Estela Ambriz Delgado
Aunque ya se dio el arranque oficial de la obra del nuevo centro de rayos X en la empresa Benebión, ubicada en la zona industrial de Matehuala, existen expresiones ciudadanas que cuestionan la seguridad de las actividades que ahí se llevarán a cabo con el manejo de fuentes radioactivas potencialmente peligrosas, por lo que piden que se transparenten los estudios de seguridad radiológica.
Desde el viernes 29 de agosto, el presidente municipal Raúl Ortega Rodríguez encabezó el arranque, acompañado de personal del ayuntamiento y del director general de la empresa, Arved Deecke. Sin embargo, la obra ha despertado diversas inquietudes entre la población, por lo que solicitan la verificación de los protocolos de seguridad y transparencia en la planta de esterilización de Benebión.
Mediante un comunicado que los ciudadanos han replicado en redes sociales, se reconoce la inversión económica que representa, pero expresan preocupación legítima por la seguridad radiológica y la transparencia en el manejo de fuentes potencialmente peligrosas.
Señalan que la planta operativa en Matehuala actualmente utiliza fuentes radiactivas de Cobalto-60 (Co-60), según registros de permisos y reportes técnicos, lo que implica que se maneja radiación gamma de alta penetración, comparable en peligrosidad a la de una instalación nuclear en pequeña escala.
Señalan que no se ha confirmado oficialmente si se desmantelará la planta anterior o si la nueva instalación coexistirá con las operaciones de Co-60, lo que resulta preocupante dado que existirían múltiples medios por los cuales podría generarse contaminación.

Entre los riesgos que señalan están las fugas de fuentes de Co-60 si no se manejan correctamente, radiación no contenida en muros o puertas mal diseñadas, ventilación o ductos sin filtros adecuados, y acceso no controlado a áreas con radiación.
La incertidumbre también creció debido a que en el arranque de obra no estuvo presente la Comisión Nacional de Seguridad Nuclear y Salvaguardias (CNSNS), que es la autoridad técnica responsable de garantizar la seguridad radiológica.
En un boletín en la página oficial de Benebión se anuncia que la CNSNS ha otorgado el permiso de construcción A00.200/1353/2025 a Phytosan, S.A. de C.V., emitido el pasado 1 de agosto, para la nueva instalación de acelerador de rayos X en la planta de Matehuala, de la que adicionalmente en el sitio se proyecta que inicie operaciones en 2027.
No obstante, los denunciantes señalan que la ciudadanía debe conocer que los riesgos no se limitan al interior de la planta, pues la contaminación puede propagarse a través de tuberías, agua y drenaje, ya que el agua utilizada en procesos que entra en contacto con residuos radiactivos puede transportar contaminación fuera de la planta si no se trata adecuadamente.
De igual forma, a través de sistemas de ventilación, pues a través del aire partículas radiactivas podría ser expulsado al exterior si los filtros no son adecuados; en residuos sólidos o líquidos sin manejo seguro, que podrían contaminar suelo y fuentes de agua; o por manipulación del personal, a través de ropa o equipos contaminados.
En este sentido, mencionaron algunos antecedentes como el de una unidad de radioterapia con Co-60 en Ciudad Juárez desmantelada en 1984, para ejemplificar los riesgos de no cumplir con estrictos protocolos de seguridad, por lo que exigen que se hagan públicos los documentos y estudios correspondientes, antes de otorgar permisos.
Entre los documentos que piden se hagan público están: el estudio de blindaje radiológico, especificando materiales, espesores y cálculos de atenuación; análisis de impacto radiológico en la población circundante; plan de emergencias y contingencia radiológica, con protocolos claros y coordinados con Protección Civil; así como un dictamen técnico emitido por la CNSNS, validando la seguridad de la instalación; la autorización sanitaria de la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris), relacionada con esterilización de productos farmacéuticos y alimenticios.
Además, piden que se garantice que se contará con espesores de blindaje mínimos como en el caso de rayos X industriales (5–7 MeV): muros de 1.5 a 2 metros de concreto, o equivalente en plomo/acero; y para el Cobalto-60 (rayos gamma): muros de 2.5 a 3 metros de concreto o equivalente, debido a la mayor penetración de la radiación gamma.
Por lo expuesto piden que se confirme si la nueva planta no utilizará Co-60 o coexistirá con la planta actual; los espesores reales de muros y techos en ambos tipos de instalaciones y si se respeta la distancia mínima con respecto a zonas habitacionales.
Asimismo, que se especifique si existe un plan de contingencia radiológica aprobado por CNSNS y Protección Civil; se informe cuándo y dónde se publicarán los estudios y permisos para que la ciudadanía pueda revisarlos; se dé a conocer quién es la autoridad o institución responsable del proyecto; y quién supervisa que se cumplan las especificaciones mínimas requeridas.
Para concluir, piden que no se otorguen permisos de operación hasta que la CNSNS y las autoridades sanitarias verifiquen y publiquen todos los estudios de seguridad radiológica.
“El desarrollo industrial es positivo, pero la salud y seguridad de los habitantes debe ser la prioridad, dado que la manipulación de Co-60 y rayos X de alta energía representa riesgos graves para la salud humana y el medio ambiente si no se cumplen estrictos protocolos de seguridad. Los antecedentes nacionales e internacionales subrayan la importancia de supervisión constante, transparencia total y cumplimiento riguroso de medidas de seguridad”.