Fernanda Durán
El Congreso del Estado se convirtió este jueves 27 de noviembre en tribuna de reproches hacia el rector de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí (UASLP), Alejandro Zermeño Guerra, luego de que no acudiera a la reunión de trabajo convocada por la Comisión de Hacienda para revisar el presupuesto universitario rumbo a 2026.
Esto pese a que desde el martes Zermeño Guerra notificó por oficio que no podría asistir por motivos de agenda y había propuesto reprogramar el encuentro en una sede neutral durante la primera semana de diciembre.
En rueda de prensa, la diputada presidenta de la Comisión de Hacienda, María Dolores Robles Chairez, informó que esperaron 20 minutos la llegada del rector antes de dar por cancelada la reunión y fijar postura pública.
Explicó que el objetivo del encuentro era estrictamente técnico y de carácter financiero: “quiero expresar que la reunión convocada con el rector de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí tenía un objetivo muy claro: generar un espacio de diálogo técnico abierto y respetuoso para revisar la información presupuestaria, y atender con seriedad y transparencia cualquier injuria relacionada con el ejercicio fiscal correspondiente”.
Robles Chairez subrayó que el análisis del presupuesto es atribución constitucional del Poder Legislativo y que por ello el Congreso es “el espacio idóneo” para revisar los temas financieros de cualquier institución pública, incluida la UASLP.
“Es importante señalar que el Congreso del Estado, por mandato constitucional, es el poder facultado para llevar a cabo el análisis, la discusión y dictaminación del presupuesto de egreso”, sostuvo, antes de lamentar que “el rector no haya asistido a esta reunión”.
Mientras que el diputado del PVEM, Luis Fernando Gámez Macías, fue uno de los más duros en sus señalamientos quien, tras agradecer la presencia de legisladores y funcionarios de la Secretaría de Finanzas, calificó la ausencia de Zermeño como un mensaje de desprecio hacia el Poder Legislativo.
“Lamento mucho la actuación del rector de la Universidad Autónoma, ese desdén con el que mira el Congreso, con el que trata de polarizar a la sociedad y, por supuesto, la ausencia en esta mesa de alto nivel y de trabajo a la que has convocado”, afirmó.
Añadió que el Congreso no pretendía convertir la reunión en una comparecencia política, pero que el rector pudo haber temido cuestionamientos.
“Como preguntarle por qué tiene una burocracia dorada que gana más de 200 mil pesos al mes cuando a los maestros se les paga 80 pesos la hora apenas o quizás otros temas como el tema que ocurrió en Derecho”.
Por su parte, el coordinador parlamentario del PVEM y presidente de la Junta de Coordinación Política (Jucopo), Héctor Serrano Cortés, insistió en que el Congreso respeta la autonomía universitaria, pero que ésta “no es un cheque en blanco, ni convierte a alguien en virrey”.
Subrayó que el análisis del presupuesto debe darse en el recinto legislativo y no en espacios externos, en alusión a la propuesta del rector de reunirse en un hotel o lugar neutral.
“La respuesta fue que nos invitan ahora, me parece que a un hotel, como si fuéramos el club de tobi y como si esta institución no mereciera el respeto”, señaló. “Desdeñar al Congreso es desdeñar al pueblo de San Luis Potosí, argumentando una autonomía que por supuesto no es justificable cuando se usa solamente para evitar transparentar”.
Serrano también cuestionó que se hable de autonomía para evadir la rendición de cuentas sobre recursos públicos y que el Congreso no se coludirá “con ningún servidor público para hacer ocultamiento de cifras”.
Incluso afirmó que ha habido “amenazas veladas” sobre la posible toma del Congreso por grupos de estudiantes, a los que comparó con “porros”, aunque no presentó elementos que vinculen esas expresiones directamente con la Universidad.
“Pareciera que ya van a querer generar también su bloque de estudiantes que en la Universidad Nacional Autónoma de México lo conocemos como porros, para tratar en aras de la autonomía tomar las instalaciones del Congreso”.
En contraste, el diputado de Movimiento Ciudadano, Marco Gama Basarte, planteó un tono más conciliador, al reconocer el respeto a la autonomía de la UASLP y que “cualquier disputa de instituciones públicas es un desperdicio de recurso, de tiempo y de esfuerzo”.
Propuso que, más que profundizar el conflicto, se construya una mesa de trabajo amplia que incluya a los tres poderes, al Gobierno Federal y a instancias como la Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación Superior (ANUIES), para revisar el caso de la universidad potosina y mejorar los procedimientos presupuestales.
“Más que una confronta, hay una oportunidad de trabajo”, expresó.
No obstante, las diputadas del PVEM, Roxana Hernández y Leticia Vázquez Hernández, aprovecharon el espacio para exponer preocupaciones que rebasan el plano financiero. La primera recordó que, en un parlamento de mujeres jóvenes, universitarias denunciaron violencia de género al interior de la institución y cuestionó la dependencia de las unidades de género respecto de la Defensoría universitaria.
Vázquez, por su parte, calificó lo ocurrido como “una gran descortesía” del rector hacia el Legislativo y que en octubre el Congreso realizó modificaciones al presupuesto para apoyar a la UASLP.
“Los 27 diputados estuvimos de acuerdo en realizar la modificación porque responde a un bien superior, la educación y el buen funcionamiento de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí. Es por lo cual no entiendo por qué no comparecer si lo estamos haciendo de una manera amigable y en el recinto legislativo, donde debe de ser escuchadas todas las personas y todas las instituciones, no en un lugar cómodo que cada quien le parezca señalarlo donde quiera”.
La presidenta de la Directiva, Sara Rocha Medina, cerró la ronda de intervenciones para lamentar la ausencia del rector en un ejercicio que reproducía el modelo aplicado una hora antes con el Consejo Estatal Electoral y de Participación Ciudadana (Ceepac), donde se revisaron necesidades institucionales de cara al presupuesto.
“No nada más me preocupa, me da tristeza que el señor rector no haya asistido a este diálogo, porque al final del día es una reunión de trabajo institucional de entes autónomos junto con un Poder Legislativo”, expresó.
Además, afirmó que el rector “perdió la oportunidad” de plantear directamente sus necesidades presupuestales y que el objetivo era apoyar “poco o mucho” a la universidad.
Durante la sesión con medios, Robles Chairez evitó adelantar si la inasistencia del rector tendrá consecuencias en el presupuesto para 2026 y si se mantendrá el monto propuesto por el Ejecutivo o se repetirá el del año pasado.
“Seguimos en análisis la comisión (…) no te puedo decir que ya queda definido, apenas iniciamos el día de mañana con las programaciones correspondientes”, respondió.
Fue reiterativo el mensaje de que el tiempo “idóneo” para esta mesa de trabajo era esta semana, en la antesala del análisis de la Ley de Ingresos y del Presupuesto de Egresos.
Aunque los diputados insistieron en que la cita de este jueves era de carácter financiero y que el Congreso “mantiene la puerta abierta” para futuras reuniones, también dejaron claro que no aceptarán trasladar la sede de estos encuentros fuera del recinto legislativo.
“Para que ya no haya desgaste de que los invito al bar de la esquina, al restaurante al lado. No, no, no, este es un trabajo institucional”, sostuvo Serrano.
Al mismo tiempo, evitaron precisar si impulsarán una nueva invitación al rector o si, tras la cadena de oficios cruzados, darán por cerrada esta etapa y se limitarán a definir el presupuesto universitario sin la presencia de Zermeño Guerra en el Congreso.
En la reunión se hicieron presentes la mayoría de los diputados y diputadas de la bancada del Partido Verde Ecologista y el Partido del Trabajo; integrantes de diversas bancadas como Aranzazu Puente Bustindui del Partido Acción Nacional; Carlos Arreola Mallol, de Morena; Crisógono Pérez López, de Nueva Alianza; la priista Sara Rocha Medina y Marco Gama Basarte de Movimiento Ciudadano.





