Marcela Del Muro
Profesoras de la Facultad de Derecho “Abogado Ponciano Arriaga Leija” de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí (UASLP) se posicionan ante la falta de perspectiva de género y carencia de acciones afirmativas de la convocatoria para la elección extraordinaria de la nueva persona titular de la dirección de la Facultad, emitida el pasado 29 de octubre.
“La convocatoria aprobada y emitida por el Consejo Técnico Consultivo de la facultad no incorporó criterio alguno de equidad, paridad ni acción afirmativa, lo que ha sido interpretado por académicas y estudiantes como una omisión grave y contraria al marco jurídico vigente”, señalan las seis académicas: Dra. Carla Monroy Ojeda, Dra. Violeta Mendezcarlo Silva, Dra. María Suhey Tristán Rodríguez, Dra. Roxana Abigail Montejano Villaseñor, Dra. Xochithl Guadalupe Rangel Romero y Dra. Elia Edith Argüelles Barrientos.
Que el puesto de dirección sea ocupado por una mujer es una de las solicitudes del pliego petitorio de lxs estudiantes, tras la renuncia del ex director Germán Pedroza Gaitán, luego de conocerse la violación multitudinaria de una estudiante en las instalaciones de la Facultad y la omisión de los directivos, que provocó el levantamiento estudiantil y la exigencia de una transformación en las políticas de toda la institución universitaria.
Esta exigencia fue recordada durante la sesión extraordinaria del Consejo Directivo Universitario, donde se votó el borrador de la convocatoria. La consejera maestra de la Facultad de Ciencias de la Comunicación, Iraís Valenciano Calvillo, señaló que “una de las peticiones que se ha hecho por parte de la comunidad de la Facultad de Derecho es que la próxima dirección, después de más de siete décadas, sea una mujer”.
Las profesoras firmantes indican que esta convocatoria es contraria al artículo 4° Constitucional, la Convención sobre la Eliminación de todas las formas de Discriminación contra la Mujer (CEDAW) y el propio Plan Institucional de Desarrollo 2024–2030, que promueven la equidad de género y la inclusión.
Advierten que “la neutralidad ante la desigualdad sólo perpetúa la exclusión; es por ello que las universidades deben ser ejemplo en la erradicación de la violencia institucional”.
La dirección debe de ser encabezada por una académica, no por funcionarios
Las profesoras también exigen que la persona que ocupe la dirección cumpla con un perfil académico, cercana a la comunidad estudiantil, comprometida con la docencia, la investigación y la formación crítica de las y los estudiantes.
“No basta con aparecer en la Facultad un par de veces al semestre ni con entender la dirección como un encargo administrativo. Necesitamos a alguien que viva la universidad todos los días, que conozca sus pasillos y sus aulas. Alguien con trayectoria comprobada en proyectos académicos, de investigación y de vinculación social; que entienda la complejidad del pensamiento jurídico y criminológico, y que vea en la docencia un espacio para el diálogo, la reflexión ética y el compromiso con la sociedad”, señalan en otro posicionamiento.
Las académicas recuerdan que, en los últimos años, la Facultad ha atravesado por un “proceso de burocratización”, que ha hecho que los espacios de liderazgo sean ocupados por funcionarios que han politizado la Facultad y debilitado la vida académica.
“El carácter público y humanista de la UASLP exige direcciones con visión universitaria y compromiso ético, no funcionarios de paso. La autonomía universitaria no es una licencia para administrar discrecionalmente, sino una responsabilidad compartida en la enseñanza, la investigación y la defensa de los derechos humanos”, indican las doctoras y académicas.
Las profesoras hacen un llamado a la consejera maestra de la Facultad de Derecho, Georgina González Cázares, y a los integrantes del Consejo Técnico Consultivo para que brinden la posibilidad histórica de que la Facultad sea dirigida por una académica y se comprometan con la igualdad sustantiva.
“Educar no es extender el poder, sino cuidar la libertad, la ética y el respeto que sostienen la vida universitaria. Y quien asume la dirección con esa sensibilidad no busca adeptos, sino interlocutores. Esa diferencia —profunda y humana— es la que puede devolver la confianza y la dignidad a nuestra Facultad”, señalan Monroy Ojeda, Mendezcarlo Silva, Tristán Rodríguez, Montejano Villaseñor, Rangel Romero y Argüelles Barrientos.





