Fernanda Durán
La reforma electoral que obliga a los partidos a postular únicamente mujeres para la gubernatura de San Luis Potosí en 2027 comenzó a reordenar el discurso y las estrategias internas de las fuerzas políticas, aunque sin derivar todavía en destapes formales.
En su lugar, el nuevo marco legal ha expuesto apoyos sin matices, respaldos condicionados y críticas internas que, como advirtió la consejera de Movimiento Ciudadano, Marvely Costanzo, cuestionan si la bandera de la paridad es utilizada para fines políticos ajenos a la igualdad sustantiva, además del fondo y la forma en que se aprobó el cambio constitucional.
Desde el PRI, su dirigente estatal y coordinadora parlamentaria, Sara Rocha Medina, defendió abiertamente la reforma y la colocó como parte de una lucha histórica impulsada por su partido.
“Estamos a favor del tema de las mujeres, es indiscutible”, afirmó, al recordar que el PRI promovió primero el esquema 70-30 y posteriormente el 50-50 en cargos de elección popular.
A su juicio, la reforma evita que las mujeres sean descartadas de la competencia y ayuda a que “se hagan realidad los temas por los que hemos venido luchando”.
Aunque evitó adelantar nombres para la gubernatura, Rocha reconoció que el PRI ya trabaja con perfiles femeninos en distintos niveles como la diputada Frinné Azuara y ella misma. También dejó abierta la posibilidad de respaldar a perfiles masculinos que decidan impugnar la reforma.
“Están en todo su derecho, o sea, eso es indiscutible. Los ayudaremos a que tampoco sientan que les estamos cerrando la puerta, porque no lo vamos a hacer, y todos aquellos que quieran hacerlo, con mucho gusto estamos listos para poder apoyarlos como partido y seguir caminando con ellos, porque este no es un tema de lucha entre hombres y mujeres, es un tema de pro para que las mujeres puedan lograr tener la oportunidad de ser gobernadoras”.
En Movimiento Ciudadano, el diputado y dirigente estatal Marco Gama Basarte defendió el voto a favor de la reforma y que este fue consensuado con la dirigencia nacional del partido, además de rechazar que la medida tenga destinataria específica y llamó a no reducirla a intereses personales.
“Hay una percepción equivocada de que esta ley va dedicada a una persona”, dijo, al señalar que el nuevo esquema obliga a todos los partidos a competir con candidaturas femeninas y a generar condiciones equitativas.
A diferencia de otras fuerzas políticas, Gama sí mencionó posibles perfiles femeninos dentro de su partido, como Marvelly Costanzo, Paola Longoria y Josefina Salazar, además de anunciar un ejercicio de participación ciudadana para definir candidaturas.
Reconoció que MC tenía aspirantes varones, pero el momento exige “ver más allá” y asumir la reforma como un cambio que impactará la vida democrática del estado.
Gama minimizó el impacto político de las posibles impugnaciones anunciadas por otros partidos como Acción Nacional y que estas responden más a intereses particulares que a una discusión de fondo sobre derechos.
Consideró legítimo que se recurra a las vías jurídicas, pero su partido se mantendrá atento tanto a la resolución de esos recursos como a los cambios que puedan derivarse de una eventual reforma electoral federal.
En paralelo, confirmó que hasta el momento Movimiento Ciudadano mantiene la línea de competir en solitario en el proceso de 2027, aunque dejó abierta la posibilidad de acuerdos con fuerzas locales, cualquier alianza con partidos nacionales será una decisión que corresponda exclusivamente a la dirigencia nacional.
Sin embargo, el respaldo institucional de Movimiento Ciudadano no es unánime. La presidenta del Consejo Estatal y consejera nacional del partido, Marvely Costanzo Rangel, lanzó una de las críticas más severas al proceso legislativo y al contenido de la reforma, al advertir que fue aprobada sin consultas previas.
“No se consultaron ni siquiera los colectivos feministas, tampoco a los grupos de mujeres que estamos en distintos partidos políticos”, señaló, al cuestionar el carácter acelerado del dictamen.
Costanzo consideró que la reforma no necesariamente fortalece los derechos de las mujeres y advirtió sobre un posible uso político de la causa feminista.
“No está favoreciendo a las mujeres como pareciera. Me parece una instrumentalización utilizando esta lucha de género que ha sido genuina durante muchísimo tiempo”, afirmó, al recordar que la presidenta Claudia Sheinbaum llegó al cargo sin una obligatoriedad de este tipo.
La ex candidata a la gubernatura en 2021 también puso en duda el impacto democrático de la medida y que podría afectar derechos humanos, incluidos los de las propias mujeres.
“Antes que feminista, soy demócrata”, expresó, al señalar que la paridad ya existía a nivel nacional sin necesidad de imponer el género del cargo. Incluso reconoció no conocer las razones que llevaron a su partido a votar a favor.
“Tendríamos que sentarnos a analizar y que nos expliquen qué fue lo que motivó esta votación”.
Finalmente, Costanzo alertó que la reforma podría replicarse en otros estados y sobre el riesgo de que se utilice para consolidar proyectos de poder locales.
“Pareciera que esta ley busca perpetuar el cacicazgo que se está gestando aquí en Palacio de Gobierno. O sea, esto no es una ley que se está aprobando para favorecer a ninguna mujer, más que a una que se está instrumentalizando para perpetuar el casicazgo de Gallardo”.
A un par de días de su aprobación, la reforma paritaria no ha producido aún definiciones claras de candidaturas, pero sí ha dejado al descubierto las tensiones que atraviesan a los partidos: entre el respaldo al discurso de igualdad sustantiva, las dudas sobre su constitucionalidad, las críticas al procedimiento fast track y el debate de fondo sobre si la medida amplía derechos o los instrumentaliza.





