Antonio González Vázquez
La Universidad Autónoma de San Luis Potosí (UASLP) está por alcanzar el punto crítico tan temido: un paro temporal de labores con el riesgo de que se pierda el semestre agosto 2026-enero 2027.
Con las turbias aguas hasta el cuello, al rector Alejandro Javier Zermeño Guerra le ha llegado la hora de tomar decisiones muy duras y el paro sería su “último recurso”.
El gobernador José Ricardo Gallardo Cardona aprieta cruelmente a la institución. La soltará hasta que él quiera.
Es un juego cruel y perverso en el que el mandatario y sus principales colaboradores pelotean a la universidad como les viene en gana. Su narrativa respecto del adeudo de aportaciones estatales es propia de una politiquería frívolamente insulsa.
Durante los últimos meses pasaron de desconocer la deuda a reconocerla. Luego, ofrecieron que lo saldarían en su momento según las condiciones presupuestales. Después, fijaron el mes de octubre para pagar y como no podía ser de otro modo, no cumplieron.
Ahora, dijeron que pagarán a más tardar el 14 de noviembre o bien, antes de la primera quincena de diciembre. Aunque su obligación institucional es resolver la problemática, el gobernador Gallardo, el secretario General de Gobierno, J. Guadalupe Torres Sánchez y la secretaria de Finanzas, Ariana García Vidal manosean el tema financiero para conducir a la universidad a un punto de quiebre.
Tienen a la institución en sus manos. A merced de lo que se les antoje.
No hay más, a la universidad le deparan días de incertidumbre y tensión con vistas a la fecha fijada por el gobierno estatal para saldar la deuda con la institución.
Al cierre de septiembre la deuda era de 229 millones 103 mil 497 pesos. La ministración de octubre por 4 millones 562 mil 357 pesos, se transfirió completa y se abonó un saldo a favor por 20 millones 418 mil 625 pesos.
Esa aportación redujo el adeudo a 208 millones 684 mil 872 pesos. A esa cantidad se suma el monto de ministraciones correspondientes a noviembre por 47 millones 432 mil 641 pesos.
El total a transferir a la universidad, para cumplir cabalmente con el Convenio Marco de Colaboración para el Apoyo Financiero signado por la Secretaría de Educación Pública, Gobierno del Estado y UASLP, es de 256 millones 117 mil 513 pesos.Si bien le va y ocurre milagrosamente que el gobierno de Gallardo por fin honre su palabra, la universidad tendría que recibir esos recursos para el 14 de noviembre.
Sin embargo, es un compromiso meramente verbal, no hay acuerdo por escrito. La fecha fijada por la Secretaría de Finanzas no deja de ser una maniobra dilatoria más, en el marco de la sucia estrategia seguida desde palacio de gobierno. Bien mirado, la promesa significa poco o nada a la luz del acuerdo incumplido de que pagaría el adeudo antes de finalizar octubre.
La crisis de liquidez anunciada hace unos meses podría tocar fondo en los próximos días. En ese turbio escenario, la cúpula universitaria encabezada por el rector Zermeño Guerra está en ascuas y metafóricamente con el agua hasta el cuello.
El riesgo inminente en caso de no pago, es una suspensión temporal de labores durante la segunda quincena de noviembre y la primera de diciembre, cuyo lapso comprende fechas cruciales, como el fin de cursos y los períodos de exámenes ordinarios, extraordinarios y a título.
Es el “último recurso”, planteó el rector Zermeño Guerra durante la sesión del Consejo Directivo Universitario del pasado viernes.
“Veríamos con mucho riesgo el tener que suspender actividades de la segunda quincena de noviembre y la primera quincena de diciembre, porque esto dejaría trunco el semestre y habría pérdidas incluso muy importantes de años escolares para muchos alumnos”, advirtió.
De ese tamaño sería el desastre que se avecina en perjuicio de más de 32 mil alumnas y alumnos de la principal institución de educación pública superior del estado.
El gobernador Gallardo es la clave, pero está visto que no tiene voluntad y que pagará cuando quiera. Igual y no paga.
En ese contexto que se complica día con día, el rector se verá en la necesidad de convocar a una sesión extraordinaria del Consejo Directivo Universitario para “tomar una decisión de lo que proceda”.
Días aciagos para la comunidad universitaria bajo un gobierno que lleva cuatro años dedicado a golpearla.
Pero no todo hay que cargarlo a cuenta del ejecutivo.
El rector Zermeño tuvo su chance de actuar con firmeza y no lo hizo. En mayo y junio se atrevió a denunciar en algunos foros y medios el incumplimiento gubernamental. Se limitó a lanzar advertencias sobre una crisis por venir. Atajó cualquier posibilidad de ir a la protesta pública y a la presión política contra un gobierno anti universitario.
Con sendos mensajes de tibieza, contuvo indicios de inconformidad en la comunidad universitaria. La institución no está para la protesta, justificaba y ahora está con el agua hasta el cuello. Aunque convoque, pocos le harían caso. Perdió credibilidad. Tiene respaldo institucional, no de la base estudiantil.
Las y los estudiantes podrían salir en defensa de su universidad solo en caso de tomarse la decisión de suspender labores. Eso les afectaría directamente y no se quedarían de brazos cruzados.
¿De eso se trata, de que las y los estudiantes resuelvan lo que él no ha logrado solucionar?
Mis apuntes
Los agresores están en casa. La violencia en los hogares potosinos cobra víctimas todos los días. Al cierre del tercer trimestre del año en San Luis Potosí se registraron 7 mil 588 denuncias ante el Ministerio Público. El promedio mensual fue de 843. Cada día se presentan 29 denuncias. La dimensión de la problemática es mayúscula. De acuerdo con el Informe de violencia contra las mujeres del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, San Luis Potosí ocupó la onceava posición entre las 32 entidades con más denuncias por violencia familiar. La tasa de víctima por cada 100 mil habitantes, fue de 254.65, lo que colocó a la entidad en octavo lugar nacional. El 2024 concluyó con 10 mil denuncias. La incidencia en 2025 apunta a que se rebasará esa ignominiosa cifra.
Feliz, feliz, feliz. Hace unos días, el diputado federal de Morena, Gabino Morales Mendoza reveló que le había amanecido bien y de buenas. La razón: una encuesta de Massive Caller lo ubicaba en primer lugar de preferencia por la candidatura a la presidencia municipal de San Luis Potosí con 24.2 por ciento de aceptación. La preferencia por partido en la capital se ubicó en octubre en 33 por ciento en pro de Morena, contra 19.2 y 12.5 del PAN y PRI respectivamente. La felicidad del legislador tiene sentido porque el blanquiazul no sale bien ni siquiera en las encuestas de las empresas vinculadas al partido. Por cierto, Massive Caller recientemente levantó encuestas al PAN para su relanzamiento, trabajo por el que cobró un millón 641 mil pesos.
Amabilidad sin límites. Hacia el mediodía del pasado viernes, el gobernador José Ricardo Gallardo Cardona recibió al alcalde capitalino Enrique Francisco Galindo Ceballos. Se reunieron en el despacho alterno del ejecutivo del Centro de Convenciones, quien compartió en redes sociales una fotografía para la que posaron muy sonrientes. El encuentro, a decir del mandatario fue para “fortalecer” la colaboración entre el gobierno estatal y el ayuntamiento. Gallardo anunció una inversión de 2 mil millones de pesos en obras de infraestructura para el año entrante: “seguiremos trabajando proyectos conjuntos que mejoren la movilidad, los espacios públicos y la calidad de vida de todas y todos”. El alcalde y renacido “primer priista del estado” compartió la publicación del gobernador y le agradeció su “interés y disposición” para fortalecer su colaboración con el gobierno capitalino. ¿Y a poco no hablaron de las elecciones del 2027 y de los proyectos políticos personales que cada uno tienen?
El jefe y la jefa del Verde. El gobernador José Ricardo Gallardo Cardona y su esposa, la senadora Ruth Miriam González Silva encabezan el Consejo Político Estatal del Partido Verde Ecologista de México en el estado. Figuran además como delegados a la Asamblea Nacional de ese partido. Fueron electos en la sesión plenaria del PVEM del pasado sábado. Excesivamente triunfalista, el coordinador nacional del tucán, Arturo Escobar y Vega garantizó que ganarán las elecciones de 2027. Dato importante de ese evento: el diputado federal, Ricardo Gallardo Juárez no forma parte del Consejo ni de los delegados. Ni siquiera participó en la Asamblea Estatal del pasado sábado. ¿Ya lo relegaron?
Las opiniones aquí expresadas son responsabilidad del autor y no necesariamente representan la postura de Astrolabio.
Es Licenciado en Ciencias de la Comunicación por la Universidad Autónoma de San Luis Potosí. Ha sido docente de la Facultad de Ciencias de la Comunicación durante 25 años. Además, durante 30 años se ha desempeñado como periodista en medios como El Heraldo, El Mañana de Ciudad Valles, Pulso, Milenio San Luis, Diario Digital San Luis, Librevía, La Jornada, Global Media y actualmente en Astrolabio Diario Digital y Periodismo Político.com. También ha sido corresponsal de medios nacionales como Agencia de noticias Notimex, La Jornada y Milenio.






