Por Victoriano Martínez
La protección del medio ambiente en el Estado ha enfrentado en el actual sexenio una amenaza permanente que potencia todos los riesgos que pudiera enfrentar ante actitudes depredadoras por parte del ser humano: autoridades ambientales que no cuentan con ningún escrúpulo para simular que lo protegen.
Cuando el gobernador Ricardo Gallardo Cardona anunció un inverosímil programa de reforestación para la Sierra de San Miguelito con un millón de árboles, Sonia Mendoza Díaz, titular de la Secretaría de Ecología y Gestión Ambiental, se apresuró a aprovechar una reunión con funcionarios de SEMARNAT para asegurar que tenía la finalidad de coordinar el fantasioso programa.
El desmentido por parte de Angélica Montañez Rivera, representante de SEMARNAT en el Estado, además de descartar que se haya tratado el asunto en la reunión, exhibió que las únicas reforestaciones coordinadas con esa dependencia federal han estado a cargo de los Guardianes de la Sierra de San Miguelito.
Aun así, la versión de la reforestación de la Sierra de San Miguelito se llevó al extremo de asegurar que se aplicaría sin las autorizaciones necesarias y afirmar que los árboles ya se le habían comprado a la Secretaría de la Defensa Nacional. Si esa adquisición no llegó a la Sierra, ¿dónde están las plantas?
No es la única ocasión en la que este gobierno ha aparentado la realización de acciones en favor del medio ambiente y la variedad de desplantes ambientalistas de un gobierno verde-ecologista alcanza para mucho más que inventar reforestaciones masivas: pretender la creación de un Área Natural Protegida estatal para salvaguardas especies inexistentes en el lugar.
Así pasa con la propuesta de Área Natural Protegida (ANP) del Parque Urbano de Villa Hidalgo que, para colmo, desde el pasado 12 de noviembre Mendoza Díaz ya dio por hecho que cuenta con declaratoria, cuando la misma aún no ha sido publicada en el Periódico Oficial del Estado.
La propia SEGAM describe en una infografía los pasos para que se declare una ANP estatal, que concluyen con la publicación de la declaratoria en el Periódico Oficial del Estado.
El proceso descrito por esa dependencia señala seis pasos para lograr una ANP estatal y el caso del Parque Urbano de Villa Hidalgo, de acuerdo con la información disponible, se encuentra en el quinto, aunque con deficiencias que tendrían que ser consideradas para determinar si realmente se cumplieron los dos últimos.
Las deficiencias que expone Pedro Nájera Quezada ponen en duda que se haya realizado con todo el rigor el Estudio Técnico de Factibilidad (ETF), lo que podría ser considerado como un incumplimiento del cuarto paso.
Aun si se pudiera considerar como efectivamente realizado el ETF, el siguiente paso del procedimiento podría ser señalado como incompleto en tanto que no se cumplieron requisitos específicos que marca la Ley Ambiental del Estado.
El artículo 32 de esa Ley prevé que los estudios que justifiquen la creación de la ANP se sometan a consulta pública por 30 días naturales “contados a partir de su publicación sintetizada en el Periódico Oficial del Estado “Plan de San Luis”, así como en alguno de los diarios de mayor circulación en la Entidad”.
La SEGAM se limitó a publicar en el Periódico Oficial un aviso en el que pone a disposición del público el ETF en sus oficinas y en su sitio Web, pero en ningún momento establece cuál sería el mecanismo para que los interesados pudieran formular sus observaciones.
Un aviso que incumple con la disposición que establece que la “publicación sintetizada” de los estudios no sólo en el Periódico Oficial, sino también en “alguno de los diarios de mayor circulación en la Entidad”, de lo que tampoco existe evidencia. Durante todo este año, la SEGAM sólo ha enviado una publicación al órgano oficial estatal y fue el aviso incompleto para la consulta.
En sentido estricto, el quinto paso no se ha cumplido y, en consecuencia, la declaratoria que Mendoza Díaz da por hecho desde el pasado 12 de noviembre no tendría por qué ser posible, a menos que se pretenda incurrir en un acto más al margen de la legalidad de tantos que han caracterizado a este sexenio.
Un proceso tan desaseado para declarar la ANP Parque Urbano de Villa Hidalgo que le resta toda la credibilidad al ETF y a la propia intención de la declaratoria que vuelve pertinente la pregunta: ¿qué es lo que realmente buscan al crear esa Área Natural Protegida?

