Por Antonio González Vázquez
Mientras que todas las fuentes de información posibles confirman que en San Luis Potosí crece la violencia y con ello el número de muertos, el gobierno de Juan Manuel Carreras López pretende hacer creer que no pasa nada. Por ejemplo, un dato del todo lapidario: según el gobierno en lo que va del año han sido detenidos 130 presuntos responsables de homicidios, pero da el caso que de enero a junio sumaron 356 homicidios, lo que supone que hay ni más ni menos que 226 asesinos sueltos en las calles.
Ayer mismo, el Semáforo Delictivo dio cifras de cómo va San Luis y resulta que presenta focos rojos en siete de ocho delitos.
Antes, el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública en su reporte mensual de incidencia delictiva, reportó 68 homicidios, la cantidad más alta desde 2010, así como seis secuestros.
Pese a esos datos que además son oficiales, la administración de Carreras ve paz y tranquilidad donde hay sangre.
Según el vocero de seguridad, Armando Oviedo Ábrego se trabaja por un San Luis Seguro.
“En cuanto a homicidios dolosos, se trata de un problema que nos preocupa y nos ocupa, por lo que trabajamos en dos vertientes: para prevenir que ocurran este tipo de ilícitos y en materia de procuración de justicia, con la finalidad de investigar los sucesos acontecidos y llevar a los responsables, ante la Ley y evitar la impunidad”.
Afirmó que la Procuraduría General de Justicia del Estado, en el periodo que abarca enero a julio de 2017, ha detenido a más de 130 personas, vinculadas al delito de homicidio y la desarticulación de siete bandas delictivas.
Es decir que si hay 130 detenidos por homicidio, entonces hay 226 crímenes más que se mantienen en la impunidad, o sea que, están en las calles el doble de presuntos asesinos que según el vocero, han sido detenidos por la Procuraduría General de Justicia. Según el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, de enero a junio se han registrado 356 homicidios.