Protección Civil establece “Cero Tolerancia” y plazo límite para regularización de ingenios azucareros

Desiree Madrid

Mauricio Ordaz Flores, titular de la Coordinación Estatal de Protección Civil de San Luis Potosí, emitió un fuerte exhorto a los ingenios azucareros de la región tras detectar graves deficiencias en sus medidas de seguridad y protocolos de respuesta inmediata. El funcionario señaló que, tras diversas inspecciones, se determinó que estas instalaciones “prácticamente están en las cintas” en cuanto a suministros de emergencia, por lo cual se les ha invitado formalmente a regularizarse. Como parte de esta estrategia de prevención, la dependencia está “ofreciendo gratuitamente capacitar a todo su personal” y brindando asesoría con especialistas para que logren corregir las fallas estructurales y operativas que presentan actualmente en sus centros de trabajo.

La preocupación principal de las autoridades radica en el estado crítico de la infraestructura eléctrica y la falta de equipo de atención médica básica dentro de las plantas procesadoras. Ordaz Flores fue enfático al describir riesgos específicos, mencionando que “tienen instalaciones eléctricas que (…) no tienen la canaleta, están realmente en riesgo y eso no lo podemos permitir”. Debido a estas omisiones, se confirmó que ya se han tomado medidas administrativas severas contra uno de los establecimientos, informando que el complejo “ya tiene una área clausurada, es parcialmente una área clausurada que está parcialmente hecha”, específicamente en el sector de las oficinas administrativas donde ocurrió un incidente previo.

Respecto al resto de los ingenios que operan en la zona, el titular de Protección Civil aclaró que no habrá excepciones y que se mantiene una supervisión rigurosa sobre todos ellos. El funcionario detalló que se les está haciendo el exhorto correspondiente para que cumplan con la normativa, advirtiendo que la dependencia acelerará “nuevamente la inspección a cada uno de ellos, en el ámbito de armonizar este tipo de actividad”. El objetivo central de estas visitas técnicas es asegurar que la producción industrial se realice siempre bajo un lineamiento innegociable, el cual consiste estrictamente en “cumplir con las normas de seguridad” para evitar accidentes fatales o daños materiales mayores.

Bajo las instrucciones del ejecutivo estatal, la política de supervisión ha transitado hacia un modelo de “cero tolerancia”, donde el diálogo con los empresarios está condicionado al cumplimiento total de la ley. Mauricio Ordaz Flores explicó que, aunque existe disposición para platicar con los representantes de los ingenios, la prioridad es que la industria “cumpla con todas las especificaciones que marca la ley de protección civil”. Esta postura busca eliminar cualquier margen de discrecionalidad en la aplicación de las normas, garantizando que el crecimiento económico de la zona cañera no se dé a costa de la integridad física de los trabajadores que laboran en condiciones de riesgo eléctrico o falta de primeros auxilios.

El tiempo para que estas empresas realicen las adecuaciones necesarias es limitado, ya que los plazos legales están próximos a expirar según el calendario de la dependencia. El coordinador estatal precisó que los periodos de gracia otorgados originalmente están por terminar, informando que los plazos “se vencen la próxima semana, se vencen los 30 días” para que cada ingenio complete su proceso de regulación. Una vez agotado este tiempo, Protección Civil procederá a evaluar si las observaciones detectadas en las instalaciones eléctricas y en las áreas de seguridad fueron solventadas satisfactoriamente, de lo contrario, se procederá con las sanciones que marca la legislación vigente en la entidad.

Finalmente, el titular de la dependencia reiteró que la finalidad de estas medidas no es punitiva, sino preventiva, buscando siempre salvaguardar la vida humana. Ordaz Flores subrayó que la coordinación a su cargo seguirá vigilante de que cada planta cuente con el equipo y la capacitación necesaria para enfrentar contingencias, manteniendo el monitoreo constante sobre la industria azucarera. La invitación a los directivos sigue abierta para que vean estas inspecciones como una oportunidad de mejora y no como una presión externa, recordando que la meta principal es “resguardar su integridad” y la de todos aquellos que asisten o laboran diariamente en estas instalaciones industriales.