Desiree Madrid
San Luis Potosí se ubicó entre las entidades con mayor proporción de hogares sin ingresos por trabajo durante el primer trimestre de 2025, al registrar que 19.7 por ciento de las viviendas no contó con ningún integrante que percibiera salario.
El dato forma parte del Semáforo de Movilidad Social elaborado por el Centro de Estudios Espinosa Yglesias (CEEY), que evalúa las condiciones estructurales que inciden en la capacidad de las familias para mejorar su situación económica.
Con ese porcentaje, la entidad potosina se colocó en el lugar 29 del ranking nacional y fue clasificada dentro del nivel de alta vulnerabilidad, identificado en color rojo. La posición refleja un rezago significativo en materia de inserción laboral remunerada y evidencia que una parte relevante de la población permanece al margen del mercado de trabajo formal.
El indicador considera a los hogares donde ninguna persona obtiene ingresos derivados de una actividad laboral, lo que implica una dependencia mayor de fuentes no salariales. Esta condición incrementa la exposición de las familias a escenarios de inestabilidad económica, particularmente ante el aumento sostenido de precios y el encarecimiento del costo de vida.
En contraste, estados como Quintana Roo, Baja California Sur, y Yucatán, reportan niveles inferiores al 7.5 por ciento de hogares sin ingresos laborales, lo que los coloca en una situación comparativamente más favorable. San Luis Potosí, en cambio, se mantiene por encima de la media nacional y comparte niveles con entidades que arrastran rezagos históricos en desarrollo social.
El análisis del CEEY advierte que este tipo de hogares enfrenta mayores dificultades para romper ciclos de pobreza, ya que hasta dos terceras partes de sus ingresos provienen de fuentes no laborales. Esta dependencia limita la movilidad social y reduce las posibilidades de mejorar las condiciones de vida en el mediano y largo plazo.
Los resultados contrastan con el discurso oficial que resalta el crecimiento económico y la atracción de inversiones en la entidad, pues los datos muestran que estos procesos no se traducen de manera generalizada en empleo remunerado para la población. La falta de ingresos laborales afecta con mayor fuerza a los sectores más vulnerables y a regiones con menor dinamismo productivo.
El semáforo de movilidad social coloca así a San Luis Potosí frente a un problema estructural: la necesidad de generar empleos formales y mejor remunerados que permitan reducir la proporción de hogares que sobreviven sin ingresos provenientes del trabajo y, con ello, ampliar las posibilidades reales de movilidad social en la entidad.





