Por Eduardo Delgado
Luego de que el notario público Eduardo Martínez Benavente dio fe de la mudanza del área administrativa de la Secretaría de Desarrollo, Vivienda y Obras Públicas (SEDUVOP) al inmueble que ocupaba el Centro de Capacitación de la Oficialía Mayor de Gobierno del Estado, María de Jesús Almendárez Prieto se desencadenó este viernes, precisamente un mes después de que se inmovilizó para exigir su reinstalación en cumplimiento a la recomendación de la Comisión Estatal de Derechos Humanos.
El abogado de Mary Chuy, Tomás Coronado Zárate, dijo que por la mañana el fedatario se presentó en Pascual M. Hernández número 930, donde encontró al titular de la SEDUVOP, Leopoldo Stvens Amaro, quien le confirmó la reubicación del departamento administrativo de esa dependencia en ese domicilio.
Por tanto, agregó, el próximo martes su representada se presentará a trabajar en esas oficinas, con lo que su clienta “ha quedado satisfecha, contenta” tras la confirmación de que “no se trataba de una simulación”, como pensó en principio, toda vez que las oficinas centrales de la SEDUVOP son en la avenida Himalaya número 295.
Destacó que gracias a la lucha de María de Jesús “se llegó a este punto”. Respecto de la reparación material del daño, dijo, “en su momento procesal oportuno se solicitará lo que corresponda”, añadió.
A su vez Mary Chuy agradeció el apoyo de su familia, al presidente de la Comisión Estatal de Derechos Humanos, Jorge Andrés López Espinosa, así como al personal de ese organismo que la acompañaron durante los 31 días que permaneció encadenada en el despacho del Oficial Mayor, Elías Jesrael Pesina Rodríguez.
Agradeció también a las activistas que le brindaron su respaldo e indicó que esto “apenas es un hilo de justicia”, porque restan otros puntos de la recomendación 03/2017 que deben cumplimentarse, entre ellos el inicio del procedimiento de responsabilidad contra los o las responsables de sus cambios constantes entre dependencias y organismos estatales.
Aclaró que respecto de lo penal no cejará en su exigencia de que su agresor, Juan Martín Gatica Izaguirre, sea castigado, porque “yo no voy a olvidar el abuso y el acoso que me hizo”.
