Abraham y Gerardo: “Hasta que el destino y el tiempo lo decidan”

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Por: Antonio González Vázquez y Eduardo Delgado.

Fotografía: Nahúm Delgado.

 

Astrolabio Diario Digital le presenta la primera parte de la conversación con Abraham Briones Vázquez y Gerardo Vega Díaz, que este sábado 19 de diciembre se convierten en la primera pareja de homosexuales que se unen en matrimonio civil en San Luis Potosí.

 

P: ¿Cómo se conocieron?

Abraham: Como estamos muy arraigados en nuestras casas y por el temor a salir, “nos conocimos por internet”. Lo tenía de contacto en Messenger. No nos conocíamos pero nos llevábamos bien por el internet, platicábamos de vez en cuando y después de un tiempo decidimos conocernos, pero me dejó plantado dos ocasiones y a la tercera aceptó, y fue una de las citas más padres de mi vida.

Porque no fue de ni de media ni de una hora. Duró seis horas la primera cita. No fue planeado. Comenzamos a ver qué seguía después. La comida, la cena, etc. Platicar, caminar. Tanto que nos gustó y al día siguiente, el 7 de mayo de 2006 decidimos a intentar una relación, con todos los temores que teníamos. Principalmente yo, venía de una relación fracasada, que no concluí, con el temor de que se pasará lo mismo.

Yo comencé sin darle el 100% pero poco a poco se fue acumulando para lo que ahorita estamos, nueve años después.

 

P: ¿Existe el amor a primera vista?

Abraham: Así es.

P: ¿Cómo es? ¿Algo asombroso? ¿Qué es lo que hace a uno ver que de ahí eres?

Abraham: Comienza con la primera interacción. Sin conocernos había empatía y allí engancha y al momento de platicar ser sinceros y sacar las cosas espontáneamente, comienzan a decir que esa persona es importante o si vale. Ese día caminamos y no supimos cuánto caminamos, pero caminamos lo que para algunos hubiera sido cansancio, cuando nosotros estábamos a gusto uno con el otro. No sabemos en qué momento llego la media noche y al día siguiente seguíamos platicando en la calle.

 

P: ¿Por qué lo dejaste plantado?

Gerardo: Yo tenía malas experiencias. Tuve rupturas amorosas y no quería saber nada de relaciones. Cuando me invitaba a salir le decía que sí, pero después temía que fuera a ser más de lo mismo y no iba.

Hasta que en esa ocasión decidí ir y nos conocimos, nos agradamos. La plática, nos sentíamos bien juntos, fue cuando me di cuenta que no era igual que otras relaciones y decidimos intentarlo. Igual que él yo no empecé dando el 100%, por las reservas de lo pasado con otras relaciones, algunas dañinas y muy dolorosas.

Con el tiempo creció el sentimiento al grado de que ya tenemos 9 años y dos intentando casarnos.

 

P: ¿De cuántos fracasos venían?

Gerardo: De tres o cuatro.

 

P: ¿Qué tan doloroso es?

Gerardo: Mucho. La gente cree que por que somos personas del mismo sexo no nos enamoramos o no sentimos igual que los heterosexuales, pero es exactamente lo mismo. Uno se enamora. Uno siente, a uno le duele el engaño, la mentira, la ruptura, porque uno se apasiona igual que las parejas normales. Una diferencia es que lo hacemos a escondidas, por la sociedad, existen más posibilidades de ruptura, porque no hay el apoyo de la sociedad. Cuando uno llega a la ruptura…con una pareja rompimos porque a él le daba miedo que su familia se lo encontrara; otra relación rompimos porque se dejaba deslumbrar por muchas personas. Era muy doloroso que uno entregaba todo y no recibía lo mismo.

 

P: ¿Cómo se lograron levantar?

Gerardo: Con el apoyo de mis amigos. Tengo cuatro, ellos son heterosexuales y siempre que me deprimía o algo estaban conmigo. Me han apoyado, van a ser mis testigos. Cuando inicio la relación con Abraham a él lo aceptan tal cual. Somos el mismo círculo de amigos, ellos, él y yo. Uno se levanta es por las amistades, porque desgraciadamente por nuestra situación casi no contamos con el apoyo de la familia, porque no les contamos o porque los papás no aceptan. Por equis situación con la familia, somos muy reservados.

 

P: ¿No están solos?

No.

 

P: ¿De tus amigos no hubo prejuicios?

Gerardo: No. Cuando era adolescente y les comenté a uno de ellos que me sentía apenado, se enojó y me dijo que era algo muy normal y me dijo que no me quería volver a ver mal por lo que yo era. Ese apoyo me ayudó mucho para aceptarme cuando era adolescente y aceptar mi realidad.

El amparo nos lo concedieron en agosto de este año.

Abraham: Lo promovimos desde julio de 2014 en San Luis. Claro que los intentos para casarnos habían sido desde 2013 en el D.F, pero como no somos de allá y que no estaba el juez en el momento.

En una relación lo que importa es el amor, lo que uno siente, pero también si se complementan como pareja, sus actividades profesionales, la percepción de futuro…

 

P: ¿En qué medida esto ayudo más a unirlos, con independencia del cariño sintieron la primera vez?

Abraham: Poco a poco nos dimos cuenta que somos diferentes, compartimos situaciones agradables, pero la mayoría lugares, paseando, Comenzamos a ser diferentes pero decididos intentarlo, decir “vamos juntos, vamos a buscar la manera de disfrutarlo y nos fue agradando. Tal vez como decía Gerardo, convivíamos más con los amigos pero como nos empaparon estamos muy a gusto con ellos, nos fuimos acoplando, teniendo ese cariño y ese aprecio todavía, porque compartimos lo mismo.

Como cualquier pareja tenemos desencantos o momentos de encanto, pero igual logramos resolver las situaciones como corresponde y eso nos lleva a tener más cimentada nuestra relación. Las ideas del futuro…decíamos ‘vamos a México’. La primera vez nos agradó tanto que nuestro lugar favorito para pasear es México y compartimos las mismas situaciones y gustos.

Le empapé el gusto por disfrutarlo y nuestro futuro es vivir allá. El futuro se va generando poco a poco, claro no imponiendo, sino buscando lo que queremos ser los dos y dando el 50, 50…como corresponde.

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P: ¿Dónde va a ser la luna de miel?

Gerardo: Aún no la planeamos. No sabemos si va a ser algo sorpresa, algo que decidamos, vámonos y terminamos en equis lado o nos vamos a una playa. Nos gustó mucho Acapulco y claro que antes pasamos a México, porque es nuestra segunda casa. Tenemos ideas pero con tener nuestro papelito y decir el próximo 20 de diciembre: “Ya somos algo y la ley ya no nos debe negar muchas cosas”, con eso estamos más que bien servidos.

 

P: ¿Cómo puedes describir el amor que sientes por Gerardo?

Abraham: Lo amo mucho porque complementa mi vida, en los momentos en que estoy mal siempre está apoyándome, aunque no me hable, no me diga nada, sé que alguien siempre va a estar allí. El amor es algo único, que siempre esperé, durante mucho tiempo. No fue tanto lo que sufrí pero cuando me aviento a una relación es porque va para largo y esta va para más, porque el amor se siente, se ve y me siento a gusto con él.

 

P: ¿Cómo definirías el amor?

Gerardo: Es una pregunta difícil. Lo describiría como todas las canciones románticas que dicen que es el amor. Cuando estoy con él me siento diferente, muy bien. Sé que estamos para apoyarnos mutuamente, hemos pasado por muchas cosas, que simplemente si no existiera ese amor ya hubiéramos terminado. Nos hemos demostrado que pase lo que pase, en las buenas y en las malas, aun sin un documento estuvimos juntos. Lo que siento por él es algo tan grande que he dejado atrás amigos que no aceptaban la relación. Dejé un tiempo a mi familia porque mi mamá no aceptaba eso. Deje algo a lo que estaba acostumbrado por estar con él.

No se puede describir lo que es un sentimiento pero es algo grande, muy grande. A veces cuando llego a la casa y esta él ahí me alegro porque sé que esta para mí y yo para él. La idea es estar juntos y apoyarnos en todo lo que venga en el futuro.

En esta sociedad tan violenta, en la que se han perdido tantos valores, donde las cosas son ya tan fugaces…

 

P: ¿El matrimonio de ustedes quieren, creen, que llegue hasta el final? ¿Van a luchar por que llegue hasta el final?

Gerardo: Vamos a luchar porque llegue hasta el final, porque hemos sorteado tantas cosas que yo le decía a otro amigo, que es casado y que nos preguntaba cómo le habíamos hecho para durar tanto si es muy difícil que personas del mismo sexo tengan una relación tan duraderas. Yo le decía que no es difícil, que no era conocido era otra cosa, porque hay personas que duran años y que como lo habíamos logrado. Principalmente con respeto, porque nos queremos y nuestro plan a futuro no es casarnos y al año divorciarnos, como muchas parejitas lo hacen.

Si estamos luchando tanto para casarnos, si hemos batallado por casi dos años y medio para obtener el derecho a decir que somos matrimonio, obviamente es porque hemos planeado a futuro durar, hasta que el destino y el tiempo lo decidan, porque tampoco vamos a decir que todo es perfecto.

Como en todas las parejas hay bemoles pero hemos sabido sortearlos y complementarnos. Como él decía, nos enriquecemos uno al otro. Somos muy distintos; a él le gusta un tipo de comida, a mí otra. A él le gusta un tipo de música y a mí otro, pero cuando estamos juntos… por ejemplo vamos a un concierto de música que a él le gusta yo me empapo o vamos algo que a mí me gusta él se empapa y nos vamos enriqueciendo y vamos descubriendo que nuestros gustos se van incrementando y complementando, nos damos cuenta que esta no es una relación pasajera.

 

P: ¿Potosinos?

(Asienten los dos): Potosinos.

 

P: ¿De la capital?

Sí.

 

P: ¿A qué se dedican?

Abraham: Los dos somos profesores. Yo de nivel de educación especial, trabajo con niños con problemas de discapacidad. Igual problemas de discriminación y en el nivel de primaria, pero también en preparatorias.

Gerardo: En la prepa Rocha Cordero que está en el jardín de San Miguelito. Una compañera, a la cual queremos mucho, una gran amiga, que por situaciones médicas no asistirá a la boda pero ella nos insistía mucho en que nos casáramos. El director que teníamos sabía muy bien de nuestra relación y nos aceptaba muy bien. El director que tengo ahorita, cuando le entregue la invitación me dijo: “qué bueno…usted sabe que aquí los tratamos con mucho respeto y les tenemos mucho cariño”.

La parte profesional nos ayudó mucho a no ocultarnos como en otros trabajos.

 

P: ¿Ayuda el entorno?

Gerardo: Nos ha ayudado mucho y hay alumnos quieren que los invitemos pero obviamente no. En la escuela tenemos una regla: No discriminamos por nada, sea la razón que sea, religiosas, políticas, sociales, sexuales, estatus económico. Por ejemplo hay escuelas que cuando descubren que un alumno es drogadicto lo expulsan. Nosotros simplemente le pedimos apoyo psicológico, lo mandamos a un lugar donde le den tratamiento y es aceptado en la escuela y le echamos la mano para salir adelante.

Eso nos ha permitido ver que los muchachos actualmente tienen una mentalidad bastante adaptativa; se adaptan a las nuevas corrientes filosóficas. Por ejemplo, la aceptación a la diversidad sexual es una corriente que viene muy, muy fuerte y vemos que los muchachos tienen mucha aceptación a eso. Nos respetan mucho.

Saben de nuestra relación y hasta ahorita no han caído en la broma o en la burla, en el ridículo.

De hecho él llego a trabajar en la preparatoria, los muchachos nos conocen y sabe que nos vamos a casar.

 

P: ¿Qué representa para ustedes ser la primera pareja de varones en casarse en San Luis y qué mensaje dejaría esto para lo que viene?

Gerardo: A palabras de una amiga es sumamente agradable saber que estamos haciendo historia y que somos el inicio de una era de aceptación, porque como en todas las cuestiones políticas los primeros que hacen algo distinto son atacados, señalados, pero vamos a ser punta de flecha porque somos la primera pareja de varones que se casa en San Luis Potosí. Después de nosotros otra, basados en que a nosotros ya nos dieron el amparo a ellos se los van a tener que dar y va a llegar un momento en que va a haber tantos amparos que el Gobierno y el Congreso del Estado van a tener qué legislar a favor de los matrimonios del mismo sexo, para que ya no se nos vea como algo extraordinario, para que se nos vea como algo ordinario como lo es: una pareja normal, común y corriente, de dos personas que son seres humanos que se aman y quieren estar juntos.

Abraham: Yo quisiera que las demás parejas, hombres principalmente, que decidan hacerlo. Todos tienen la mentalidad de intentarlo, pero pocos somos capaces de hacerlo. Tal vez por el miedo a los medios de comunicación, al que dirán; todavía las familias, nuestros papas, de nuestras generaciones, son todavía cerrados. Por lo tanto dar este gran paso es ir en contra de la ideología familiar.

Nosotros también lo sabemos pero siempre les he dicho a los compañeros y amigos: Si no lo intentamos vamos a seguir con las mismas ideas siempre y tenemos que ser como papás algo duros y tener que decirles “aguas”: Tú me enseñaste a ser crítico, a decidir por mis propias ideas, déjame hacerlo”. Eso nos ha servido a nosotros y hemos sido ejemplo de muchas parejas, porque antes de decidir casarnos, el hecho de comenzar una relación, de que les dijéramos a nuestros papás…en mi caso lo aceptaron desde el principio…

Mis amigos me decían: ¿Cómo le hiciste para que tú papa si lo aceptaran? Les dije hablar bien. Unos me dicen que los corrieron, pero les digo que de todos modos tu papá no te va a dejar de querer. Síguele insistiendo, busca la manera de que los quieran y creo que ahorita hay un auge de que hay muchas parejas del mismo sexo.

Hay unos que quieren casarse. Uno también ya dio el anillo. Ya están a punto de hacerlo y se van empapando. Qué bueno porque no es nada más ir en contra del gobierno, pues esa es la idea más errónea que tiene la sociedad con nosotros. Es buscar los derechos como cualquier pareja. Yo le decía a mi papá: Es lo mismo que cuando te casaste…es lo mismo que nosotros queremos, tú quisiste casarte con mi mamá por equis razones y nosotros es lo mismo. No tiene que ser diferente solo porque somos dos personas del mismo sexo.

Creo que ya así lo entienden las personas y mientras lo entendamos de esa manera vamos empapando a los demás y lo que estamos viviendo ahorita esperemos que sirva para nuevas generaciones. Intentarlo vale mucho y respetarnos como somos nosotros lograremos mejores cosas.

 

P: ¿Cómo le pediste que se casaran?

Híjole…hay dos momentos. La primera vez acaba de comprar mi casa; nos íbamos a vivir a aquel lado. Para eso ya llevamos viviendo juntos casi 8 años y hace como 4, cuando festejamos mi cumpleaños en la casa nueva, como parte de la inauguración de la casa, entre la plática entre amigos le dije “vamos a casarnos… ¿Te casarías conmigo?”. Estaban mis primos y varios amigos. Fue bonito, pero por situaciones no lo concretamos.

Meses después, un día me levanté con ganas de molestar y todo lo que pasaba en la vida, todo, lo hacía enojar, tanto que antes de salir a trabajar nos despedimos enojados. No sé qué pensaba pero yo me la pase todo el tiempo enojándome.

Siempre pasaba por él al trabajo y nos veníamos juntos, pero ese día antes de llegar a la escuela, me desvió a la casa, la llene de papeles con preguntas, comentarios y me voy con él.

En el camino encuentro a un vendedor de flores, compro un ramo y lo eche a la mochila sin que se maltratara. Llegue a la prepa enojado, nos fuimos enojados todo el camino, y al llegar a la casa lo hice enojar y lo primero que hace es abrir la puerta, Yo me espere a que abriera la puerta, cuando el voltea para abrir rápido saque el ramo y me lo pongo en la mano.

El abre la puerta y lo primero que ve son los papeles que dice: “Eres lo más importante”. “Te quiero mucho” “¿Te casarías conmigo?”.

Voltea todo enojado y me ve con el ramo de flores y creo que lo enojado se le quitó. Después le pedí disculpas porque no tenía por qué hacerlo de esa manera pero sino no iba a ser tan impactante. De esa manera fue algo bonito y es cuando comenzamos a buscarle.

Creo que funcionó, porque si estábamos un poquito mal en relación de pareja, no me gustaban cosas en su momento pero nosotros nunca hemos sido de los que nos hundimos en los problemas. Nuestra idea ha sido enamorarnos siempre y si hubiéramos seguido enojados como estábamos en días anteriores no habríamos llegado a este momento y al contrario, el buscar la manera de no estar en las mismas peleas todo el tiempo, nos genera enamorarnos nuevamente y a disfrutar la vida.

 

P: ¿Qué sentiste?

Gerardo: Siempre se lo he dicho a mis amigos, ese día fue tan… me llevó de un extremo del enojo a otro completamente distinto. Todo el día se la paso molestándome.

 

P: ¿Cómo?

Gerardo: Me mandaba mensajes, enojado. Reclamándome cosas sin sentido.

 

P: ¿Cómo qué?

Gerardo: (Risas). Por ejemplo yo despierto muy tarde porque me desvelo y me reclamaba que él siempre se despertaba temprano y que porque yo no…que luego llegaba a la casa y yo no había lavado los trastes, no había preparado de comer o que no les había dado de comer a los perros. A mí me molestaba porque yo trataba de hablar con él y me cortaba muy feo; le marcaba y me decía que estaba ocupado y me colgaba.

Llegaba a la prepa con su cara de enojón y todo el camino discutimos…es que tu no haces esto, las cosas están así…llegamos a la casa y todavía se queda atrás en el camino. Yo lo apuraba, él me alegaba, nos adelantamos, abro la puerta, veo los papelitos, los empiezo a leer y me dio mucho coraje. Dije. ¿Por qué me haces esto?

Volteo, lo veo con el ramo de flores y…y…me ganó. Fue muy padre. Me agarré a chillar porque entre la felicidad, el coraje, la emoción…ha sido muy padre. Vivir con él es estar en una montaña rusa, porque nos lleva de una situación a otra en cuestión de segundos.

Una parte muy importante que él dijo fue que nos estamos enamorando constantemente. Tratamos de no caer en la rutina y cuando caemos nos damos cuenta de ello, uno u otro busca la manera de cambiarla.

Hace rato veníamos escuchando un programa de radio que hablaba sobre los venenos del amor y escuchándolo empecé  a darme cuenta de que nosotros rompimos muy a tiempo con los vicios de la rutina, de creerle más a otras personas que a nuestra pareja, de darle más importancia a la familia que a nuestra pareja. Durante estos 9 años, me dí cuenta con ese programa de radio de que lo hemos hecho. Yo le decía al escuchar que lo más importante es su pareja, lo agarré de la mano y le dije: “¿si oíste…si oíste?…tu eres lo más importante y que yo soy lo más importante.

Escuchando el resto del programa dije pues sí hemos hecho eso, dejamos a un lado el que dirá la gente, los malos consejos de algunos amigos, lo que dirá la familia, porque le idea es que estemos bien con nosotros mismos.

Hemos vivido muchas aventuras de momento. Hace cuatro años nos ganamos un viaje a Acapulco y nos fuimos sin ni un centavo. Nada más el pasaje y el hotel era gratis, y allá vivimos aventuras muy padres. Una ocasión dijimos: “estamos aburridos y dijimos vámonos a un balneario y nos fuimos así nomás, de que se nos ocurrió”.

En ocasiones llego y él ya tiene un regalito en la casa, unos chocolates, flores o una carta. A veces me levanto para arreglarme en la mañana para salir al trabajo y en la computadora encuentro un mensajito padre. Una vez llegó a donde trabajo, me asomé y le pedí que me llevara una carpeta con unos papeles; me la llevó y empiezo a checar los documentos y encuentro un papel que me dice. “Te amo”, en grandote.

Son muestras de cariño que a lo mejor mucha gente dirá que son insignificantes pero no. Son muestras muy grandes. Al menos yo me siento muy feliz con él, porque esas muestras de cariño, todo lo que hemos vivido y el que no nos dejamos caer en la rutina, es lo que ha hecho que duremos tanto.

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