Académicos de Derecho entregan al CDU documento en defensa de terna

Fernanda Durán

Tras casi diez días de recabar firmas, decenas de docentes de la Facultad de Derecho “Abogado Ponciano Arriaga Leija” entregaron este martes 2 de diciembre a la Secretaría General de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí (UASLP) un oficio dirigido a los consejeros y consejeras del Consejo Directivo Universitario (CDU), en el que fijan postura frente a la controversia por la designación de la próxima dirección de la entidad académica.

El documento —fechado el 21 de noviembre, pero formalmente recibido este miércoles— busca incidir en la discusión luego de que el CDU devolviera la terna original al Consejo Técnico Consultivo por dudas en el proceso de selección.

En el texto, los firmantes manifiestan si “anuencia con la conformación de la terna propuesta por el Honorable Consejo Técnico Consultivo de esta Facultad”, así como con el procedimiento mediante el cual fue integrada.

Aseguran que durante la sesión del 20 de noviembre se observaron en las formalidades establecidas, tanto en el Estatuto Orgánico como en el Reglamento Interno de la Facultad, y que la deliberación contó con representantes legalmente electos de todos los sectores.

El grupo sostiene que las tres personas candidatas, Luz María Lastras Martínez, Jesús Javier Delgado Sam y Georgina González Cázares, “cuentan con la experiencia, la capacidad y el perfil necesarios” para ocupar la dirección, al considerar que poseen atributos como liderazgo, apertura al diálogo y capacidad de toma de decisiones.

Subrayan que dos de ellas fueron electas previamente como consejeros maestro ante el CDU lo cual, a su juicio, acredita su reconocimiento dentro de la comunidad.

El oficio también enfatiza que la integración de ternas es una facultad exclusiva de los consejos técnicos, y que desconocer esa atribución afectaría la legalidad interna.

Los académicos citan textualmente el marco normativo:

“El Consejo Técnico respectivo, reunido en asamblea, valorará en conciencia los
documentos e información proporcionada por los candidatos, desestimando a quienes no reúnan los requisitos estatutarios; y , de entre los que hubiesen cumplido con los mismos, bajo el referido sistema de valoración, aprobará una terna de quienes a su criterio resulten los más aptos e idóneos para ocupar el cargo, lo que se hará con el voto de la mayoría de los integrantes del Consejo Técnico”.

A partir de ello, afirman que no existe “norma alguna que faculte a las personas miembros de H. Consejo Directivo Universitario a vetar, excluir, interpelar, censurar o modificar su conformación o cuestionar su determinación”.

En el pronunciamiento aparece en su tercer apartado donde los firmantes se declaran “enérgica, categórica y contundentemente en contra de los actos porriles de una minoría” que, según exponen, ha generado un clima de “inestabilidad, división e incertidumbre” en la facultad.

Aseguran que un grupo intenta aprovechar “ruin, descarada, mezquina e injustificadamente la delicada situación por la que pasó nuestra facultad”, en alusión a las protestas y tensiones derivadas tanto de la crisis interna como del proceso de sucesión en la dirección.

El documento también critica lo que describen como una “protesta perpetua e infundada”, a la que atribuyen motivaciones de protagonismo. Sostienen que la mayoría del personal académico había mantenido silencio “por prudencia y búsqueda de la concordia”, pero que las circunstancias actuales hicieron “imprescindible” fijar postura.

En su petición final, los docentes solicitan al CDU “tener en consideración lo expuesto supralíneas al momento de llevar a cabo la designación y nombramiento de la persona titular de la Dirección de la Facultad de Derecho” y que dicho proceso debe respetar las facultades del Consejo Técnico Consultivo, “propios y exclusivos” conforme al Estatuto Orgánico.

La entrega de este documento ocurre mientras el Consejo Técnico continúa sin emitir una nueva terna, en medio de cuestionamientos sobre la transparencia del proceso, denuncias por violencia política y una creciente polarización entre académicos, estudiantes y autoridades. Su recepción por parte de la Secretaría General abre un nuevo capítulo en el debate interno que marcará la definición de la próxima dirección de la facultad.