Por Eduardo Delgado
Hoy cumple 40 años de edad el diputado Manuel Barrera Guillén, del Partido Verde Ecologista de México (PVEM). Su negativa a dejar el cargo en el Congreso tras el escándalo de la “Ecuación del Moche” le ganó el repudio popular. Con su reciente reelección como líder estatal de ese instituto político les envió un mensaje a sus detractores, que su deseo es seguir muchos años más…viviendo del presupuesto público, pues basta recordar la frase que recién acuñó: “Yo aquí me quedo…aunque me cueste la vida”.
A la edad de 25 años, en el año 2002, el penúltimo año del sexenio del ex gobernador priista Fernando Silva Nieto, asumió la dirigencia estatal del PVEM, cuyo control refrendó el pasado sábado.
Desde la revelación de la “Ecuación del Moche” a la fecha han transcurrido 105 días. Durante ese periodo se ha hecho público que él y su cónyuge, Yvette Salazar Torres, han acumulado bienes inmobiliarios -casas, departamentos y terrenos- en zonas residenciales de la ciudad con un valor superior a 21 millones de pesos, sumado el precio de cada propiedad.
También fue del conocimiento público el pago de más de 2 millones de pesos a una compañía “fantasma”, por parte del partido cuyo dominio conserva desde hace 15 años.
Asimismo el pago de importantes cantidades de dinero a familiares y amigos por concepto de la prestación de diversos servicios, como “preparación de informes financieros”.
“Acusan a los Barrera de extorsión”, tituló el diario Pulso su sección principal el pasado 20 de junio, en cuya información consignó que Fernando Barrera, hermano de Manuel, entonces Jefe de la Unidad de Información en la Auditoria Superior del Estado, pretendía obtener el pago de un millón 900 mil pesos del Ayuntamiento de Santa María del Río, por concepto de un laudo laboral.
A lo largo de los 105 días ha sido patente el repudio popular contra Manuel Barrera, pues incluso el arzobispo, Jesús Carlos Cabrero Romero, se sumó a la exigencia de su separación de su curul.
El 29 de junio el legislador local hizo publicar una carta abierta en el diario local “El Sol de San Luis”, en la que fijó la postura que mantiene hasta la fecha: “Yo me quedo…así me cueste la vida”.
TRAYECTORIA DE ÉXITOS
Al siguiente año de que se hizo del control de ese organismo político, Manuel Barrera rindió protesta como diputado local, por el principio de representación proporcional, para integrar la entonces LVII Legislatura (2003-2006). A la par su esposa Yvette Salazar fungió como legisladora federal.
Del año 2002 al 2011 -durante nueve años- Manuel Barrera estuvo al frente del partido verde como Presidente o Secretario General.
Durante casi los seis años de la administración del ex gobernador priista, Fernando Toranzo Fernández, fue Secretario de Ecología y Gestión Ambiental (SEGAM), cargo que dejó en el 2014 en manos de su amigo Sergio Cruz Oviedo Lara.
En el año 2014 retomó el cargo de directivo en el partido verde y fue postulado como candidato a diputado plurinominal para integrar la que seguro será recordada como la “Legislatura de la Ecuación de la Corrupción”.
El gobernador en turno, Juan Manuel Carreras López, designó a la esposa de Barrera, Yvette Salazar, como titular de la SEGAM.
Antes, Yvette Salazar fue directora de Ecología en la administración del ex alcalde Mario García Valdez, de donde salió para pasar por un tiempo al cargo de delegada de la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales en el Estado.
A lo largo de década y media Barrera ha logrado una trayectoria política exitosa, que incluye la obtención de presidencias municipales, el acomodo de regidores a su contentillo e incluso negociaciones para postular candidatos, como lo fue el caso de Cándido Ochoa Rojas, hoy diputado federal por el Partido Verde Ecologista.
Tras la supuesta ruptura con el Partido Revolucionario Institucional, Manuel Barrera perfila una alianza con el grupo político encabezado por Ricardo Gallardo Juárez e hijo, Ricardo Gallardo Cardona, quienes a su vez tienen bajo su control al Partido de la Revolución Democrática.
