Apoyo nacional e internacional rescata al refugio Casa Orquídea

Foto: Casa Orquídea

María Ruiz

Lo que sería la despedida definitiva se convirtió en un giro inesperado, pues la Casa Orquídea no cerrará. El refugio para la comunidad LGBTIQ+, ubicado en la colonia Azteca Norte, anunció que gracias a una ola de solidaridad local y de organizaciones aliadas de otras ciudades e incluso de Estados Unidos, continuará en operación por al menos seis meses más.

La tarde de ayer jueves, cuando el equipo del refugio se preparaba para asumir su cierre —programado originalmente para el 28 de noviembre—, su fundador, Francisco Olvera Herrera, conocido como Eros, pidió ser él quien compartiera la noticia.

“Estoy muy contento, muy emocionado. Que la gente siga confiando en nosotros después de cuatro años es muy bonito… Que vean que el trabajo en favor de las poblaciones LGBT es sincero, es real.”

Eros explicó que, tras semanas críticas de incertidumbre, llegaron apoyos decisivos de refugios aliados como Casa Frida (Ciudad de México), así como de comunidades migrantes en Chicago.

“Tuvimos una gran ayuda de Casa Frida, que nos ha acompañado e indicado el camino. También recibimos apoyo de colectivos en Chicago que se organizaron para ayudarnos”.

La abogada y escritora Carla Escoffié, quien dedica un capítulo a Casa Orquídea en su obra País sin techo, lanzó además una campaña personal para respaldar económicamente al refugio. A ello se sumaron donaciones locales y el eco que hicieron medios y redes sociales.

“La gente nos ha ayudado muchísimo. Quiero agradecerles a ustedes, los medios, porque nos han acompañado desde que abrimos”.

Un comedor que no deja a nadie afuera

Casa Orquídea nació en 2022 como refugio para personas LGBTIQ+ en situación de calle, expulsadas por sus familias o que viven con VIH. Con el tiempo, también se convirtió en un comedor comunitario que alimenta a más de un centenar de personas al día: adultos mayores, mujeres trans, migrantes, trabajadoras sexuales y personas sin hogar, sin distinción.

“El comedor está abierto para quien tenga hambre. Aquí no hacemos distinción.”

La extensión de tiempo, subrayó Eros, significa algo más que mantener operaciones, pues “es una extensión de amor, de cariño, de comprensión y esperanza.”

Eros adelantó que uno de los objetivos más importantes para la siguiente etapa es transformar Casa Orquídea en un asilo LGBTIQ+, un espacio destinado especialmente a personas adultas mayores de la diversidad que enfrentan la vejez en soledad.

“El 80 por ciento o 90 por ciento de las personas LGBT morimos solos… La soledad pesa, la soledad mata. No quiero que la gente muera así”.

Entre apoyos y ausencias

Al anuncio acudió el diputado Marco Gama Basarte, quien reiteró que el Congreso del Estado debe fortalecer la protección de los derechos LGBTIQ+. En contraste, Eros habló también de lo que no funcionó.

“El Gobierno del Estado me incumple… Ya ni siquiera quiero buscarles; si el gobierno no quiere estar cerca de nosotros, nosotros tampoco queremos estar cerca del gobierno”.

Sobre el Ayuntamiento, reconoció apoyo previo en especie, aunque su condición de empleado municipal limita los alcances de esa colaboración.

Con esta nueva oportunidad, Casa Orquídea reactivó campañas de donación. El refugio continúa sin apoyo institucional constante, y su operación depende casi por completo del respaldo ciudadano.

Quienes deseen sumarse pueden acudir a la calle Guadalupe Victoria #330, colonia Azteca Norte.

“Somos un refugio LGBT y un comedor comunitario. Lo hacemos con el corazón y con la voluntad de la gente”, concluyó Eros, mientras voluntarios y beneficiarios celebraban que Casa Orquídea sigue viva.