Estela Ambriz Delgado
Guardianes de la Sierra de San Miguelito consideró que la protección de las áreas naturales y del proceso hidrológico debe llevarse a cabo en toda la Ruta Wixárika por los Sitios Sagrados a Wirikuta, pues el decreto estatal de Área Natural Protegida (ANP) es insuficiente e inclusive ha sido permisivo con proyectos extractivistas.
El colectivo coincidió que es urgente que se refuerce su protección y se extienda a toda la ruta, así como lo plantea la propuesta de una moratoria efectiva de concesiones y el reconocimiento de Wirikuta como zona de salvaguarda hidro-cultural, para atender la sobreexplotación del acuífero Vanegas-Catorce y darle inclusive a el reconocimiento como sujeto de derecho.
Ante la relevancia de la declaratoria de la Ruta Wixárika por los Sitios Sagrados a Wirikuta como Patrimonio Mundial de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), añaden todos los sitios que forman parte a la propuesta de los investigadores José Luis Silván Cárdenas y Tunuari Roberto Chávez González.
“Toda la ruta debe tener mecanismos que refuercen la protección y salvaguardar el proceso hídrico, también proteger la planta sagrada y fortalecer el ritual. Es una medida congruente y que debe estar impregnada en las diferentes áreas naturales y los sitios que tienen esta emblemática clasificación como Patrimonio Histórico de la Humanidad, y eso también debe ser atendido desde el punto de vista cultural, social, y científico”.
Además, Guardianes de la Sierra coincidió con el planteamiento del Consejo Hídrico Estatal de establecer declaratorias de áreas hidrológicas protegidas, pues también es una forma de cerrarle el paso a los proyectos extractivistas y de alto impacto que existen en la región, es decir, en contra de las grandes corporaciones.
Se precisó que son decisiones estructurales que deben de ser tomadas por el gobierno de la República y por las autoridades federales en materia ambiental, como la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), pues existe el problema de la injerencia de la autoridad estatal, su poco interés y falta de preocupación para que se concreten proyectos como un modelo piloto para la implementación de la categoría “Área de Protección Hidrológica”.
Además se señaló el tema de un ANP como la que existe en Wirikuta, que es un decreto estatal y su sentido ha sido permisivo para actividades extractivistas, es que no tiene el contexto ni el contenido que debiera tener un área de tal importancia, por lo que es necesario impulsar un modelo de declaratoria que tenga su propia dinámica e inercia.
Guardianes de la Sierra detalló que debe abarcar el corredor ceremonial de más de 500 kilómetros que atraviesa los estados de Nayarit, Jalisco, Zacatecas, San Luis Potosí, y Durango y conecta diversos municipios donde se encuentran más de 20 sitios sagrados.
En el caso de la entidad potosina, además del municipio Catorce, donde se encuentra Wirikuta, pasa por Villa de Ramos, Salinas, Charcas, y Villa de Guadalupe.
“Debe ser una determinación integral, no parcial, en ese sentido es que debemos fortalecerlo, que el ANP y la ruta Patrimonio Histórico no se conviertan en membretes, de ahí deben surgir resultados, y esto también puede ayudar para inhibir de manera definitiva los procesos extractivistas y la irrupción de proyectos de alto impacto en materia agroindustrial”.





