Por Victoriano Martínez
El martes, Sonia Mendoza Díaz, titular de la Secretaría de Ecología y Gestión Ambiental (SEGAM), pretendió desmentir la existencia de errores en el Estudio Técnico de Factibilidad para la creación de un Área Natural Protegida (ANP) en Villa Hidalgo con un argumento que la exhibía personalmente, y este miércoles lo convirtieron en comunicado que ha exhibido a la institución.
Mendoza Díaz quiso descalificar los señalamientos hechos por el agroecólogo Pedro Nájera Quesada sobre la inclusión de especies inexistentes en la zona que se busca declarar ANP con la afirmación de que el especialista se confundió con los datos generales proporcionados por el INEGI que por metodología se mencionan con los que después se precisan como especies realmente presentes en la zona.
“Más adelante se detalla exactamente cuáles son las plantas y la fauna endémica del lugar, ojalá y se pongan un poquito a revisar la documentación y sepan que no es como se sacó la nota que está tergiversada”, afirmó.
Quien da señales de no haber revisado la documentación es Mendoza Díaz, y la propia SEGAM con su comunicado, dado que las especies señaladas como inexistentes aparecen justo en los apartados en los que “más adelante se detalla exactamente cuáles son las plantas y la fauna endémica del lugar”.
En el caso de especies de flora, a partir de la página 27 donde comienza el listado de especies presentes en la zona de la pretendida ANP y hasta la 32, se mencionan las especies que no existen en esa área marginatocereus marginatus, echeveria coccinea, muhlenbergia microsperma y Stenocactus arrigens.
Como fauna inexistente y mencionada en el Estudio a partir de la página 33 aparecen phrynosoma cornotum, sceloporus horridus, sceloporus poinsetti, neotoma albigula, peromyscus manicularis y taxostoma dorsale.
Mendoza Díaz no sólo exhibió que desconoce el contenido del documento que intentó defender, sino que además mostró su limitada comprensión de lo que es información pública, el nulo seguimiento que le da a los asuntos de los que debe ocuparse y su desconocimiento sobre el órgano de difusión oficial del Estado.
“Con mucho gusto está a su disposición el proyecto de decreto que se va a publicar o que no sé si ya se publicó en el diario oficial, pero por supuesto que está, es pública la información, por supuesto que si la solicitas con mucho gusto te la doy”, dijo.
Tan poco interés le despierta a Mendoza Díaz el Área Natural Protegida de Villa Hidalgo que no sabe si el decreto “se va a publicar o que no sé si ya se publicó en el diario oficial”.
Quien esté cerca de la funcionaria le podría informar que en el Diario Oficial nunca se va a publicar su proyecto de decreto porque ese es el órgano de difusión oficial de la Federación. De paso, avísenle que aún no aparece en el Periódico Oficial del Estado, donde en todo caso ya tendría que estar publicado.
“Es pública la información, por supuesto que si la solicitas con mucho gusto te la doy”, le dijo a Desiree Madrid, de Astrolabio Diario Digital, con toda su vocación de mala burócrata que confunde el derecho de acceso a la información pública con un trámite obligado, máxime que el artículo 32 de la Ley Ambiental del Estado la obliga a poner el Estudio Técnico de Factibilidad a disposición del público para consulta.
En la aclaración oficial de la SEGAM, a propósito, se afirma que se cumplió con “los procedimientos formales y la consulta pública que establece la Ley. Desde el inicio, el proyecto ha permanecido a disposición de académicos, especialistas y ciudadanía interesada, garantizando un proceso abierto, transparente y participativo”.
Justo porque fue posible consultar el Estudio es que el académico Nájera Quesada pudo analizar el documento y detectar las fallas que expuso en declaraciones a Astrolabio, pero si se hicieron públicos los señalamientos de esa manera tiene que ver con que la SEGAM en ningún momento promovió la consulta pública ni estableció mecanismos de participación.
¿Puso el Estudio Técnico de Factibilidad a disposición? Sí, y aún se puede consultar aquí. Por eso está de más aquello de eso de que “es pública la información, por supuesto que si la solicitas con mucho gusto te la doy”.
¿Se cumplió con la consulta pública? No. En ningún momento hubo una convocatoria abierta a toda la población, no hubo difusión sobre la misma ni se establecieron mecanismos de participación. Limitarse a poner a disposición el documento sin ningún esfuerzo de divulgación y convocatoria al público no cubre lo mínimo de una consulta pública.
No reconocer errores cierra toda posibilidad de corregirlos, a menos que no se tenga esa intensión por otro interés.
¿Acaso se incluyeron especies inexistentes para usarla para obtener mayores subsidios de programas federales como el de Conservación para el Desarrollo Sostenible (Procodes), el Programa para la Protección y Restauración de Ecosistemas y Especies Prioritarias (Prorest) o el Fondo para Áreas Naturales Protegidas (FANP)?
Una hipótesis que el propio Nájera Quesada mencionó al denunciar la inclusión de especies inexistentes dentro de la zona que se pretende declarar Área Natural Protegida en Villa Hidalgo.



