó.
La activista enfatizó que este tipo de situaciones no fueron exclusivas de San Luis Potosí, sino que se replicaron en distintos estados, lo que llevó a que varios colectivos exigieran su destitución durante las mesas nacionales de trabajo.
Para Voz y Dignidad por los Nuestros, el relevo en la Comisión Nacional de Búsqueda debe ir acompañado de un proceso transparente y con la participación directa de las familias, tal como lo establece la legislación vigente.
“La ley puso candados para evitar que cualquier persona ocupara ese cargo sin el perfil adecuado. Esta no es una oficina cualquiera, es una institución que requiere compromiso real con los derechos humanos y sensibilidad frente a una tragedia nacional”, puntualizó.
Aunque reconocen que el desgaste emocional y político les impide presentar una propuesta concreta de quién debería asumir el cargo, el colectivo advierte que se mantendrán atentos y en comunicación con redes nacionales e internacionales de familiares buscadores.
“Sabemos que la presidenta electa, Claudia Sheinbaum, probablemente ya tiene a su candidata o candidato, y eso es preocupante. Pero exigimos que, por primera vez, se escuche a quienes estamos en la primera línea de esta lucha”.
Pérez Rodríguez concluyó que más que un cambio de nombre, las familias esperan un cambio real de enfoque.
“No es personal, es institucional. Reyes no tenía el perfil, y aunque no celebramos su salida, sí esperamos que este sea el principio de un trabajo serio, humano y eficaz para dar con el paradero de nuestros seres queridos. Eso es lo que nos corresponde exigir, y lo vamos a seguir haciendo”.