Cuando hay voluntad política todo se puede

Carlos Rubio

“Señor gobernador, gracias por demostrarle a las ferias a nivel nacional que sí se puede. Cuando hay voluntad política todo se puede. Muy merecido este reconocimiento a la Feria Nacional Potosina…”, le dijo Julio César González Méndez, presidente de la Asociación Mexicana de Ferias, Fiestas, Expos y Eventos Masivos al gobernador potosino Ricardo Gallardo Cardona, el pasado domingo durante la clausura de la edición 2025 de la Feria Nacional Potosina.

Teniendo todo el contexto de lo acontecido la semana pasada, aquel discurso resulta ser un chiste de muy mal gusto, sobre todo para los estudiantes universitarios.

La misma semana en la que Alejandro Zermeño, rector de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí, anunció una posible crisis de estabilidad en el estado por la negativa del gobierno estatal a entregar el recurso económico completo que se compromete año con año a dar, el gobernador recibió el reconocimiento a la mejor feria de México.

Dos situaciones muy contrastantes que no solo ayudan a entender por qué la educación en México lleva años estancada y en retroceso, si no que dibujan muy bien a un Gobierno del Estado que se vanagloria de escuetos reconocimientos y abandona a lo único que sostendrá al país en el futuro: la juventud estudiantil.

De algo estamos seguros aquí y en China (o Japón, donde se pasea ahora el mandatario), el gobierno estatal tiene suficiente dinero para hacer su Fenapo a su gusto y para pagarle lo prometido a inicios de año a la UASLP, entonces ¿por qué no lo hace? La respuesta la dio Julio César González aquella noche de clausura en la Feria: voluntad.

En cuestión de segundos el gobernador podría ordenar que se realice una transferencia a la UASLP para solventar, aunque sea, parte de su deuda, y comenzar a desahogar el problema que se avecina, pero no quiere.

En vez de eso, prefiere ordenar “mesas de diálogo” entre el rector y la Secretaría General de Gobierno, las cuales se llevaron a cabo hasta que Alejandro Zermeño decidió ejercer un poco de presión al anunciar públicamente una futura crisis. Un diálogo del cual habrá que estar a la expectativa de sus alcances ya que, hasta ahora, según informó la propia institución, no hay acuerdos que se consoliden en la entrega de recursos a la Universidad.

El Gobierno del Estado sabe que dicha crisis es posible. El simple atraso en el pago de una quincena llevaría a los sindicatos universitarios a movilizar a toda la plantilla laboral en las calles, al fin y al cabo, ya están avisados de que el principal culpable es el gobernador.

Sea cual sea la vía, oficial o no, a la UASLP le urge una campaña de información dirigida a sus estudiantes, que lamentablemente poco y nada saben sobre la situación por la que pasa su universidad. Al final del día, son la principal fuerza de la institución y la única razón de su existir.

Una muestra de lo que puede ocurrir si se tiene a una comunidad informada es lo que pasó ayer en la Facultad de Ciencias, donde los alumnos colocaron una manta de protesta por la promesa incumplida del gobernador. “El gobernador aún nos debe obras en la Facultad de Ciencias”, decía la lona colgada sobre una valla.

Desde arriba se debe de entender que el daño a la institución no es únicamente a la burocracia corrupta que sí, tiene manchada a la Universidad, también es hacia las juventudes que sueñan con una educación que sí es más accesible que cualquier otra opción en el estado.

Hay mucho que componer en la UASLP, pero no por ello habría que descomponerla totalmente.

Las opiniones aquí expresadas son responsabilidad del autor y no necesariamente representan la postura de Astrolabio.

Es Licenciado en Ciencias de la Comunicación por la Universidad Autónoma de San Luis Potosí. Actualmente director editorial de Astrolabio Diario Digital, con interés y experiencia en Transparencia y el Derecho de Acceso a la Información Pública. Formó parte de la tercera generación del MásterLab en edición de investigaciones organizado por Quinto Elemento Lab.