Alcaldes de San Luis y Soledad celebraron a mujeres; sus municipios tienen más feminicidios

Antonio González Vázquez

Los ayuntamientos gallardistas de San Luis Potosí y Soledad de Graciano Sánchez realizaron diversos eventos para conmemorar el Día Internacional de la Mujer, pero no mencionaron que en ambas ciudades en un año se han cometido 23 feminicidios. Los alcaldes Ricardo Gallardo Juárez y Gilberto Hernández Villafuerte salieron en la foto con mujeres y ofrecieron sendos discursos, pero en los hechos, San Luis y Soledad son los municipios con más mujeres asesinadas.

Por ejemplo, el municipio de Soledad reportó que “en el marco de la conmemoración del Día Internacional de la Mujer, el Ayuntamiento de Soledad que encabeza el Alcalde Gilberto Hernández Villafuerte entregó un reconocimiento a ocho mujeres, por su trabajo y contribución a la sociedad.

En su discurso, el edil expresó la importancia de conmemorar esta fecha y destacó la labor de todas las mujeres, además de refrendar su compromiso de seguir avanzando en el fomento de la igualdad, el respeto de sus derechos y el fortalecimiento de estrategias para erradicar la violencia de género.

“Que quede claro no puede existir paz, ni proceso, ni igualdad sin los mismos derechos y la plena participación de las mujeres; a medida que se dan cambios sociales en las actitudes, en las creencias y en los valores, debemos respetar las aspiraciones que son esenciales para el empoderamiento de las mujeres y la igualdad de género”, expresó.

El Presidente Municipal destacó la labor de mujeres soledenses ejemplares, quienes representan la voluntad, valentía y fortaleza, al desarrollarse de manera plena y comprometida en diferentes ámbitos”.

Sin embargo, la realidad es muy distinta para las mujeres en la zona metropolitana.

Estos son los casos reportados en la prensa en el último año.

El día 3 de enero, un agente de la Dirección de Seguridad Pública del Estado, de nombre Julio Cesar asesinó a su ex esposa en la colonia Rancho Pavón del municipio de Soledad de Graciano Sánchez. En la calle Plaza del Manantial, afuera del hogar de la víctima, el agente le disparó y el cuerpo de la chica de unos 28 años quedó tendido sobre la banqueta. Luego de eso, Julio César, el agresor y de oficio policía, huyó, pero fue detenido en el municipio de Villa Hidalgo. La mató porque le ganó la custodia de su hijo.

En el atardecer el 20 de febrero en la comunidad de Escalerillas perteneciente a la capital del estado, un hombre mató a una mujer. Ella lo había dejado, ya no quería vivir con él porque la maltrataba. Al potencial agresor se le ocurrió ir a buscarla a bordo de una camioneta, la encontró y le empezó a reclamar airadamente la separación pero ella lo ignoró hasta que él, sin más que las rabia encima, sacó una pistola calibre 38 y le disparó en la cabeza. Ella solo tenía 25 años de edad.

En la peligrosísima zona urbana entre la capital y Soledad de Graciano Sánchez unos sicarios ejecutaron a un hombre y una mujer cuando conversaban en una calle de la colonia Ecuestre. Sucede que a las ocho de la noche del 01 de marzo, la pareja estaba a bordo de una camioneta de color negro sin placas, era una Ford Lobo. Apenas descendía la chica de la unidad cuando fue acribillada por unos sujetos que a su vez bajaron de una motocicleta, mientras que a su compañero lo masacraron y su cuerpo quedó inerte sobre el volante de la camioneta.

En la habitación número diez de un motel, asesinaron a una mujer que durante la madrugada del 21 de mayo, se hospedó acompañada de un hombre. Su cuerpo yacía en el piso de la regadera de la habitación, presentaba una herida profunda en la cabeza y golpes en diversas partes del cuerpo. Nadie supo del paradero de su acompañante, en la recepción del motel Del Río, no se dieron cuenta, o dijeron a la policía que no se percataron del momento en que el sujeto abandonó las instalaciones.

Entre las yerbas que crecen a un lado de un camino de la comunidad de Los Gómez, municipio de Soledad de Graciano Sánchez mataron a una mujer. A las ocho horas del 23 de mayo unos campesinos que caminaban por el lugar le llamaron a la policía para decirles que en la calles había un cuerpo. Elementos de la Secretaría de Seguridad Pública encontraron una mujer joven con una herida profunda en el cuello y otro corte en la cara; recibió además, dos tiros de arma de fuego, a su lado, su mochila, los brazos los tenía como cubriéndose el pecho.

En el fondo de un arroyo que lleva más basura que agua y que cruza por la colonia Cecilia Occeli de Salinas, lo cual de por sí ya es una desgracia, fue localizado el cuerpo de una mujer envuelto en una cobija. Como a las 18 horas menos 10 del 24 de mayo, personal de la Procuraduría General llegó al lugar luego de que se recibió una denuncia telefónica. Entre las yerbas, basura y carrizos fue ubicado el cuerpo encobijado de una dama no identificada.

Eran ya las ocho de la noche del 10 de junio cuando en la colonia Hogares Populares Pavón un comando levantó a dos personas, una mujer y un hombre, que conversaban dentro del automóvil de la joven que era empleada de la Dirección de Seguridad Pública Municipal. Se los llevaron a bordo de una camioneta negra. Horas después, los cuerpos de ambos fueron localizados: les habían cortado la cabeza, los decapitaron y sus restos fueron abandonados por la zona del Periférico a la altura de Rivera. Las cabezas cerca de la carretera y los cuerpos flotaban en las aguas negras.

En la comunidad del Jaralito en la capital del estado, unos campesinos vieron a lo lejos unos bultos extraños, se aproximaron al lugar y asombrados, se encontraron dos colchonetas embutidas en bolsas negras. Llamaron a la policía, era la mañana del once de junio cuando se confirmó que en las colchonetas envolvieron los cuerpos de dos mujeres, a una le cortaron los brazos y a la otra, le cercenaron las piernas; los miembros los empaquetaron en las bolsas y las envolvieron con las colchonetas.

Silvia desapareció el día 9 de junio, había salido de su casa para dirigirse al trabajo; ya se le volvió a ver con vida, su cuerpo fue descubierto por la tarde noche del 24 de junio en una fosa clandestina en  la colonia Primero de Mayo en el municipio de Soledad de Graciano Sánchez. Tenía 48 años de edad.

En un solar lleno de basura en la Colonia Los Molinos de la delegación municipal de Pozos, fue descubierto el cuerpo decapitado de una mujer. La policía recibió el reporte a las siete de la tarde del 28 de junio y al presentarse en el lugar, agentes de la Ministerial encontraron que el cuerpo de la mujer incluso ya había sido devorado por los animales; el cadáver debía llevar ya días en ese lugar. No fue posible identificarla.

Brenda tenía 31 años de edad cuando perdió la vida. No había razón alguna para morir, pero un presunto integrante de la pandilla conocida como Los Jomis, pensó lo contrario y le disparó. Eran las diez de la noche del 10 de julio cuando en la calle Mariano Arista en la colonia Las Flores, unos pandilleros se enfrentaban a golpes y en plena reyerta, uno de ellos sacó una pistola y le disparó a Brenda; aún llegó con vida al hospital, pero unas horas después falleció.

En el lodazal de un camino que conduce al Tanque Tenorio en el municipio de Soledad de Graciano Sánchez fueron abandonados dos cuerpos; una mujer y un hombre fueron ejecutados y después los arrumbaron en esa zona en la madrugada del 13 de julio.

Una mujer caminaba con su hijo por  la orilla de la carretera San Luis-Ríoverde, era la tarde del 13 de agosto; sin que se supiera quién ni porqué, desde una camioneta les dispararon hasta matarlos. La Policía no ofreció más detalle del doble crimen que ocurrió en esa carretera a la altura de la comunidad de Jassos.

Mireya fue asesinada el 17 de agosto por sus presuntos secuestradores que luego abandonaron su cuerpo en un baldío de la delegación municipal de Villa de Pozos en la capital del estado. La mataron a puñaladas y luego la dejaron boca abajo y maniatada en la colonia Laguna de Santa Rita.

Iba ya para las once de la noche del 2 de septiembre cuando un vehículo con hombres armados ingresó a la calle Arquitos en la colonia General I. Martínez. En la esquina con Nevado de Toluca,  atacaron con armas de grueso calibre a un grupo de jóvenes; algunos lograron huir, pero cuatro murieron, entre las víctimas, una mujer y un menor de edad. Junto a los cuerpos, los agresores dejaron una cartulina con un mensaje alusivo a un grupo de crimen organizado que reporta “en la limpia de pandilleros, ratas y crackeras.”

Doña Carmen ya tenía 65 años de edad y unos quince minutos antes de las diez de la noche la mataron a balazos. Había salido de su casa a eso de las nueve de la noche y paso por el andador de Paseo la Cigüeña y al entrar a la calle de Los Jilgueros en la colonia Hogares Populares, un sujeto armado se le acercó y le disparó. Era la noche del 27 de septiembre en el peligrosísimo municipio de Soledad de Graciano Sánchez donde asesinaron a Doña Carmen.

En un camino de la comunidad de Valle de la Palma del municipio de Soledad de Graciano Sánchez fue localizado el cuerpo incinerado de una mujer. La Policía Ministerial recibió una llamada en el servicio de emergencia para denunciar que a orillas del camino de tierra, junto a restos de basura y cenizas estaba un cuerpo humano. El cadáver estaba quemado en un ochenta por ciento y por tanto no pudo ser identificado, pero se determinó que se trataba de una mujer. El hecho ocurrió el sábado 25 de noviembre cuando se celebraba el Día Internacional de la Eliminación  de la Violencia Contra las Mujeres.

Por la tarde del día 10 de diciembre en la zona conocida como Valle de los Fantasmas asesinaron a una mujer. Su cuerpo fue abandonado a unos metros de la carretera San Luis-Ríoverde. Tenía unos 30 años de edad se pudo llamar Alejandra porque tenía tatuado el nombre en las pantorrillas.

4 de enero

En un sendero que corre en paralelo a las vía del tren México-Nuevo Laredo, pero en terrenos de la comunidad de Rancho Nuevo, municipio de Soledad de Graciano Sánchez, fue localizado el cuerpo de una mujer de tez morena y delgada. Yacía sobre el camino polvoriento donde fue ejecuta y después, decapitada. Unos jornaleros que pasaban por el lugar avisaron a la policía poco después de las nueve de la mañana del 4 de enero. La joven de unos 25 años de edad no fue identificada.

4 de enero

En una cama del Hospital Central murió una señora de 64 años de edad. Había sido agredida brutalmente a golpes en la cabeza. Vivía en la colonia Dalias y en la madrugada del 4 de enero fue internada. No logró sobrevivir del grave traumatismo craneal.

6 de enero

En lo hondo de una zanja fue localizado el cuerpo de una mujer. Por la madrugada del seis de enero, habitantes de la comunidad de La Flores en la Delegación Municipal de Bocas ubicaron lo que parecía ser un cuerpo en la profundidad de la zanja. Los primeros en llegar al lugar fueron empleados de Protección Civil que  rescataron el cuerpo sin vida de una mujer que no fue identificada. Solo se dijo que vestía jeans y blusa en color azul, no se informó más.

Visto así, no hay razón para que en San Luis y Soledad hayan celebrado a la mujer,  pues es un hecho que esas autoridades municipales las tienen del todo desprotegidas y a merced de la violencia.

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