IPICYT colabora en la creación de nuevas ANP en la Huasteca

Estela Ambriz Delgado

El doctor Felipe Barragán Torres, del Instituto Potosino de Investigación, Ciencia y Tecnología (IPICYT), explicó la importancia de proteger y conservar los bosques de niebla en diversos municipios de la zona Huasteca, los cuales retienen una gran cantidad de agua y son el hábitat de especies como jaguar y puma y que, ante su escasez en el país, se trabaja en la posibilidad de decretarlos Áreas Naturales Protegidas (ANP).

Indicó que a petición de la Secretaría de Ecología y Gestión Ambiental (Segam), el IPICYT colabora en proyectos para incrementar la protección de ecosistemas, a través del establecimiento de nuevas ANP estatales, particularmente en los bosques mesófilos de montaña, también conocidos como bosques de niebla, que se encuentran amenazados en el país al quedar sólo unas pocos en áreas pequeñas.

“Son ecosistemas muy amenazados en México y son parches muy pequeñitos que existen ya. ¿Por qué? Porque son zonas altas y como de manera natural son pequeños, pues todavía la actividad del ser humano las reduce más”.

El investigador hizo mención de que en el estado se han identificado algunos, tanto por estudios de colegas como activistas defensores del medio ambiente, entre los que se encuentran zonas prioritarias como Tamasopo, Xilitla, Tamazunchale y Tanlajás.

Detalló que Tanlajás es un sitio más de selva tropical, pero también tiene un proceso de sierras donde potencialmente pudiera haber, sino el ecosistema de bosque de mesófilo, sí ecosistemas que permiten la conectividad entre bosques.

Por ello Tanlajás particularmente es de interés, ya que diferentes investigadores han identificado a través de cámaras trampa ejemplares de jaguar, el cual es una especie emblemática de protección, pues con ello se protege a todas las demás que forman parte de la cadena alimenticia.

Barragán Torres explicó que el reto, que es parte del trabajo que desarrollan, es el proceso de comunicación con las comunidades y ejidos que son propietarios de los terrenos, que son realmente quienes tienen que estar convencidos de un decreto de ANP será un esquema de protección.

“Una vez que identifiquemos si realmente esas zonas son potenciales para decretar (…) ahora sí empezamos la comunicación con los actores clave que son las comunidades rurales, indígenas o mestizas que podían estar habitando ahí (…) vamos con las comunidades, nos llevan a conocer los sitios, les explicamos qué es un área natural protegida, cuáles son las ventajas de tener una”.

El investigador destacó que tanto en Xilitla, Tamasopo, Tamazunchale y Tanlajas, que son las cuatro zonas potencialmente donde se pueden establecer las ANP, la gente está convencida de proteger, e inclusive en algunos casos en sus asambleas ejidales ya tienen un decreto local que solamente opera para ellos, en donde han definido hectáreas de protección, que generalmente son las de uso común.

Indicó que, si los núcleos agrarios así lo deciden, al pasar de un decreto ejidal a uno estatal, tendrían acceso a un poder jurídico mayor para proteger, generar nuevos proyectos de investigación, así como vinculación al Gobierno del Estado a través de la Segam para buscar esquemas de proyectos productivos.

La relevancia de su protección

Barragán Torres expresó que una característica de los bosques de niebla, y gran parte de su relevancia es la captación de agua, ya que conservan humedad. Lo que retienen propicia un flujo continuo, por lo que los ejidatarios los han protegido de la tala para otro tipo de cultivos.

“Realmente captan mucha agua, de hecho, se llaman bosques de niebla. Porque justamente todo el tiempo hay neblina, todo el tiempo hay humedad y toda esa humedad es la que captan los árboles y va hace que se filtra al suelo y entonces van haciendo los almacenes de agua que van escurriendo”.

Además, subrayó que otro criterio para su protección es la escasez de los bosques, y de los pocos que quedan se están transformado en pastizales para ganadería.

Los bosques también mantienen especies como el jaguar, el cual los utilizan porque son sistemas agrestes, lo que es perfecto para animales como este. Al proteger el hábitat del jaguar, se garantiza también la subsistencia de las demás especies de fauna y flora, de acuerdo con una estrategia de protección que se aplica a nivel mundial.

De igual forma, se ha encontrado el puma; felinos más pequeños como el tigrillo; el venado cola blanca temasate, que es más chico; jabalíes y otras, entre las que algunas podrían ser endémicas, exclusivas de los bosques húmedos como el mesófilo de montaña.

Para concluir, Barragán Torres indicó que la identificación de todas las especies que se encuentren en estos ecosistemas también será parte del trabajo a desarrollar para los posibles decretos de ANP, por lo que se estima que lleve un periodo de entre seis meses y un año para llevarlo a cabo.