Aguas negras afectan a más de 300 colonos en la Progreso

María Ruiz

A un costado de la calle Parménides, donde inicia la colonia Progreso, que se extiende hasta Galileo Galilei, vecinos denuncian una grave fuga de aguas residuales que ha cruzado la avenida Observatorio y alcanzado la colonia Arbolitos.

El problema, que persiste desde el año 2024, ha convertido la zona en un foco de infección que afecta directamente a más de 300 familias.

La zona muestran un panorama alarmante, pues se observa cuerpos de agua estancada con tonalidades verdosas y marrones, cubiertos por capas de espuma y residuos flotantes debido a los desechos provenientes de la red de descarga del área.

En algunos puntos, como el canal que corre paralelo a las vías del tren, se observan acumulaciones de basura doméstica, plásticos, telas, desechos industriales y hasta animales como perros muertos.

En otro sector, el agua contaminada alberga peces muertos, rodeados de maleza y mosquitos, evidenciando un nivel de contaminación extrema.

Vecinos aseguran que han realizado múltiples reportes ante el organismo operador Interapas, sin que hasta el momento se haya atendido la situación. También han denunciado ante la Dirección de Ecología y Manejo de Residuos del Ayuntamiento, donde reconocieron el problema, pero no han implementado acciones de remediación.

“La pestilencia es insoportable, y ya no podemos abrir las ventanas. Mis hijos han tenido infecciones en la piel y vómito. Aquí nadie nos escucha”, lamenta Marisela Tovar, residente de la colonia Progreso desde hace 18 años.

“El lago de aguas negras está justo detrás de nuestras casas. Ya no sabemos si es fuga, drenaje colapsado o qué, pero nadie nos dice nada”.

Además del agua contaminada, los vecinos denuncian que habitantes de colonias cercanas han comenzado a tirar basura en la zona, lo que agrava el problema. Se han detectado plagas de ratas, cucarachas y zancudos, lo que ha derivado en enfermedades gastrointestinales y dermatológicas entre los colonos.

“Esto ya no es solo un problema ambiental, es una emergencia de salud pública,” afirmó el señor Gerardo, comerciante de la zona. “Pedimos al Ayuntamiento de la capital que venga, que limpie, que nos diga qué está pasando. No sabemos el punto exacto de origen, pero esto lleva meses y cada día empeora”.

Los vecinos exigen una intervención urgente que incluya limpieza, remediación ecológica y un diagnóstico técnico que identifique el origen de la fuga.

Mientras tanto, la colonia Progreso y sus alrededores siguen sumidos en una crisis ambiental que amenaza la salud y dignidad de sus habitantes.