UASLP realiza macro simulacro con más de 44 mil universitarios

Fernanda Durán

La Universidad Autónoma de San Luis Potosí (UASLP) llevó a cabo un simulacro de evacuación en todas sus sedes, que incluyó las facultades y campus de Matehuala, Salinas de Hidalgo, Rioverde, Valles-Tamazunchale y el área de Agronomía en Soledad.

De acuerdo con Antonio Garza Nieto, jefe del Departamento de Seguridad y Resguardo de Bienes Patrimoniales, participaron “alrededor de 44 mil universitarios entre estudiantes, docentes, investigadores, administrativos y trabajadores”, quienes iniciaron la evacuación a las 9:30 de la mañana y diez minutos después ya habían desocupado sus instalaciones.

El ejercicio contempló diversos escenarios de riesgo, ya que se trabajó con hipótesis como el incendio de un almacén en el campus central, una fuga de vapores en la Facultad de Química que requirió la intervención de bomberos, un sismo en la Facultad de Ciencias y también posibles inundaciones.

En total, se evacuaron 91 inmuebles, cada uno con un responsable encargado de verificar las condiciones antes de autorizar el regreso a la normalidad. También participaron 735 brigadistas universitarios, organizados en cinco equipos: búsqueda y rescate, evacuación, combate de incendios, primeros auxilios y comunicación. Estos grupos fueron evaluados por observadores internos y externos, quienes midieron tiempos y procedimientos conforme a lo establecido por la Ley General de Protección Civil.

El funcionario resaltó que la UASLP es “la única universidad pública a nivel nacional” que realiza este tipo de simulacro de manera integral, con la totalidad de su comunidad, a diferencia de otras instituciones que lo hacen de forma parcial.

En la zona Oriente, las facultades de Ciencias de la Información, Humanidades y Psicología concentraron a su personal bajo el domo, un espacio que, aclaró Garza Nieto, “no se debe de usar como punto de reunión” en caso real de sismo debido al riesgo estructural. La decisión de hacerlo ahí fue únicamente con fines ilustrativos y de formación.

Por su parte, el comandante Duque Benavente Duque, del Cuerpo de Bomberos Metropolitano, subrayó la importancia de fomentar la cultura de la protección civil.

“Vivir con esa idea y de protegerse en el momento que se proteja a todo el mundo, creo que la facilidad para resolver los problemas va a ser más fácil”.

En cuanto a las acciones permanentes, Garza Nieto informó que la institución ha fortalecido su esquema de prevención mediante la creación de unidades internas de gestión integral de riesgos. Mientras en 2022 solo existían 14, actualmente ya operan 44 y la meta es alcanzar 77 en el corto plazo.

“Les cambiamos el nombre porque protección civil es reactivo, lo que busca la gestión integral de riesgos es la prevención”, explicó.

Además, estas unidades reciben capacitación constante con el propósito de transmitir el conocimiento a estudiantes y que, al egresar, puedan llevarlo a sus futuros espacios laborales.

“La intención es que un médico, un dentista, un abogado llegue a su trabajo y sepa qué hacer, o incluso pueda proponer medidas como rutas de evacuación”, puntualizó Garza Nieto.

En México, cada 19 de septiembre se realizan simulacros de protección civil a nivel nacional como parte de la conmemoración de dos de los terremotos más devastadores en la historia reciente del país.

El primero ocurrió en 1985, cuando un sismo de magnitud 8.1 con epicentro en la costa de Michoacán sacudió gran parte del centro del país, dejando miles de muertos —las cifras oficiales hablan de más de 10 mil, aunque organismos civiles estimaron hasta 30 mil— además de severos daños en la Ciudad de México.

Este evento marcó un antes y un después en la cultura de la protección civil, pues evidenció la falta de preparación y dio origen al Sistema Nacional de Protección Civil.

El segundo sucedió en 2017, justo en la misma fecha, cuando un sismo de magnitud 7.1 impactó principalmente a Morelos, Puebla y la capital del país, provocando el colapso de edificios, más de 350 fallecidos y pérdidas materiales.