El relucir de la excusa

Abelardo Medellín

Ante la aprobación de la ya famosa a nivel nacional “Ley Gobernadora”, “Ley Ruth” o “Ley Esposa” en San Luis Potosí, el gobernador potosino Ricardo Gallardo Cardona no perdió la oportunidad para estrenar la excusa que el Consejo Estatal Electoral y de Participación Ciudadana (Ceepac) le otorgó cuando decidieron hacerle el trabajo sucio al Ejecutivo.

Hace unos días, en vísperas de que fuera votada la iniciativa de ley por la cual el Ceepac propuso que en el 2027 las candidaturas para la gubernatura fueran integradas exclusivamente por mujeres, en este espacio afirmamos que esta nueva norma serviría a dos propósitos evidentes: el primero, facilitar la elección de Ruth González Silva como candidata por el PVEM; y el segundo, que el gobernador Ricardo Gallardo tuviera una justificación para lavarse las manos y afirmar que la postulación de su esposa es en atención a lo propuesto por el Consejo Estatal Electoral y no por sus intereses.

No paso ni una semana de que la ley fue aprobada en el Congreso del Estado y Gallardo Cardona ya presumió la excusa que, muy probablemente, los ciudadanos de San Luis Potosí van a escuchar de forma recurrente los próximos meses.

“Lo quiero dejar claro aquí con ustedes, como lo hice en San Luis Potosí, el tema de la reforma electoral en San Luis Potosí obedece a un mandamiento que el Ceepac tuvo que haber hecho desde el 2021”.

Luego de adjudicarle toda la responsabilidad del acto al consejo, a Gallardo se le preguntó si esta no era una reforma para beneficiar a un perfil en específico, ante lo cual, con ironía contestó:

“No, para nadie, lo hubiera presentado yo”.

La soltura con la que el gobernador potosino acepta frente a los medios que la reforma aprobada era una de sus diversas alternativas para asegurar su proyecto transexenal, muestra que para Gallardo Cardona esta era la alternativa sencilla, pero no era su primera opción.

Gallardo Cardona tiene la certeza de que su cinismo fuera aún más grosero (si es que eso fuera posible) él pudo haber enviado una reforma similar, menos técnica, más demagógica, con mayor urgencia… y aún con el sello del Ejecutivo encima, ningún diputado hubiera puesto la iniciativa en duda; los diputados traidores del PAN, MC y PRI igual le hubieran ayudado a alcanzar la mayoría; la reforma se hubiera aprobado; el Ceepac nada habría dicho, los cabildos todo habrán aprobado, el tribunal local poco hará contra las medidas.

El gobernador necesitaba que la reforma viniera de alguien más para no tener que hacer uso de la impunidad con la que, diariamente, su gobierno emprende abusos, violaciones a la ley y atentados contra el orden democrático.

Esa es la gran simulación a la que aspira el jefe del Ejecutivo; pretender que no necesita de su aparato político para imponer su voluntad y con ello inventar un escenario donde la continuidad de su linaje sea una coincidencia política y no un entramado de concesiones que entidades como el Ceepac le facilitaron.

La pretensión de levantar sobre el estado una nueva farsa social, una que duraría otro sexenio, hace necesario el rechazo categórico hacia la fábula del “triunfo casual”; hoy, el mayor acto de civilidad y ciudadanía, es denunciar y censurar la narrativa de que estas “son las reglas del juego”. No son las reglas del juego, son las imposiciones de un mismo jugador.

Las opiniones aquí expresadas son responsabilidad del autor y no necesariamente representan la postura de Astrolabio.

Es Licenciado en Ciencias de la Comunicación y Maestrando en Estudios sobre la Democracia y Procesos Electorales en el posgrado de Derecho de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí. Ha trabajado como reportero y columnista en los medios digitales La Orquesta y Arco Informativo; actualmente es jefe de información de Astrolabio Diario Digital. Ha sido acreedor de dos premios estatales de periodismo en las categorías de Artículo de Fondo y Periodismo Regional.