María Ruiz
Aunque la seguridad preventiva en la avenida Carranza ha mostrado avances, comerciantes y vecinos señalaron que estos esfuerzos siguen incompletos mientras no exista una actuación efectiva de la Policía de Investigación (PDI).
Alberto Narváez Arochi, vocero del Corredor Cultural Carranza, afirmó que la ausencia de seguimiento a los delitos permite que los responsables vuelvan una y otra vez a operar en la zona.
“Tenemos presencia policial y lo reconocemos, pero cuando ya ocurre un delito, la investigación se queda corta. Los mismos individuos regresan a los pocos días y la comunidad se da cuenta”, dijo Narváez Arochi, al advertir que la impunidad ha comenzado a generar desánimo entre comerciantes.
El vocero recordó que, tras la recuperación de la casona de Carranza, se esperaba un descenso sostenido en los incidentes delictivos. Sin embargo, el problema actual ya no es la falta de vigilancia municipal, sino la carencia de procesos sólidos que permitan detener y sancionar a quienes reinciden.
“La rehabilitación del espacio ayudó muchísimo, pero si la PDI no investiga y no arma las carpetas, el delito solo se mueve de lugar”, afirmó.
De acuerdo con Narváez Arochi, la coordinación entre el corredor y la policía municipal ha permitido detectar patrones claros de operación: parejas de asaltantes que actúan en horarios de baja afluencia y personas que han sido identificadas varias veces, sin que exista una consecuencia legal.
“Los vecinos ya reconocen a ciertos perfiles. Eso no debería pasar si hubiera investigaciones que se siguieran hasta sus últimas consecuencias”, subrayó.
Si bien reconoció mejoras recientes en alumbrado, rondines y recuperación de espacios, el siguiente paso —y el más urgente— es que la procuración de justicia cierre el círculo.
“Prevenir es fundamental, pero sancionar es lo que realmente inhibe. La ley establece castigos mayores para quien reincide; el problema es que nadie está documentando esas reincidencias”, sostuvo.
Narváez Arochi reiteró que la recuperación económica de Carranza depende directamente de garantizar un entorno seguro, por lo que hizo un llamado a que la PDI “haga su parte” y consolide investigaciones que permitan frenar los ciclos de impunidad.
“Queremos una avenida viva, con gente, con movimiento; pero para que eso pase, el mensaje debe ser claro: si cometes un delito en Carranza, habrá consecuencias”.





