Desiree Madrid
El director del organismo operador de agua en Tamazunchale, Julio César Montero García, informó que actualmente 22 comunidades del municipio presentan daños graves en sus sistemas de agua potable y drenaje.
“Tenemos, aparte del municipio, 22 comunidades con desastres en el sistema de agua, fatal… muchos son drenajes también, y comunidades que se les perdió completamente el sistema de agua”, explicó durante una entrevista.
Las afectaciones, dijo, derivan principalmente de las lluvias e inundaciones recientes, que destruyeron redes completas y dejaron a varias localidades sin servicio.
Montero García reconoció que el organismo de agua municipal no cuenta aún con una infraestructura sólida ni con la capacidad técnica y financiera que tienen los sistemas de municipios más grandes.
“Todavía nos falta mucho para poder tener la capacidad y el nivel que tienen otros organismos con más recursos”, señaló.
Indicó que Tamazunchale enfrenta rezagos estructurales históricos en materia hídrica y que, aunque se realizan trabajos de rehabilitación, la respuesta ha sido limitada por la falta de equipo y presupuesto.
El funcionario explicó que el municipio cuenta con una geografía complicada para el mantenimiento de redes hidráulicas, ya que la zona está atravesada por tres ríos —la Mahaca, la Claro y la Oaxaca—, lo que hace imposible realizar obras de desviación o canalización.
“Es muy difícil hacer un desvío de esos ríos, porque son demasiado grandes”, comentó.
Aseguró que se busca evitar que los caminos o la maquinaria pesada modifiquen el cauce, una práctica que en años anteriores ha provocado desbordamientos y daños a la infraestructura.
Advirtió que los riesgos persisten y que será necesario continuar con labores de prevención y mantenimiento, especialmente en las comunidades más vulnerables y de difícil acceso.
Finalmente, Montero García insistió en que el caso de Tamazunchale refleja la desigualdad en la capacidad de respuesta entre municipios grandes y pequeños.
Las 22 comunidades afectadas, indicó, son ejemplo del rezago que todavía enfrentan regiones rurales como la Huasteca Potosina, donde la falta de inversión sostenida en infraestructura básica sigue siendo uno de los principales retos para garantizar el acceso al agua y al saneamiento.





