Desiree Madrid
La semana pasada se conmemoró el Día Mundial para la Prevención del Suicidio y, en este marco, la directora de Servicios de Salud del Estado, Elizabeth Dávila Chávez, advirtió que los adolescentes y adultos jóvenes aún son el sector más vulnerable en esta problemática que mantiene a San Luis Potosí en el sexto lugar nacional en incidencia de suicidios, de acuerdo con cifras recientes.
La funcionaria reconoció que, aunque las estadísticas fluctúan cada año, cada caso debe ser atendido con prioridad.
“Con que exista uno solo, ya es suficiente para que trabajemos como debe de ser, porque se trata de un acto humano que tenemos que prevenir”, subrayó.
Entre las acciones que se impulsan desde la Secretaría de Salud, Chávez destacó el trabajo coordinado con la Secretaría de Educación de Gobierno del Estado (SEGE), que permite llevar programas de salud mental a las escuelas.
Estos incluyen charlas, actividades de sensibilización y la participación de los propios estudiantes como observadores para detectar y notificar posibles casos, siempre con el respaldo de profesores y especialistas en psicología en los módulos amigables de las unidades médicas.
La directora también resaltó la importancia de contar con espacios públicos de convivencia, pues los parques, jardines y áreas recreativas creadas en los últimos años son un factor que contribuye a fortalecer la salud mental.
“Lo que necesitamos es una salud mental que impida que los jóvenes se suiciden o tomen esa decisión”, apuntó.
Sobre las diferencias de género, explicó que la mayoría de los suicidios consumados son cometidos por hombres, mientras que las mujeres concentran la mayor parte de los intentos.
“Ellas intentan más, pero afortunadamente muchos casos se detectan a tiempo gracias a los programas y a la intervención de psicólogos y profesores”, precisó.
Al hablar de las causas, la funcionaria vinculó el fenómeno con la dinámica familiar. Consideró que la falta de unión en los hogares, sumada a la carga laboral de padres y madres, puede generar un entorno de menor acompañamiento emocional.
“La modernidad lleva a que los hijos sean más independientes, pero los principios morales y el respeto a la vida deben prevalecer”, sostuvo.
Finalmente, Chávez insistió en que la prevención del suicidio requiere un trabajo integral que inicie en casa y se fortalezca en la escuela y los servicios de salud.
“Con una armonía que nazca en el hogar y se refuerce en los centros educativos, podemos conservar la salud mental que tanto necesitamos”, concluyó.